algo de lava y un conjunto de presagios
llevo entre las manos y los ojos
un toque de rabia en las rodillas
y la intuición de varios futuros
que no te cabrían en los bolsillos

me pesan
sin que lo quiera explicar
no las palabras soeces ni las procacidades
más bien
la falta de clase reflejada en el oído
que hace no sepan sanar con música
la herida que a sí mismos se infligen

no me duelen
el tanto y tantas veces
puto drogadicto borracho loco
lo que duele
es ver que cinco hacen matar a cinco millones
que bajo un mismo techo
por orden de algún extraño dios
porque un perro no sufra
los otros miembros se hagan bosta
todo el tiempo

ofenderme
tan sólo con insultos es imposible
pero si al que expone su queja
como un vómito humeante
sobre el frío azul de mis ámbitos
y tras ofrecerle el aceite justo para su más oxidada bisagra
decide aferrarse a su pus
como quien teme se asquea y se caga en la sonrisa
ahí y así es que me ofendo

educado en lo finito
lo limitado no me basta
así que tú
oye
mira
no tengo defensas
pero sí todos los límites que quieras
incluyendo uno para la paciencia que dicen
su santo patrón es el diablo