Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: ¿Y tú, conoces a Cristo, vida de tu alma? - Columba Marmion Miér Mar 28, 2012 8:32 pm | |
| Ficha del libro: ----------------------------- Título: ¿Y tú, conoces a Cristo, vida de tu alma? Autor: Columba Marmion - Cardolle Editorial: Ediciones Desclée de Brouwer Bilbao 1952 Nro. Páginas: 294 ------------------------------ ¿Y tú, conoces a Cristo, vida de tu alma? por Silvio Manuel Rodríguez Carrillo
En un momento histórico en el que resulta innegable el conflicto cristiano entre doctrina y espiritualidad, Columba Marmion emprende la difícil tarea de amalgamarlas, a través de una clara exposición de la primera, como resultado de lo cual surge la segunda de manera natural, implicando, por su puesto, aquellos saltos cualitativos que la fe de cada religión exige. Partiendo de su erudición teológica, aplicada a lo cotidiano, el autor logra con sorprende claridad unir el símbolo a su significado, indicando de entrada una “economía de los designios divinos” por la cual explica la relación entre Dios, Cristo y los seres humanos.
Como no podía ser de otra manera, la obra va siendo acompañada por precisas citas tanto del Evangelio como de S. Pablo, de las cuales al autor no sólo se sirve para apuntalar solidamente el andamiaje de su pensamiento, sino también para señalarle al lector cuáles son las fuentes originarias de la doctrina sobre la cual está siendo instruido. De esta manera, Columba Marmion, como sin querer, también logra inducir al lector a realizar la consulta correspondiente a los textos mencionados, a la manera de un novicio en literatura que cuando lee una novela lo hace con un diccionario al lado.
Ahora, si bien este libro está dedicado “a los jóvenes”, es preciso señalar que no se trata de una especie de “Biblia para los niños”. Por el contrario, aún cuando las imágenes y ejemplos que utiliza el autor para facilitarle al receptor la correcta interpretación del mensaje que desea transmitir son de una notable sencillez, los temas abordados no lo son, por lo que el lector deberá contar con un mínimo de instrucción cristiana para poder apreciar en toda su dimensión la doctrina expuesta. Convengamos aquí en que para pasar de conocer, a saber, es pues necesario primero que nada conocer.
En este sentido, temas como el bautismo, el pecado y la penitencia, como también la eucaristía, son allanados desde lo trascendente hasta lo práctico, y viceversa, pues el autor también se ocupa del contenido y preparación necesarios para cada ritual. Por otra parte, al abordar cuestiones como las virtudes teologales, el autor demuestra inusual altura al hacer hincapié en la distinción entre actitud y aptitud entre creyente y creyente, sugiriendo formas diferentes para personas diferentes aún basándose en un mismo fondo y una misma finalidad, todo esto, siempre, teniendo como eje central y paradigma ejemplar a la persona de Cristo, Jesús.
¿Para qué leer un libro escrito más de medio siglo atrás? Es lo que cabe preguntarse, y el argumento no radica en que se trata de uno que vendió doscientos mil ejemplares en su momento (edición francesa), sino en ese algo especial que siempre está en las manos del escritor, su fondo y forma, su íntima intención. Aquí, si leer es una acción, volvamos a Columba Marmion, cuando escribió: “Una acción humana es verdadera si está realmente de acuerdo con nuestra naturaleza humana de criaturas dotadas de razón, de voluntad y de libertad”. Tal es la talla, tal es la finalidad. |
|