No naces malo, vas puliendo tu egoísmo, eso es todo. Obviamente la gente putea y salta ante esta cuestión, pero lo cierto es que la madre Teresa de Calcuta quería, ella quería – ELLA- que un montón de gente carenciada la pase mejor. ¿Quién quería? ELLA, ella quería, ¿no es absolutamente simple? Sí, lo es, y ahí lo complicado, porque la gente normal no entiende lo simple.
Ahora, cosa otra el egocentrismo y el egolatrismo. Como compito con las tres casacas, sé exactamente de lo que hablo. Uno bien puede ser egoísta, egocéntrico y ególatra, pero no se hagan ilusiones, es complicado, y también difícil; es una de esas cosas que son urgentes y también importantes.
A la hora del egoísmo, todo es sencillo, es simple naturaleza. Ahora, para el egocentrismo como que ya necesitas fundamentarlo, para ser el sol alrededor del cual giren los planetas tenés que tener un mínimo de chispa, un poquito de calor extra capaz de calentar a esos planetas. Para pasar a ser dios, aparte de ese calorcito extra, necesitás primero una revelación, y luego, suficiente fe en esa revelación, porque en principio, y normalmente hasta el final, solo vos vas a creer en esa revelación.