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Silvio M. Rodríguez C. Admin
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| Tema: Ellos Vie Mar 23, 2012 5:54 pm | |
| Ellos
Una limosna, por amor a...
En el bochorno de diciembre Caminaba por las calles repletas Ofreciendo las frutas que llevaba En un canasto de dudosa calidad.
El precio era bueno, era pobre Y aún así la venta era difícil. Su aspecto no era el mejor, En los ojos se le leía el hambre.
Siempre lo veía al mediodía, Cuando yo volvía de almorzar. Y entonces se me revolvía un poco adentro, aquello que había ingerido.
Luchaba contra la pena, Contra la rabia ciega de ese dolor ajeno. No lo mires, me decía, No te dejes engañar.
Mi mano, a veces traicionera, Un día logró robarme un billete, Se lo ofrecí con una sonrisa de mueca, La misma que utilizan los asalariados.
En respuesta, muy mecánica Intentó colocar alguna fruta En alguna bolsa prevista Desde las cinco de la mañana.
Mi gesto fue contundente, Me negué a recibir nada a cambio. Así fue que concreté la limosna, Aquello a que me había estado negando.
Y sentí lástima, cuando al aceptar Se marchó despacio, cabizbajo Porque entonces comprendí Que este mundo es una limosna.
Smarc 27.07.00 23:34hs
El riel de medianoche
Sobre mi cabeza el techo Sobre el techo los rieles Sobre los rieles el tren Todas las noches, todas.
Agujereando las pequeñas ranuras De un espacio invisible, intangible Se filtra el sonido, no de Shubert Sino de toneladas de acero y aceite.
Debo cortarme una oreja, Perforarme la frente O lamer en el suelo La huella de tu recuerdo.
Debo odiar tanto para amar como lo hago De esta manera que no tiene nombre Que no sea el tuyo, sin querer, otra vez Como si no supiese que la belleza es.
Me canso de negar – melo Insisto, pero es inútil. A pesar de todo – corazón y pulmón – Todavía sé engañarme.
Ahora se filtran los olores Entrepiernas y axilas Femeninas y masculinas Escurriéndose entre los sonidos.
Intento reconocerte entre la multitud De ahí arriba, fugaz y estrepitosa, Pero es en vano, no vas en ningún vagón Esta noche decidiste dolerme en la ausencia.
Juro no perder la mirada, ser. Juro escabullirme, por siempre. Juro soportar el tren, los rieles. Y así atarte, a tu libertad.
Alma vieja, compadre, alma vieja Como un violín sin puente Con telarañas y el carbono 14 La red, de un gato que se hizo tripa sonora.
No se puede luchar contra el destino Hasta que nos llamamos así: Destino, finalidad, blanco, meta. De forma vacía, pero plena.
Unos tras otros Tubular realidad tabaquera Qué contarte hermano, Si tengo fierros en los ojos.
Ya se ha ido, terminó el desfile De vagones rancios y cables ajustados. Duró un instante (ahora que ha terminado) Que en su medida fue eterno.
Dolió, y lo que queda es la herida Sin sonidos y sin olores La presencia más firme La que no se siente.
Smarc 26.07.00 23:49
Lapsus
Toda obra de varón debiera iniciarse con un suspiro, en el cual pudieran estar incluidos todos los nombres de mujer. Es la verdad, para empezar. Y no es la mía, en forma única. Perdón, no suelo pedir perdón, de hecho no suelen perdonarme, pero eso es otro tema... Las palabras son “cosas entre las cosas”, pero combinadas, juntas, hacen un algo diferente, por ejemplo “a veces”. Entonces, es mejor, porque a veces suceden cosas. Mientras más pienso en lo que más duele, más convencido estoy de que a otro alguien le estará doliendo lo mismo que a mí, pero otra cosa. Entonces, como yo soy intelectual, me pongo en su lugar y comprendo, entiendo: empatía. Lo lindo es que ese otro alguien no hace lo mismo. De manera que de grande paso a ser imbécil. Ahora bien, lo mejor de todo es que si no lo hago, paso a ser la heladera cruel y egoísta. Entonces, qué decidir? Antes de tomar una decisión es preciso tener en cuenta que el “juicio” es ajeno, y que ese juicio ajeno me afecta. De manera que partiendo del final de que decida yo seguir comprendiendo – imbécil –, o decida no comprender más a nadie quien quiera sea – grande -, nada va a cambiar, la pregunta es qué me pregunto? Claro, porque ya no hay preguntas.
De manera que te digo lo siguiente: NO VALE LA PENA
Smarc 31.05.00 00:34
Saeta
Un esqueleto, parecía, sólo después pude darme cuenta de que era un cuerpo humano, una persona, destruida por los días. Trapos eran su ropa, encías abiertas y podridas su boca. Y la podredumbre de sus labios besaron mi espalda.
Quién no siente miedo, Aníbal? El dolor no te hace más fuerte, sino el vencerlo. El-Arish, la riqueza y la pobreza de sus calles, el mar. La canción de Mignon de Tchaikovsky, ojalá supieras lo que es escucharla desde aquí, con el mar. Por qué, en verdad, por qué no la escuchas? Cuál es tu respuesta? Yo te contaré cómo fue que Claudio llegó a Bretaña.
El mundo se pudre, bajo mis pies, y ya no me importa.
Para llegar a la certeza del poder de posesión, se debe primero, lograr la seguridad de que no se podrá ser poseído. Haciéndome yo incontenible, a quién no podré contener? Incluyéndolo todo, quién podría excluirme?
El límite entre la vanidad y el orgullo. Y un puente de labios uniendo el límite. La condición de tener es ser perfecto. Mientras tanto el mundo se pudre, bajo mis pies.
De noche no es posible trabajar, puesto que durante el día se mira lo que una noche se pudo ver.
Una perra flaca amamantando a sus cachorros. Tengo yo que verlo? Todo es así?
El gusano habla y dice que es gusano. Pero, qué animal es el que escribe que el gusano dijo que es un gusano?
El mundo se pudre, y a mí no me importa.
Y aún así, espero.
Smarc 19.04.00 00:15hs.
Entre plazas y palomas
No quiero afirmarlo, por eso digo que no sé si sabés lo que es estar así, acurrucado en la cama, conteniendo lágrimas, con la tormenta afuera, y sin rutas de escape.
Yo sé, que estás fuera, cálida y presente. Y sé, que el precio no se elige, sino que se paga o no. Yo no escribo por placer, no lo hago por necesidad, lo hago porque me duele, y porque nada más puedo hacer.
A diferencia de aquél, a mí no me dieron a elegir. A diferencia de aquél, yo soy un punto, no una carretera, a pesar de que por ella se pudiera dar el tránsito que nos una, pero, entonces, será hablar de la carretera.
Como ves, no tengo precio, y respecto de vos, sos inadquirible. No soy mejor, por ser diferente, soy diferente por ser el peor. Así te ofrezco mi posibilidad de redención. El juicio de tu boca, perdonando la distancia de la mía.
No soy de los que perdonan, rencor es mi segundo nombre. Si de mí dependiera, me vengaría. Sólo algo me distrae de tan noble empresa, tu boca, antes que sea tarde. Y como siempre es tarde, me quedo solo, repitiendo: no fue porque quise.
A pesar del gallo – de cuello pelado hasta la depresión – no habrá piedad en las plazas. Siempre estarán los jubilados, siempre estarán las palomas de gris vestimenta. Y entre la senilidad de aquellos y la voracidad de estas, no tendré más que vanidad.
No importa, lo prometo. No importa. Smarc 27.07.00 00:11 Un espejo
Queremos perdurar, desde el preciso momento En el que comprendemos, sin saberlo aún Que todo lo que tiene principio, tiene final.
Somos rebeldes, por naturaleza y por ley, Por eso inventamos las reglas civiles Para que no todos puedan ser lo que son.
Tan vil es nuestra especie que no se soporta, Se odia a sí misma, volcando su imaginación Más para destruirse que para vencer al tiempo.
Es como un vómito en un salón de mármol, Basta medio litro para que el ambiente hieda, Lo mismo el hombre, la mujer, y sus hijos.
Para qué salvar a nadie, si la eternidad es cierta? Sólo queda la magia, terrena, vulgar, y mentida Y comer una fruta hermosa, y convertirla en mierda.
Equivocados todos, desde Plotino hasta Dión, Ni hay belleza en uno mismo, y en absoluto Nada es complicado hasta la voluntad.
Lo nuevo no es novedad, es sabido Y lo antiguo, pese a todo, también se sabe, Qué entonces de lo desconocido?
El demonio meridiano es un vacío perspicaz, Que disfrazado de pecado te ofrece hastío, Y algo más, el aburrimiento desde las manos.
Preguntas y no hay respuestas, Callas y no hay respuestas, Respondes y de algún modo te asesinan.
El arte de moverse en la quietud, Despertar al idiota y adormecer al genio, Juego brutal, del que nadie toma nota.
Mejor es no tener ejemplos, ni citas, Así es maravilloso contradecirse, Y de ese modo abarcarlo todo.
La gacela mueve el rabo, olfateando el aire Mientras el leopardo la observa, quieto, Y ninguno de los dos sabe lo que hace.
Esto no es bueno, y no es malo, Es simplemente un espejo Que no refleja nada.
Y no soy yo quien lo mira.
Smarc 23.08.00 23:21
Abdemío
Este momento sacro, de silencio victorioso Es el motivo de mi guerra, la de mi entrega Luego de semanas en los bosques germanos Lejos ya de los atardeceres frente al Danubio.
Una idea persistente se impregna en el aire Cuando yazco frente a mí, ante el campamento Aquella que me susurra una trinidad débil Pero que me conduce liviana a este vacío.
No hay fuerzas en la derrota por el cansancio Solo cierta sumisión ante la nada del imposible Y acaso, un estallido sofocado del alma Un estertor no confesado y jamás sentido
Que nace de la muerte de quién no ha de llorarse Por haber tenido y haber llevado algo diferente Una vida propia, una historia ajena, un baúl En donde los años se guardaron como reliquias.
Me sé el dueño de un ideal indolente, sin piedad Para sin reconocerme pecado alguno, nunca, Sepa sin fin hallar la total carencia de consuelo Ante la gigantesca tragedia de no encontrar, aún.
No es más que un instante sagrado No hay más que verlo llegar y partir Para empezar de nuevo la historia Que será volver a un nuevo sitio.
Tocar, si yo pudiese, ahora Si no supiese, que puedo Si no pudiera, saber Si no quisiera, lo que sé.
Smarc 06.09.00 00:09
No es más que dinero
No es hacer el amor, es tener sexo Dijo la mujer, por vez número mil Con tus labios no podrás tocar mi piel Agregó mientras de la ropa de despojaba.
Y el pobre hombre, tristísimo tuerto Hacía más preguntas, casi logrando Convencer, y convencerse de que él A su edad, no sabía ya las respuestas.
Por cosas así he puesto un cartel Escrito con mi puño y letra Que colgado en la puerta de mi casa Dice: no es más que dinero, sal.
El sol me saluda impetuoso y exacto Igual la sólida vereda, sucia y gastada Buenos días, digo en mis adentros Y una sonrisa me asoma en los labios.
Me miento concienzudamente de alma Hasta sentir por todas esas ratas mañosas Un afecto fraternal, lleno de calidez pía Olvidando de propósito la bilis dentro mío.
Agradezco el rostro que me ha sido dado Y con él, rozando la gallardía, respondo A cada mirada que como mariposa ebria Se posa libre y con fijeza sobre mis ojos.
Pasos breves y rápidos, vista al frente Entre el aliento emanado por el ganado Y algún que otro cuerpo femenino Lleno de humedad contenida, y falsa.
Así, un poco despacio, el tiempo diario Evitando las ofensas, no se trata de mí Soy un alguien más entre millones más Y en mi nulidad hallo el reposo de no ser.
Pero, por esa ley que se aplica a todos Aquellos que nacieron bajo mi estrella Nada que sea sencillo puede durar en exceso Y entonces, acabado el día, retorno, siempre.
Cruzo de nuevo la puerta, con el cartel detrás.
Smarc 20.09.00 23:29
Rápido
Rápido!, no queda mucho tiempo, sólo minutos y aquí, debes ser capaz, en instantes efímeros de comprenderlo todo, desde lejos e intensamente ya vienen, lo oyes? van a llevarte, ahora.
Está el cuerpo, la mente, las dispersiones no hay tiempo para sentir de verdad, no? Es la presión, esa historia desordenada te mantendrás en la cima de las emociones?
Si fueses capaz, quizás logres escalar la montaña y desde ahí poder divisar lo que fue, y lo que es con esa sensación del mundo a los pies, y, sin embargo, no crearte demasiadas expectativas.
Quizá no lo tengas, sería lo más natural, dada tu edad pero quizá, puedas entender que tienes exactamente lo que no tienes, y no es eso lo que importa, pues lo verdadero, lo real, es este momento, ningún otro.
Y ya se fue. Llegaron. Sin ti.
Smarc 22.09.00 20:20
El lugar
Obligarme a desistir, y perder mi atención, y perderme O soñar durante doce años acerca de mi juventud Y no llegar jamás a tiempo, aunque el alma la empeñe En detener al sol, al universo, a un par de espigas.
La mejor opción, casi llego a concebirla Es más que renunciar, y más que actuar Yendo más allá de los tiempos, lo que no tuve Y lo que dejé ir, para ahora, comenzar a saberte.
Un poco más, lo tengo memorizado, sólo un poco más Y así posarme en el umbral, en el punto de descanso En donde nace el orgullo de haber logrado Transitar la humillación sin desviar la mirada.
Y así desembarcar en el puerto desierto En donde no hay más que un par de letras Y una te abre la posibilidad, y otra, silente, Sugiere quedarse ahí... ahí... ahí... aquí.
Smarc 28.09 00:06
El juicio
Cantaban con las gargantas horadadas de sed de gloria Y en el aliento se fijaba la crudeza de las cebollas Mas en los ojos, duros y tiernos, en verdad te digo No había más que vida, roja de pura naturaleza.
Ni siquiera lo siento, buena moza de finos labios El mestizaje es bueno, para quien lo considera bueno Yo tan solo soy un descendiente fiel, y esto no es pecar Ni despreciar, es reconocer el celoso beso de mis padres.
Desde el tiempo en el que los cadáveres eran de orgullo Había comenzado ya a escribirse, griegamente, esta hoja De filo de suspenso, de solidez masculina, pura tentación Para que cada palmera recuerde la cercanía de los tigres.
Y en esta realidad tórrida de escandalosos afectos Sobresale la total indiferencia de mi barco A través del cual viajo, sin ninguna estima ni atención Uniendo en arduo silencio la Historia y su fin.
Así es la pureza, reacia a toda razón, pues es de casta Un origen que no está en la sangre, sino en las costumbres Como el ropaje más verdadero, aquel que no es de hilo Sino de horas vividas en el ritmo de los santos ritos.
Disculpa entonces, si tu urbana vida se turba por mi juicio Vengo de lejos, y aunque no llegué para quedarme No es de mí, ni de mis ancestros, pasar por alto nada Que siquiera roce el intento de cambiar nuestro rumbo.
Condenados quedan, los de tu mesa pública A decir las cosas con toda ligereza, y así caer de bruces Insospechadamente, al vacío terreno y espinoso De la sangre derramada, para continuamente ser olvidada.
Smarc 29.09.00 19:05
Mi final?
Lo vi, esta tarde, el presentimiento hacía calor, y todo iba bien y llevaba un dolor encima, grande y me negaba a sentirlo de pleno.
Y en la calle había el transito y yo miraba sólo a un lado con las cosas que uno lleva en el alma, cuando sale a la calle.
Y sabía que no podía pedir ayuda y sabía que no había certezas y sabía, que alguien me llamaba y que a alguien había lastimado.
Y no tenía a quién decírselo Y una cuerda de acero sonaba cortando el aire, llamando a mi mente haciendo que mi corazón acepte
Lo que el resto de mí no quería y que ahora podía verlo, cerca y claramente, como nunca antes a pesar de haberlo pensando tanto.
Hoy lo vi, esta tarde, en las calles miraba a un lado, solo y de contramano, ebriedad no pude hacer nada, sólo mirar
el instante previo, mis labios entreabiertos tras el cristal, un rostro enloquecido y el calor del metal rugiendo más cerca más, más...
Smarc 29.09.00 22:02
Negar, y olvidar las reglas
Guerra, santidad, inmolación de mi nombre Las tiendas cerradas, el polvo del desierto Y todos los pescados pudriéndose al sol Con los ojos abiertos, mirando el abismo.
Atravesado por una lanza romana, mías Dolor y desmayo, y luego la sed, seguir Y aquietar el espacio, tomarlo de la mano Y hacerlo sentar, mirarlo, dialogarlo.
Había visto el fruto maduro, carnoso Promesa de sabor sin igual, y entonces Cerré mis ojos, puñal en mano, y di El salto preciso, el golpe, al centro mismo
Clavé violento mi hoja de dos filos Un dolor me comió las entrañas Abrí los ojos, desperté, sin sombras El acero en mi corazón, de mi propia mano.
Recordar apresuradamente, con tiempo La leyenda primera de mi pubertad Cuando los ancianos me permitieron al fin Acercarme al fuego, al calor de las historias.
Y comenzar así el trágico destino de conocer Los caminos y los hombres, los vacíos Como el de Gad, el más terrible, muerto Por él mismo, obligado por los dioses
A luchar contra sí mismo, sin saberlo Como cierta parte de mí, obligada a buscar Sin descanso, mi propia altura y destrucción Para que no haya nada más terrible, mas que yo.
Para hacerme hombre, en aquel entonces Tuve que alejarme de las mujeres, siempre solas Y en ese destierro se forjaba la única condición Saber guardar un secreto, sin respeto a la muerte.
Qué otra cosa hay en el mundo que sea cierta Como el beso esperado y alcanzado por años Por encima de la más grande batalla y victoria Debajo del cielo, un grano de arena, en el mundo.
Heridas, toda una ciudad de cien heridas Cantos y lamentaciones, todas falsas Me lastimo y me abandono a la cura Soy mi verdugo, y soy mi galeno.
Prefiero desde todo este entonces Las frutas secas, la aridez en la boca Sumergirme profundo en todas las rocas Y llegar a ti necesitado de beberte toda.
No es más que unir los tiempos Sin condiciones, de principio a fin Con sólo una idea grabada en la frente Apoyado en la fuerza plena, único motor.
Smarc 01.10.00 14:24
Metal nocturno
Depresión de infancia Juventud de certeza Vejez, eterna madurez.
Buen día, soy yo.
Smarc 07.10.00
Los ejemplos
El ejemplo está en las calles iluminadas de Gales Pedazos de cristal y acero que hacen un edificio Y en los ríos contaminados de Sudamérica Al borde de los cuales se tejieron poemas de verdad.
El ejemplo pudiera estar en las nubes descritas por un niño En el vino consagrado que un sacerdote bebe muy dolido Y, por qué no, en la mudez del que no sabe expresarse Como en el torrente de vocablos de quién no tiene qué decir.
Hay ejemplos, conviene decirlo, que habitan en el nudo de lo inerte En una piedra que descansa sobre papeles en un escritorio En pequeñas piezas de metal que sujetan otros tantos papeles Y en cajas portátiles que transportan esos papeles y esa piedra.
Ejemplos más precisos, pero más contradictorios e inciertos Toman posesión de un arco iris, un suspiro, un cerrar de ojos Y por supuesto, un dormirse desde lejos, y un callar abrupto Sin dejar de lado el saludo mañanero y la fuga sabatina.
Ejemplos los tenemos todos los días, en todas las épocas Los tenemos en el tiempo, los tenemos en el espacio Los hay en un sentido, y los hay en el sentido opuesto Del derecho y del revés, lo cierto es que nos sobran ejemplos.
Y aunque sea increíble, también tenemos a quienes los siguen A veces laten a nuestro lado, a veces todavía viven en un libro Y tenemos a quienes los niegan, y a quienes los ignoran Tenemos, siempre tenemos a los ejemplos y a su estigma.
Lo que nos falta, ahora que no lo pienso Es ese número racional de personas Que sigan el ejemplo más sencillo El de seguir a quien sigue el ejemplo.
Smarc 25.04.01 23:45
Protesto sin pagaré
Soñaba, con toda mi piel soñaba Con mis órganos saturados Con mi mente y mi espíritu y mi alma Con todo lo que soy soñaba
Con una verdad única, terrible y pura Que me partiese y me hiciese partir De aquí a mí mismo, al centro de otro Fin del tiempo, de la forma, de la fuerza.
Quería, con toda mi juventud quería Con las manos ansiosas y los ojos fijos Con el andar apurado y la frente levantada Con la sonrisa de loco cometa quería
Una alegría imprudente, voraz Capaz de destruir las lozas ajenas y propias Resistente a todo mar y a todo desierto Campo ideal, de ideales, sobre el cual sembrar amapolas.
Pretendía, orgulloso de mí pretendía Cambiar lo más estable, mover lo que no está fijo Anular diferencias, diferenciar lo idéntico Convertir las cosas, y verter el universo en ellas.
Tocar, con un solo dedo mi mano tocar el imposible Con una sola mirada abarcar el infinito Con solo este cuerpo sentir toda la eternidad Y asirme a un alguien durante un viaje transmigracional.
Imaginé, cuando entonces, ya presintiendo otros entes Una ciencia semejante a mí, de carne, libros y pasiones Prudente, eficiente, toda ella construida de certezas Y por la cual, la comunión dependiese de teclear botones.
Y lo que veo es tu risa al recibir un ramo de flores Y al fijarme en la esponja tirada en el suelo me duele todo Y se desencajan mis piezas cuando te cuidás de la lluvia Con un paraguas prestado, agachando el cuello en las esquinas.
No hay ternura en la soledad, no se está solo en la ternura Contigo los conocidos boletos a un lugar conocido de nadie Parte del mundo, un mundo en partes, y el todo se escapa Y la unión queda fija en los versos, los que no compartiremos.
Mientras tanto los proyectos más altos, ir al cine, tomar un café Comprar el último best seller, alquilar la última película Salir a la noche de los amigos más fingidos de la historia Y ponerle el rotulo de una felicidad que no creerá nadie.
Y de lo gris hacer las visitas al hospital una tarde de sábado Derramar un par de monedas en la esquina más transcurrida Lamentarse de los desempleados y quejarse de los horarios En una palabra, lamerle el culo al mundo y sentirse bien por ello.
Y después de estas, y otras faenas un poco más complicadas Como levantarse a hora y cepillarse los dientes veinte veces Putear en público por la suba del gas y de la nafta 97 octanos Y el barquito de hierro que derramó petróleo vaya saber en qué mar.
Convengamos, en la noche no hay comunicación, y esa es tu atalaya Abrigo de la incomprensión, y también de la ingratitud Para que nadie venga a vos a ofrecerte el perfil del que sufre Y ni siquiera así basta, ni aunque rías, ni aunque llores, ni aunque calles.
No sé, supongo que me niego a negarme, lo niego Qué se yo, cómo podría saberlo nunca? Soñar, querer, pretender, imaginar Alguien tendrá que aceptar, que admitir, que valorar Que en el fondo, y en un principio, nos parecemos mucho.
Finalmente, puede que yo nade en mi necedad Que el error sea parte constitucional de mi historia Sin embargo, por si te sirva de espina, vos que sos tan rosa amorosa A tu certeza de mi locura, le ofrezco mi incertidumbre de si valés la pena.
Smarc 17.04.01 00:08
El consejo
Imagina que caminas y nadie lo nota Que ese que te observa habrá de morir Que aquel que de ti habla habrá de flaquear Que aquel que te habla jamás te conocerá.
Imagina que ese cuerpo que quieres lo tendrás Que el beso a cuya caza te lanzas será tuyo Que luego de tragar la pulpa estará un carozo Presto a romperte la garganta de acuerdo al manual.
Imagina que tienes razón, pero no se te la concede Porque el que la expone eres tú, estatua a la vanidad Porque el dártela supone aceptar lo que no se quiere ser Porque hay a quienes le importa lo que a ti jamás.
Imagina que a quien tanto crees querer Huye o se acerca de acuerdo a tu fama comentada Que en el mejor de los casos siempre serás caricatura Una imagen dicha, sin posibilidad de confirmación.
Imagina entender que nadie entienda lo que entiendes Que todo lo que llevas no lo puedas compartir Que todo lo que compartes no se quiera entender Y que todo lo que se entienda no lo puedas aceptar.
Imagina también, que de 100, 2 decidan por 98 Y que en ese 2 no esté el nombre del que te decida Que entonces sepas que ya no estás en el 100 Que no eres número ni letra, que no eres del lugar.
Imagina el infierno, el cielo, y una vida en la tierra Una biblioteca y el mar, una adicción y su cura Ponerle nombre a todo lo que ves, y que luego lo repitan O repetir el nombre de las cosas nombradas por otro.
Imagina ser lo que quieren, lo que quieres, y no ser Transitar y mutar, o permanecer en una tenue eternidad Imagina, muchacho, lo que harán contigo mañana Lo que habrás de hacerles, todo lo que se harán.
Imagina tener que llevarte cosas a la boca para vivir Que para seguir haciéndolo las tengas que devolver Que tu risa dependa de lo que otros hagan a ciertas horas Y que tu llanto nazca de quien ignora más cosas que tú.
Imagina depender, depender toda tu vida siempre de algo Que no serás libre nunca, en ese nunca que te enseñaron Que vivirás en la prisión siempre, ese siempre aprendido Que hagas lo que hagas puede que mueras en el 100.
Imagina ser especial para un grupo de idiotas O un idiota para un grupo de especiales O el idiota entre idiotas, o el especial entre especiales Imagina el supremo aburrimiento de ser.
Imagina que hay libros que te ayudan a ser Que hay maestros que te guían a no ser Que todo el tiempo hay millones de palabras flotando Que algunas te definen, que no hay más allá de ellas.
Imagina la enfermedad, cualquiera sea La muerte, de quien sea La vida, de cualquiera Imagina.
Imagina no explicar, no tener que hacerlo Imagina sentir y ser sentido sin imaginarlo Imagina vivir plenamente sin que nadie imagine Imagina respirar un año entero sin imaginar nada.
Imagina que no se promueva la imaginación Que la destierren de por vida y hasta la muerte Que desde mañana ya nadie imagine nunca nada Y que al final sea cierto que todo esto sólo lo imaginaste.
Imagino que te imaginas todas estas cosas Que incluso puede que las sientas reales Te imagino imaginando mi imaginación Te imagino imaginándome desde tiempo atrás Y me pregunto si quién nos habrá imaginado.
No imagines nada, para eso estamos nosotros Los que habitamos en las otras bocas que nos nombran Los que podemos imaginarnos cómo sería tu vida sin nosotros Justo los que no podemos imaginarnos una vida sin ti.
Smarc 02.04.01 23:25
Ser, o dejar de serlo todo
Persistencia de las noches, brutalidad oculta Sierpes que navegan rasgando la bruma Las fauces abiertas, los ojos transparencia Y un breve temor de sonidos sofocados.
Fría la piel, la sangre todavía tibia Un hedor oculto, aún inexistente Veinte asaltos al vacío temporal La borrosa historia de un crimen lejano.
Giras en tu habitación, el cuello endurecido Espinoso respirar, pensamientos de lanza Con las horas como piedras sepultándote En el desierto que dijiste fue tu hogar.
No hay trovadores que adormezcan a nadie Ahogados en su vómito flotan los héroes Y los poetas, todos, crucificados cabeza abajo Y decapitados, y mutilados, por fin silenciados.
Vienen, son ellos los que vienen, los innombrables En plena sospecha de que siempre han estado Incertidumbre del movimiento, el verdadero sentido Ir o venir, llegar o partir, ser o dejar de serlo todo.
Invitación al abismo, mi piel negra, lo hondo de la carne Éxtasis puro, crueldad de las manos asustadas del ángel Si te entregas lo pierdes, sin ceder no lo tendrás Llegar al límite y soportarlo, la sonrisa y la cruz.
Descansa, acepta que todo es vanidad, que todo pasó O pelea, que la palabra justa es la que señala lo injusto Eres, lastimosamente, aunque seas ya lo que no quieres Y estas, aunque no lo quieras y no puedas dejar de ser.
Yo sé que hay sólo dos verdades y un secreto innoble La primera, que la verdad no existe ni existirá La segunda, que si lo dicho es cierto esta certeza es el dos Y como no hay dos sin tres, el secreto está en saberlo.
Nada es, todo continua ¿a dónde has ido Novedad? Nada somos, salvo este seguir de algún modo Nada más que realidades que buscan su palabra Y palabras que anhelan realizar su existencia imaginada Nada más que un todo todavía por hacer.
Púdrete, te hará bien.
Smarc 20.03.01 00:05
Pagaré sin protesto
Entre millones de dólares, lo mismo que millones de palabras Meda igual cualquier manera en la que el sistema es un sistema Prestarme a ver lo que tienen, o lo que dicen, y lo que lloran Me agobia, pues en todo lo que veo no hay más que absurdo
Por esto, imagino que no es real, lo cotidiano casi me insulta Y, en cambio, cuando nadie está y no estoy presionado a ver Todo es tan cierto, palpables las ausencias, lamibles los sonidos La regla es una, no hay nadie ni nada, y así sí habita la verdad.
Puede que el mundo no sea una metáfora, sino al revés Que en realidad no seamos los hijos no deseados de Dios Que la vida honorable es un fin en sí misma sin premios celestiales Y que todo el sufrimiento sólo es fruto de un deseo reprimible.
Esclavo de lo que dices: viva la libertad de los mudos! Libre es el que pudiendo cambiar se fija más en ser feliz Punto sumergible, testarudo debate respecto de lo inútil Esclavo no es el que lleva cadenas, sino el que vive como si las tuviera.
Puede que este sea el modo en el que fue un principio Donde las expectativas volaron en su espiral primitiva Alejándome en una mutación nacida en mis quietos ojos Desde donde miraba como quedabas fija, aferrada a lo que fui.
Todavía estabas sobre mí, todavía sentías mis latidos Cuando ya había partido, sin nada a cuestas, sin nadie Entendiendo por fin tu completo desapego a lo desconocido Incluso el miedo que te crispaba los dedos tras una imagen.
Y, sin embargo, no seré yo quien sufra mi caída Tampoco fui yo quien sonrió en mi cúspide Fue alguien, un alguien que quiso y quería ser yo Parecido a mí, semejante a mí, el rey oscuro de extraña precisión.
Has visto, alguna vez, la epifanía más cierta Y la gota oval en su desplazamiento a la nada Las cruces nocturnas de panteones vacíos, vendidos Y la certeza, por una vez la certeza, de un amor que aguarda?
Sospecho, que pudiera ser, que al final esté bien No es mentira mi cansancio, no es cierto mi furor Solo es simple el hecho hilvanado de un momento previo En el cual el tiempo parece poder detenerse a voluntad.
Tengo tiempo, todavía.
Smarc. 08.03.01 21:42
Última edición por Silvio M. Rodríguez C. el Vie Mar 23, 2012 6:06 pm, editado 1 vez |
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Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: Segunda parte Vie Mar 23, 2012 5:58 pm | |
| El más fuerte
Bestia de aristas incoloras Animal que yace, dios que reposa Cómo es la vida en la memoria?
No sentías el palpitar bajo la campera Las manos duras buscando un cigarrillo Y sobre la fe perdida, la esperanza de la noche?
Estructura social, alucinaciones sonoras Un tormento inventado, pero real El nombre de los caídos, la música que no se compra.
Cuando lo querías todo, y todo era imposible Hasta que lo conseguías sonriendo desde el pecho Y al mirar a un costado suspirabas, pues no bastaba.
No hay comprensión, y los ancianos duelen Cuando el día no es más que gente hablando de gente Y la noche sólo es postergación, tregua sobornada.
No importa, soy yo quien lo dice El gran edificio lleno de hormigas blanqueadas Antesala del otro, el que se extiende bajo tierra.
Aléjate mientras seas joven, y no vuelvas.
Smarc 28.02.01 22:08
La diferencia
Súcubos, vengan en fila, ordenadamente Aquí Mi pensamiento Cruel.
No creo en los ateos, ni creo en dios Soy gentil, valoro tu pasmo púber Por eso salivo minúsculas a tiempo Y callo el grito enorme de tu dolor vulgar.
Me burlo en medio de toda mi fortaleza De toda risa y todo posible río lloroso Porque ya sé que también tú sabes Que el origen del placer está en el dolor.
Súcubos, vengan en tropel, desordenadamente Aquí Mi cuerpo Fiel.
La deuda es larga, para la mejor empresa Y se paga todo por adelantado, sin protestas Y no se piensa en el tiempo si se lo vive Hasta que se vuelve escaso y aparece la risa.
Falta poco, fatalmente poco, niña mía Para que pagues con todo tu cuerpo Este podrido infierno de cada minuto Que te atreviste a permitir que viva sin ti.
Súcubos, figuras bellas de segura perdición Aquí el hijo de Argos, testaruda duplicidad A ver si muestran la atractiva grieta húmeda En donde pretenden oculte mi dulce vanidad.
Yo invoco Yo evoco Yo provoco
No somos iguales, eso es todo.
Smarc 21.02.01 23:18
El que da
El libro decía “mejor ser traicionado que traicionar” Y alguien me dijo que antes de vengarme cave dos tumbas Así, siendo yo el que sin entusiasmo descubre lo que más ocultan Me convierto en lo que duele, tan sólo por saber que los sé.
Lo piden todo, y se les da, al menos hay alguien que lo da Pero ahí nace el temor, la profunda y abisal incertidumbre Porque todo aquel que recibe más de lo que entrega Sabe que no habrá de durar, por esto, culpable es el que da.
En la tenencia del que recibe habita la espera del que da.
Smarc 21.02.01 22:58 Hs.
La roca
Recuerdo lo que seré, por fin inalcanzable Cuando el humo sin llegar a los pulmones vuela de mi nariz Para instalarse en un mundo perfectible hasta la incapacidad del vómito Y rodeado de aire se convierte en una estatua imposible y real.
Pero antes de cederle paso a la memoria Debo despojarme de ciertas riquezas que no podré llevar Las horas de incomprensión, que fueron años Y los días de depresión, que fueron siglos.
Después, con las heridas perfectamente descriptas Con los diagnósticos doblados y guardados en los bolsillos Emprenderé el mutismo de roca que a los peces tanto atrae Y por un instante viviré ser el vinilo para el llanto de las ballenas.
Smarc 14.02.01 20:53hs
10 de Febrero
Seis tigres blancos duermen heridos en veredas sin nombre Expresándose a través de tenaces golpeteos de martillo en la mente Cuando el corazón sigue loco, enrevesado, y aunque le pesa sonríe Por el calor inmundo, los obsequios vacíos, y la traición más precisa.
Debajo del agua la imagen se distorsiona, pero las cosas no cambian Hay un desierto que se instala en la garganta y Azazel habita en él Un gran globo de gas se infla en los pulmones, filtrándose por los labios Y en la tórrida siesta se callan los gritos que un año murieron en los cafés.
Se han ido de nuevo el respirar tranquilo, el orden de las cosas, la ilusión Y de pie, rasguñando el aire ciegamente, mis palmeras de siempre, las de sangre También contemplan sus voces, sus vidas grabadas en las paredes, las de cal Mientras la nubes pasan, como hace cinco mil años sobre el cuerpo de quien quiere.
Aquí el monitor que me dice nunca
Nunca es mi pretérito Vacío es mi presente Nada es mi futuro
“Nada es más importante que Dios”
Hay que duplicar las vidas y la propia hacerla doble, dos veces por noche Arrimar leña al fuego, instalarse lejos, callar un silencio y morir.
Smarc 10.02.00 15:56
Yo, el entendedor
Soy las hojas caídas sobre las baldosas llenas de agua de lluvia Soy las luces del semáforo que renunciaron a brillar y ya no están Soy las alcantarillas que cobijan a monstruos y asesinos nobles Soy las nubes de mentiras, las muñecas rotas y las canchas vacías.
Entiendo el dolor de parto de las mujeres que no tienen marido Entiendo el dolor de los maridos que no entienden de morfina Entiendo la invención de un cenicero de cristal, de manos de quien no fuma Entiendo al encuadernador que no sabe leer, y al escritor que no sabe encuadernar.
Entiendo la comisura de los labios de la primera novia cuando duerme Entiendo los zapatos, el perfume y el agua estancada detrás de los ojos Entiendo los cumpleaños, los regalos que se compran y los que se ocultan Entiendo los colores de la ropa interior, de las velas, de los ojos y del cielo.
Soy la tos de Chopin que sale de su boca en un estallido, solo para contemplarlo Soy el río de otro siglo que transporta la peste que diezma a la Francia católica Soy el combustible de la primera nave que levanta al hombre del suelo y lo rompe en dos Soy la sábana blanca sobre la cual con un engaño se sella la victoria de dos contra uno.
Entiendo aquellas cosas que empiezan y no terminan sino con la muerte del que las sabe Entiendo la goma fijada a la suela de los zapatos de las manos de quien golpea a sus hijos Entiendo la ilusión y su propio reloj de vida cuando se poza en un corazón anciano Entiendo los ojos que rasgan las tinieblas brillando de temor por encontrar lo oculto.
Soy la copa en la que por un instante fijan sus labios dos contendientes amorosos Soy la hoja llena de filo que cuando corta un vello a veces, también corta la piel Soy la carne hecha palabra que callará el último grito cuando se apague la antorcha Soy el gas que habita en el centro de todas las cosas que habrán de mutar y morir
Entiendo el sonido de los ventiladores que soplan aire caliente antes del aplazo Entiendo los cordones rotos del empleado público y los del privado, de mente Entiendo el aroma que se abre paso desde la tierra antes y después de la tormenta Entiendo la sustancia, los atributos, el deseo, la forma y la fuerza de aquel que sueña
Soy el tinte para el clavel todavía incoloro que se oculta bajo las bragas de una virgen Soy el ladrillo inserto en la muralla infame donde en llanto posará su frente el arrepentido Soy el polvo que viene del desierto para anunciarle a la ciudad que todavía falta mucho Soy el grano de sal que un mar casto deja en la orilla para no dejar de ser lo que ya no es
Entiendo, ahora entiendo, que soy lo que entiendo y entiendo lo que soy Ahora estoy libre, ahora soy libertad, y ahora quedas definitivamente prisionera Porque nada de lo que seas o vayas a ser será diferente de lo ya he sido yo Porque incluso cuando lo entiendas todo, yo, el entendedor, también habré de entenderlo.
Smarc 04.02.01 19:20
La tarde
Afuera estaba nublado y, por momentos lloviznaba Adentro, nada más que los pinceles solos y resecos Y parecía lo contrario, que lo seco estaba del otro lado que las nubes lloraban a migajas dentro del recinto.
Agua sucia delineando el contorno de las teclas Recuerdo de una colilla traidora y perdida Caída libre entre los actos y el olvido de las noches La plata de los utensilios, la sibilia anunciando mi nacimiento.
Errar y errar, estar a mitad de camino y terminarlo, y empezar de nuevo Con el pantalón echado a perder por las salpicaduras de la calle Con la frustrante sensación de haber perdido incluso el odio Y una nueva sed, completamente débil como una estrella muerta.
Tengo una bandera clavada en el centro del pezón que conduce al infierno Un mapa exacto en donde el cielo está debajo, aquí, en el vacío Las uñas partidas por aquellas promesas que no se cumplieron Y los nocturnos de Chopin atravesados entre mis cejas pobladas de muertos.
Ya no tiene sabia el árbol a cuyo pie descansan los leones Todo es humedad en la madriguera plena de oscuridad Que alberga en su silencio móvil a ratas y a cucarachas blancas Que esperan desde hace cinco mil años por ver la luz de la noche.
En la tarde se vive la intuición no del fracaso, ni de la piel hostil Sino la de aquella que dibuja una trama de fuego y piedad Como antesala del chubasco que habrá de embarrarlo todo Un instante después de no haber olvidado nada.
El tiempo se acaba, quedará lo que no existe No más creación, quizá el vago intento de generar Pero no más lo nuevo, ni lo único, ni lo irrepetible Nada más, por favor, nada más, y que tampoco sea suficiente.
Smarc 03.02.01 18:00
Credo
Creo en los domingos En los jubilados de renta fija En las veredas rotas del verano Y en los recolectores de basura.
Creo - por supuesto que creo - En las leyes de todos los hombres En la bondad de todas las mujeres Y en que los buenos siempre ganan a los malos.
Creo en la ciencia y creo en la fe En los preceptos de la capa de ozono En las heces de las palomas sobre los bancos del templo En el tubo de ensayo y en el capelo cardenalicio.
Creo en el vómito de los borrachos En la menstruación de las vírgenes En las lágrimas del que creyó amar Que madre hay una sola, y padre también.
Creo en el aceite recalentado Y en las monedas que ocultan los miserables Creo en la ropa sucia llena de humedad Y en los libros comprados que jamás se leerán.
Creo en el lúgubre bracero del pobre En el control de la natalidad En la introspección y la filantropía En los caños de escape y en el petróleo.
Creo en la familia – sobre en todo la tuya – En la sociedad que paga sus impuestos En el matrimonio aprobado por la iglesia Y en la administración pública de los divorcios.
Creo en el concubinato y en la prostitución En la sodomía y en el libertinaje En el onanismo y en el celibato Y en el hermafrodismo de las flores.
Creo en el sonido del catarro en la garganta En el temblor de las manos de los que fuman En la fiebre nocturna de aquel que imagina Y en las palmeras que buscan agua en el cielo.
Creo en el final del camino En el corazón durísimo de los frutos En la fiera tristeza de los animales condenados Y en el hombre imperfecto, hecho de barro.
Creo en el ingenio de los teléfonos celulares En los hombres que se convierten en héroes En las mujeres que son convertidas en diosas Y en los niños que entrarán al reino de los cielos.
Creo en el itinerario de los trenes eléctricos En la duración de las pilas alcalinas En la secreta sinapsis de los búhos neuróticos Y en los ordenadores destruidos por un mismo rayo.
Creo en las ondas que una piedra dibuja en el agua En los hoyos trazados por el plomo en una carne En la caída de la lluvia y en la subida del vapor Y en la conversación adulta de dos violines sin estuche.
Creo en un todo como oposición a una nada Creo en un principio, y también en el principio Creo en los sonidos combinados y modulados En lo áspero de las emociones y en el valor del esfuerzo.
Creo en los talonarios de cheques En las pinturas hechas para el rostro En el metal que el orfebre ciñe en las muñecas Y en la nieve del algodonero convertido en bragas.
Creo en lo blando y en lo duro En lo elástico y en lo rígido En los tres tiempos y las tres dimensiones Y en el punto exacto en el que la noche envenena al día.
Creo en la desesperación de los que descubren lo que son En la egoísta torpeza de todos los que ríen En la resentida habilidad de los que poseen algún secreto Y en la recompensa incierta de los que escaparon a la red.
Creo en los medios de transporte En las civilizaciones y en las religiones En el respeto a los superiores Y en los consejos de las verduleras ancianas.
Creo en todo lo que se puede y no se puede creer Creo que lo entienden, lo acepten o no Y por todo esto creo, de corazón creo, Que no me importa qué crean los demás.
Smarc 28.01.01 14:29
La venganza
Ahí va el barquero, tan serio y sereno para muchos Tan siniestramente risueño para otros pocos Y, sin embargo, de lo que he escuchado decir de él Jamás escuché palabras que pregunten “¿te gusta la barca?”
A ti te tocaron los días en donde se besan las botas militares Fueron tus horas, y no las mías, las que transcurrieron siempre Entre el furor de tareas que bien terminadas complacían al dueño Y la pesadumbre de la sospecha de que jamás lograrías nada.
Para ti fueron predestinadas las noches de risa burda y vacía Para mí, en cambio, aquellas en donde habita sólo el viento Y mientras a ti te dolía la imposibilidad del goce de la conquista A mí me tocaba beber el hartazgo de lo que jamás me faltaría.
Abajo es el fuego, arriba el aire, y aquí sólo tierra y agua, barro Qué importan la forma o la intensidad de los sufrimientos estos Mientras nada se compara a la forma e intensidad de la barca Que los hace posible, bajo el mando de quien no opina de ella?
Oye, barquero! qué opinas de la barca que te dieron para gobernar? De nuevo las coincidencias, es alguien que tiene tareas por hacer! Obligados todos, todos, a cumplir los ritos, a seguir el ceremonial Y yo libre, hermoso y soberano, brillando puro en medio de la nada.
Feliz de ti, o infeliz, sé que da igual, que podrás morir con la certeza De que en tu epitafio, sin temor a indelicadezas, justo sería escribir Sobre una piedra rota “Aquí yace uno que quiso, pero que no pudo” Pues, qué mayor consuelo para alguien normal, que ser tratado como tal?
Y qué habría de importarte, desgastado alimento de los que no piensan Si algunos que creen hacerlo, estiman que mi lápida de decoro no carecería Sin en ella se graba “Aquí yace uno que el querer y poder no le bastó”?
Al menos, debes admitirlo, tienes el triunfo pasajero de tu escuela provincial Por eso te guardas las sonrisas que jamás viste pero de las que has dependido Esas en las que algunos partían con la convicción de que se cumplía el juego En el cual, las botas terminaban, el goce llegaba, y todo era un punto, la promesa.
No diré a nadie que también te has quejado, y que al hacerlo has perdido el boleto Que debajo de esas rugosas llagas infames que hacen tan propio tu corazón Has ocultado todo el tiempo el malsano orgullo de haber padecido a voluntad Para que puedas seguir rumbeando, saboreando tu venganza más extrema y cruel Esa que te grabaron en la mente y en las manos, esa que llaman: el paraíso.
Pero, qué te importa, hermano en el infortunio, cada cual con su fe Mas, en honor a que jamás ni en soledad ni en público de ti me he burlado Concédeme un solo consuelo mientras todavía tengamos modo de ser Pregúntale al barquero, tú que crees en él, tú que le temes o le desprecias Por mí pregúntale, antes del final, si la barca acaso es de su agrado...
Pregúntale.
Smarc 24.01.01 23:22
El músico
Dejé atrás la calle latina y pecaminosa Soportando en el trayecto de mis pasos negros El egoísta aroma de los jazmines florecidos Y la húmeda queja de la hierba clamando lluvia.
Ciego y ahogado en un furor contenido Atropellé las estancias hasta llegar al sótano Para arrojarme al suelo y así mudo contemplar Una guitarra española y un piano alemán.
Quién combinará los sonidos del acero y la madera? De qué vale un instrumento sin su interprete? Puede que cada mujer sea un instrumento lejano Esperando en silenciosa quietud, impaciente y tersa La llegada de aquel que del cuerpo pura música le arranque.
Y así, qué serían los hombres sino tristes interpretes? Músicos de paga variable, de reconocimiento incierto Que dentro suyo también anhelan el pan y la risa Un gesto cariñoso, un guiño fugaz, imposible para el acero.
No será cruel entonces, también, el destino de este músico Que yendo más lejos de los que habrán de rodearle Desprecie aplausos y monedas y solo sienta satisfacción Al pulsar con destreza las teclas precisas que cosechan la pasión?
Mas la madera, aunque sea capaz de arder, no puede perdurar Y el acero, aunque resistente, sólo con sacrificios se entibia Pobre niño hombre, intentando lo que nadie ha logrado La música, el instrumento y tu historia que no es más que anhelo.
...
De todos los que viví hubo un año, muy lejano ya En el que existió la primera vez de la primera lección Sonidos no faltaron, aunque sí las melodías, por entonces prohibidas Y a la número diez sucedió lo fatal, el decirme que imposible era
Sonreí en mi frustración, pues al fin contemplé lo inmenso Y así conocí los días, las horas en las que el mundo fallecía En donde sólo quedaba ilesa y sin mancha la que habría de llegar La destreza, esa hija cuyo parto pareciera no tener final jamás.
...
Hoy vago por la noche, después de haber resistido todo el día Y al fin, cuando el hastío me golpea lo hombros y los ojos Cuando ya mis sentidos han recorrido la esfera de lo intolerable Corro al sótano, en donde en quietud esperan por mi fugaz ser Una guitarra española, y un piano alemán.
Smarc 22.01.01 23:25
Parte de la verdad
En qué parte de la Biblia está escrito “gracias”?
Smarc 07.01.01 17:18
Al alba
Cuando creer deja de ser natural Y la fe es una definición autoimpuesta Se abre el telón al espectáculo bruno De quien todo lo soporta en inhóspita calma.
Smarc Villarrica
Cosas...
Qué pasa? A qué le temes? Ya me has visto Lo sabías, lo sabían, a qué cargar la trama Con lágrimas falsamente contenidas O silencios distantes, áridos de llamadas?
Ya me he quejado bastante, es sabido Aunque, más sabido aún es que si algo me importa De ello no doy señales, y así habrá de seguir Hasta que alguien descubra que no es uno, ni dos.
No te ha pasado, en lo profundo del hastío Pasada la efervescencia de lo absolutamente normal Que al mirar: a un grupo de guerrilleros en acción A sacerdotes de cualquier culto cumpliendo los ritos
A perenigrantes en procesión hacia una virgen A políticos hablando sus discursos sobre la tarima Al público elector congregado hombro a hombro A los silentes lectores encorvados en una biblioteca
A los que danzan frente a frente bajo luces de neón A los que alineadamente posan el sumidero en un estadio A los que defienden o atacan esta o aquella causa – perdida A los urbanos, a los aborígenes, a los alienígenas, a la gente
Te aparece un sentimiento que dice: acaso esto es real?
Si me dices, oye, tienes razón, he pasado por ello No hallarás satisfacción en mis ojos, ni en mis manos La duda es una mujer noble, aunque siempre inoportuna A la que de conocer nadie puede jactarse si sano es.
Aún así, en este romántico panorama de la no certeza Te ofrezco una noche en la cima del húmedo peñasco En compañía de nadie - ni grillos, ni luna, ni lobos - O bien, en la calidez de tu hogar, sin nada que mirar.
Si aceptas el pequeño desafío - que depresión implica Pisarás el suelo no tan sacro de los solitarios Estarás, al menos uno o dos momentos en mi tierra En la soledad, en la más nívea y bruna estancia posible.
De mi mano aprenderás que cuando nadie está Ni de este lado ni del otro, ni al alcance ni inalcanzable Se logra la ventaja olvidada, principio del juego mental La de tener una certeza, una sola, la que te da la soledad.
La multitud, entonces, se vuelve fantástica Y lo unitario, así, adquiere el color de lo cierto Sin embargo, ahora que lo hemos dicho Sabemos que estamos... y volvemos a dudar.
Smarc 16.12.00 22:32
La falta
Las horas se han vuelto de piedra Las llevo sobre la espalda, sin sol La tristeza es una niebla que con desdén Me cubre todo el rostro, toda la piel.
Respirar es sencillo, inhalar, exhalar Pero el lamento, la cuchilla oculta Que en silencio te rasga por dentro Es ya otra pesadilla, difícil, cuesta arriba.
Consumada la falta, derrota siempre triste No hay expresión que tienda el puente Sólo queda la espera de un gesto de perdón La mano y el trapo que limpian el piso vomitado.
Así es la aniquilación de la fuerza Un cigarrillo tras otro, como pinceles danzantes Que van pintando la historia de una vida La de aquella que tiene cosas de qué arrepentirse.
Sin pudor la esperanza se cuela por las rendijas Se acerca veloz, antes que puedas cerrar los ojos Y te araña las mejillas, te hace latir, y te obliga A una atroz permanencia, mientras se te pudre el alma.
Yo sé estas cosas, y soy lo que sé, y sé lo que soy Qué otra cosa que un suspiro y una lágrima contenida Cuando no se tiene un nombre que gritar sonriente Cuando por las veredas – sucias – no hay más que nadie?
Este es el precio de un minuto de gloria Aquí es donde se paga la victoria de la carne El jarabe espeso, la inyección aceitosa Es aquí, ahora, cuando las horas de vuelven de piedra.
Smarc 08.12.00 21:04
Arcilla y azafrán
De mí dirán que soy cruel, de mí Que ni siquiera soy el mejor, Por diversos hechos, que no he hecho Y por ciertas ausencias, exactas, planeadas.
Muñequitos de arcilla, muñequitos de azafrán Alegres mueven la cola cuando les brilla el sol Y fruncen sus seños de juguete cuando, a veces Les llueve impredecible el domingo familiar.
Dicen, la vida es bella, cuando les va bien Dicen la vida es mala, cuando les va mal Y yo, que sin ser el mejor, estoy por encima Sé muy bien, que de mí dirán que soy cruel.
Es cierto, no llamé a ver cómo estaba el enfermo Tampoco le dije que la quería, que la extrañaba Pero, acaso llamé a recordarles que morirán mañana? De mi boca salió el verbo prístino del desprecio?
Muñequitos de arcilla Muñequitos hembra Muñequitos macho Muñequitos de azafrán
Lloran, pero no les duele, pues no cambian Odian, pero caminan sin puñales en la cintura Aman, pero se desvisten con temor y vergüenza Y a la mitad de la tarde, fingen olvidar lo que son.
No hay luna para los muñequitos Sólo un blanquecino balón – mancillado, Que muta a voluntad y mueve las mareas - Al que le hacen versos, podridos como el azafrán...
No hay sol para los muñequitos Hay, sí, una bola de fuego que pintan de amarillo Al cual ofrecen sombrillas, sea playa o ciudad Y al que le reclaman el sudor de la catinga al mediodía.
Muñequitos de arcilla, muñequitos de azafrán Muñequitos hembra, muñequitos macho Digan de mí que soy cruel, es lo justo Pues acaso, no soy yo el que dice lo que son?
Muñequitos del mundo, uníos, y divertíos Que es lo justo, pues yo, al ver lo que son Y lo que intentan ser, sonrío divertido, en mis ojos Donde nunca llueve, donde nunca sale el sol.
Smarc 05.12.00 23:45
Con el dolor en los pies
No hay extremos posibles, donde habitan los mensajes El remolino se pierde en sí mismo, confuso y ciego Negándose eternamente a ser explicado, estructurado Y no hay posibilidades en los extremos del mensaje.
Un punto aquí, y otro más allá, el encierro La tranquilidad de saber que lo que comienza Habrá de terminar, la distracción de no quererlo Y el espejo real de los días desgastándote la piel.
Decir lo que uno va a hacer, y hacerlo todo el tiempo Frente al escuchar lo que se sabe bien no se hará Esta es la moneda del día común, la merienda festiva De la que no participo, en la que ya te he visto.
No hay pecado en pecar, ni virtud en no hacerlo A unos metros una pareja gay, besos estudiados Y abajo es como arriba, y la línea sigue al infinito Y el infinito no sabe que es infinito, y nosotros lo escribimos.
Ya conozco la distancia entre el óleo y el asfalto Ya estuve en el abismo que separa la calle de la página Ya sé lo normal y lo especial, las representaciones Ese diferenciar y unificar, y la disconformidad en los párpados.
Había gallinas en el pasillo del colectivo Y un policía en un zaguán hablaba con una empleada En la esquina, el de tierra adentro vendía cervezas Y en la sancristía las hostias dormían sin bendición.
Dos labios se ceñían en torno de sí mismos Bajo el tejido de Nain-Sinem, seda egipcia Y el gimnástico vientre rehuía los carbohidratos Bajo el pelo de algodón absorbiendo el humo.
Paraíso para el risueño de ideales tibios y ordinarios Infierno para el asceta, glotón de sufrimiento Afirmación del vacío para el más imaginativo Y una cadena aceitada para el más contemplativo.
Cristal roto, fragmentos dinámicos, soñados A través de los cuales acceder a la no visión Anulando toda negación, todo opuesto exacto Drenando las definiciones, caer de pleno al no sentido.
Y estar ahí, con el dolor en los pies.
Smarc. 21.11.00 23:29
Volver, o sus consecuencias
Todavía la escarcha del amanecer cubría la hierba Cuando los lobeznos se presentaron a la ceremonia En donde los druidas leyeron el poema primero Aquel escrito que los escogidos saben hacer vibrar.
Fijar la soledad en una sola frutilla, y comerla Y así ir aprendiendo que las expectativas son ajenas Que en las mañanas del mal humor también están Las mismas cosas que parecerán tan justas en la noche.
Mientras una cierta sabiduría se va escribiendo Con la comprobación de que aquellos a quienes confesamos El dolor más terrible, o el placer más inusual Se convierten en breve tiempo en quienes nos molestarán.
Recorrer de nuevo oriente y occidente, y caer otra vez En la cuenta, de que no hay derecha y no hay izquierda Que el punto es uno, justamente por que a él no se llega Y aunque valga mentir, es sabido que no basta.
Mirar de vez en cuando - siempre de vez en cuando - Hacia un sitio cosmogónico del cual se espera la aparición Y cederle paso al temor, y rechazar la oferta, con la esperanza De saber tan bien que el tiempo no ha madurado lo necesario.
Y ahora, puedo decir que estoy cansado, de no cambiar Y un poco harto de vivir cambiándolo todo Lo comprendo ahora, escuchando solo, aquellas músicas Que hacían de nuestro dos, un tres sin multitud.
Creí que sería igual, ya sabes, extrañar, un dolor conocido Y, sin embargo, duele menos, por que sé más Y a falta de dudas me encierro en la certeza De que esto que no digo será lo que más permanecerá.
Son tiempos, lo comprendo bien, momentos variables Sobre los cuales navegarán mis palabras, parecidas a mí Un poco inquietas, un poco torbellino, y algo de piedra Buscándome en retazos, con meridiano afán de encontrarte.
Tengo que decirlo, para que se cumpla: seré inmortal Pero no me turba demasiado, hay otra cosa más letal Que se llama “ahora”, y que parece una cuña de mármol Inserta en el pecho de Píndaro y Whitman.
Carpe diem, sí, pero ya no el día Ni la noche, ni las estaciones Ni los momentos e instantes Es ahora, un ahora, crearlo y tener conciencia de ello.
Ya es algo.
09.11.00 23:23 Smarc
Atisbo
No te agrada ese instante en el que ya no se puede cerrar los ojos Y la caída comienza a gran velocidad, línea directa a los infiernos Con la sonrisa firme entre los labios, las manos abiertas, seguras Con el vientre firme, y todas las convicciones ordenadamente perdidas?
Fidelidad Tenue Fingido Remordimiento
Acaso no te parece atractivo el hecho que te peguen, en una y en otra Y después todavía más, hasta llegar al cultivo del odio, deseos vengativos Y después todavía más, hasta llegar al amor, y disculpar, sin lágrimas Para comprobar que no te quedan sentimientos, a fuerza de vidas que son insultos?
Roca Incolora Dureza Pasional
Sé que cedes, esperando cosas, con esa habilidad que a los doctos impresiona, No es entonces llamativo que mi mente tropiece con tu existencia Dada la siempre añeja multitud del mundo, el hastío de los desencuentros Y esa querencia por las cosas que habrán de perderse, eso que no nos une?
Pero Que Despacio Amalgama
Entonces, porqué no confesar, que también esperas el momento En el que los tigres sean liberados, y la roja naturaleza actúe Por encima de libros, teologías, y cualquier cadena montañosa de explicaciones Con mi vida como instrumento, el cese, la dulce destrucción, en un final?
Cuerpo Ajeno Movimiento Sutil
Es sólo un cigarrillo, y tiene brasas No como los demás cuerpos, inseguros Es notable esta certeza, por ejemplo De que jamás serás una brasa.
Reír Importa Llorar Exporta
A veces parece bueno, haber estado ahí.
Smarc 05.11.00
No me enfría
No habría capacidad de disponer, El adiós a las decisiones tempranas, o tardías La posesión de un reino de naipes Con el trébol, pudriéndose en un cajón de cartón.
J. Villa, 1897, cinco colones, Costa Rica El banano, el mar, y las féminas sonrisas al sol Como el inicio de una carretera que lleva tranquila A ninguna parte, donde el paisaje dura un momento.
Pedazos de Historia, arquitectura cerebral, espiritual Sea gigantesca nave para un ente incomprensible Sea gigantesco bloque para mil almas monetarias Y recordar, como de paso, que no me enfría.
Tan así, vino blanco después de meses, sonido de seda Como iniciar una respuesta, con la idea del receptor Abriéndose camino entre los propios dedos Para indicarnos la renuncia, señalarnos el silencio, la noche.
Hay alguna presión de tiempo, para los menos hábiles Esos que siempre terminan cediendo ante la imagen Para consternación de los que viviendo en el aire fijo No dejan de pisar decididamente la tierra, donde yacen los muertos.
Cómo no será extraño, para alguien tan diferente Pensar en todo el esfuerzo que pone la gente En probar lo obvio, en demostrar lo evidente Que cada quien es uno, y no otro, y así siempre.
24 horas intentando probar que no hay nadie como uno Faena monumental, sin descanso ni sosiego El más fiel entre los fieles, o de entre los pecadores el peor Lo más o lo menos, tan sólo para lograrlo, y así encontrar que:
24 horas al día se abren, para buscar un igual ese mismo del cual se huyó, apenas unos versos más atrás cerrando puertas y ventanas, minando todos los caminos sonriéndole a la estupidez, llorándole a la inevitable cotidianeidad.
Tan idiota es ese juego que me perdonarán si creo en lo fantástico De poder saberlo y no sentir el frío, delicado y cruel De toda certeza, tan de cristal, geometría de moléculas sólidas Y permanezco mirando de soslayo cada cosa que se pierde.
Es que a mí no me enfría, ni saber ni reconocer lo que ignoro Ni seguir de lejos los acontecimientos, ni estar en ellos Ni siquiera el hecho probado de llegar donde nadie Pues de todos modos, es sabido, cada quien es uno.
Suerte de algunos el reconocimiento, satisfacción de vanidad Suerte de otros lo contrario, satisfacción idéntica Da lo mismo el psicólogo admirado por el paciente Que el paciente admirado por su sanador.
Retroalimentación completamente mongólica Del que da porque quiere dar, y del que recibe porque quiere Y a esto llamarle “pacto de los soles”, comunión de los idiotas O cualquier título, siempre original, puesto que cada quien es uno.
Y es que a mí no me enfría, sea lunes de siesta o noche de viernes Saber o ignorar, que las vidas son esquemas, o que no lo son Que las reglas implican excepciones, y viceversa Ni que voy en otra, o que estoy en lo mismo, no me enfría.
Estoy, por así decirlo, en el preciso instante, nocturno, claramente En el que no me atrae ni el bien ni el mal, recordando a Friedrich Sino más bien la certeza, que es una forma de conocer Que da lo mismo, enteramente lo mismo, saber, o no saber, no es bueno?
La única diferencia, quizá, es que aquí, vino blanco y jazz Cierta sonrisa en la comisura de los labios, callada, cómplice Y la calidez, un poco extrema, de saber que la diferencia no dice nada Arropando la sospecha de que en la identidad, igualdad, está el secreto.
Y vivir, así de pleno, que todo esto, y todo aquello - A pesar de que dicen está probado que moriré, de algún modo Y que escribieron no lo haré, también de algún modo – No me enfría, definitivamente, inicialmente, no me enfría.
Y esto es lo lindo... pensar que no te calienta.
Smarc 03.11.00 00:51
Sin expectativas, de nuevo
Ahora es lo mismo, exactamente lo mismo, y todo es igual Borré los colores de mi mente, todo es negro, no hay luz No me sumerjo, no camino, no me elevo, todo me encandila Demasiado blanco, la suma de colores, la resta emocional.
Todos los pájaros del mundo están quietos, las alas cerradas Todas las madres del mundo están drogadas, o muertas No hay un solo padre en toda la tierra que no esté bebiendo Y no hay niños, ni uno solo, sólo huesos adultos, enfermos.
Los peces ya no nadan, flotan, en un mar hecho de sus lágrimas Una ballena azul eructa en la superficie, antes de morir en la playa Una playa en la que han puesto todas las banderas de todos los países Todos los países en donde cantaron y celebraron el día de la fundación.
No hay música, timbres de teléfonos suenan en mis oídos, a ratos Como alfileres aleatorios que intentan llegar a mi cerebro, sin ganas Un hilo de baba me cae por la comisura de los labios, no lo puedo ver Y ya no sé si es sólo sangre, dentro mío, o fuera mío, no tengo espacio.
Quieto en la desesperación, puro pánico en mis retinas, ojos rojos Lleno de recuerdos, sonrisas, risas, carcajadas, y el presente Como un sobre cerrado, potencia, y ya la lástima al romper el sobre El temblor en las manos, la carta, sin remitente, sin nada escrito.
Me arrodillo sobre sal, recorro los misterios, pido perdón Me obligo obstinadamente, digo: esto es un árbol, aquello un carro Lo repito todo el tiempo, lo vivo, lo comunico, lo acepto Y dentro mío se rompen algunas cosas, y otras se pudren.
Castilla! Castilla! Ah, mujer de madre loca, Luna, fortuna Qué hacías, Fernando, cuando tu mujer se hacía reina? Marqués de Santillana, sé de tu bilis, lo mío es sin tiempo Y, sin embargo, todo es negro, y todo encandila, y le llaman vida.
Cuatro versos, una estrofa, tu padre fue infiel Un contrato, dos partes, y el Ujier sonriente, la factura en la carpeta Y la historia de una beldad que fue intachable, salvo por un detalle Sus días tenían colores.
Escribo ahora “el ego”, y le agrego “ajeno”, y pienso en lo idiota De una cebra cruzada con una hiena, y lo idiota es la regla Para que la regla sea idiota, y así mezclar las lenguas, sin compromiso O los cuerpos, o lo que sea, todo está bien, para quienes ven colores.
Vuelvo a revisar, me clavan un tenedor en la lengua, cierro la boca Tengo un billete y una moneda en el bolsillo derecho, de mi nada Mientras suena la pregunta: por qué? Porque quiero, dice una voz Y para qué? Suena entonces, para darme el gusto, es la respuesta.
Tengo cien preguntas, cien, que empiezan así: Este futuro tuyo, tan predecible, tan de resentimiento o planeamiento? Este pasado tuyo, tan olvidable, tan anhelante de estilo? Este presente tuyo, tan mirando otra cosa, entre la nada y el vacío?
Mi respuesta es no sé, porque sé. No es juego, no es venganza No es Es.
Smarc 27.10.00 0:01
A ver si miento
Desvencijado colectivo, espalda cubierta de algodón Contra un respaldo de podrida cuerina, siempre húmeda Olor a pueblo falso, ese que nunca será ni burgués Ni esclavo, a mitad de camino entre el asco y la furia.
La familia es la base de la sociedad, está en el manual Solo tienes que leerlo... ah, entiendo, la lectura
Charcos, por todos lados, como bacterias gigantes Siempre a un lado, de un río minúsculo, de asfalto Por el que navegan oxidados excedentes de oscura industria Llevando en sus vientres lamentable alimento, de dos ojos, ciegos.
Sólo las acciones son materia de juicio, está en el manual Sólo tienes que actuar... ya, lo sé, las acciones
De momento creo en el infierno, por necesidad mental De imaginar un sitio peor que cien metros cuadrados Lleno de bípedos ofensivos, si se es sensible claro - En este sentido, el cielo es fácil, bastaría con que no estén.
Aquí te robaron el espacio, cachorra, también la falla te persigue Y te señala y te eleva, como el oleaje que creíste clandestino Drama aburrido del oxígeno el hidrógeno y una piedra cualquiera Cualquier playa del mundo, cualquiera, las calles, lo zapatos lustrados.
Por estas breves secuencias, preciso y necesario se hace alimentar Todo aquello que en verdad marca, define y habilita toda senda Cosas sencillas, como el odio, la cólera, y una desesperante insatisfacción Exigencia de nervios destrozados, rencor de iris comprimidos, casi el ansia.
Amargarse el alma, mancharse la niñez, detestar todo presente, todo el tiempo Y como descanso memorizar las faltas, el robo, la estulticia de cada día Meterse en la piel toda la conciencia, las sandalias de cuero, el anillo de oro Y clavarse en la frente, sin ayuda de nadie, una estaca que diga: no basta.
Llegar de golpe a Calvino, con premura, y torcerle el cuello, a escondidas Beber en lugares públicos, de mujeres por dinero, hasta llegar al baño Para recordar – a sabiendas que se recordará – el sitio después, la cita antes Apoyando una mano en la pared, Bruno, Cristo, y vomitar la ciudad entera.
Rechazar todo consuelo, infinitamente, sin siquiera suspirar o murmurar Con la autoridad del autodidacta que colocó su querencia en los libros Y mira al canoso de patria con bandera que canta el himno y paga impuestos Asistir a la demencia, espectáculo del que adora la piedra, Nietzche, en ti confío.
Smarc 17.10.00 23:42
La espada
La ignorancia mantiene las cabezas gachas Aquí y allá, hay fuerza en todo conocimiento, Y aunque audacia es el nombre de los tontos A veces, también se presenta el nocturno temor.
Así las cosas, por humana condición del suelo Esas cabezas se ocultan, mimetizadas, calladas Y como se las sabe culpables, nace el conflicto De cómo hacer que se yergan para dar el golpe.
Los funcionarios hacen investigaciones, siempre Y algún avispado intenta el favor con una denuncia Pero para el ojo del rey, del que viene de sí mismo Estrategias así no bastan, prefiere urdir en sus actos.
Entonces, con otras ropas, se deja ver acompañado Por una dulce oriental, o una escultura occidental Y deambula por la vida, impreciso en sus afectos Distribuyendo una sonrisa aquí, un guiño allá.
La trama es sencilla, como el corazón de los impuros Y el rey lo sabe, como tantas cosas, como que es rey Y así permanece, un poco enojado, pero contento Pues ha dado el falso alimento, para las falsas gentes.
Pequeñas personas, aquellas cabezas, acuden a prisa Al evento de una compañía, a la promesa de noticia Y voraces ponen en su boca cuanto ven, lo que imaginan Dueñas al fin de un conocimiento, lo dicen, lo creen.
Después, se yerguen majestuosas, risita baqueana Y dejan el comentario, como quien deja caer una miga Unas veces, y otras, con preámbulo de silencio pecador Y un epílogo serio, o bien una mueca, algo cómplice.
Llegado el éxtasis, perdidos los frenos, aquellas cabezas Que un tiempo permanecieron silentes y expectantes Ahora confiadas, valerosas en la posesión de lo incierto Se levantan perfumadas, justo cuando pasa la espada.
Los esclavos mudos, siempre diligentes en estas tareas Sin cruzar mirada alguna limpian el piso, llevan los cuerpos Guardando en el corazón una satisfacción secreta y cierta La alegría intensa de la muerte de algunos de sus superiores.
Sin embargo, el rey asoma a la madrugada algo culpable En su lecho yacen, satisfechas, dulzura y escultura Y se reprocha un tanto que lo dicho se convirtió en cierto Pero se consuela diciendo: antes no es ahora.
Cierra los ojos, mira, ve, todo Recuerda a su madre, siente al niño Recuerda a sus hijos, aprieta los puños Recuerda a su Dios, grave, pide piedad.
Smarc 12.10.00 23.48
Cierto equilibrio
El hombre ha laborado las horas necesarias Se presentó a tiempo y salió con retraso. Entre aciertos y yerros logró la mano diaria Y así se ganó el derecho al sueño crepuscular.
Después la noche le cae sobre los hombros Entonces toma un libro y lee una hora exacta. Seguidamente ataca a la cena, en media hora Mientras no suena el teléfono, que no atendería.
Estricta disciplina lo lleva así a otra habitación En donde toma asiento y enciende un cigarro Se hace acompañar por el piano de Rachmaninov Y cierra los ojos cultamente... y no entiende nada.
Yo sí sé lo que pasa.
Con la mirada desde dentro sólo queda proyección Al mirarse a sí lo que ve no le gusta, porque no ve Y al no alcanzar el fondo del abismo individual Explora otros pozos, también insondables, inciertos.
De esta manera, al no llegar a él, y no llegar a nadie Y como todavía le quedan fuerzas para una imagen Intenta captar los sonidos, y unirlos a una biografía Y las cosas entonces, vuelven a complicarse, siempre.
Pero de todo esto ha quitado en limpio un triunfo Sobre el tiempo, sobre el ocio, sobre el vacío Pues sin pedir ayuda ha cruzado otra vez el desierto De una realidad que le dijeron que era, pero que no era.
Mañana, tal vez, lo veré en su caminar callejero O detrás de un escritorio, con cuadros y alfombras Y el aire acondicionado y caramelos en algún cajón Todo transparente, todo en su lugar, excepto por algo...
No es la verdad.
Smarc 10.10.00 23:27
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