Con un poco de ingenio todo se soluciona
por más grave o enredado que pueda ser el tema
siempre que por delante, brillando como gema
vaya quien aun dudando la lucha no abandona.
Siempre se trata, siempre, de conocer la zona,
saber improvisar y tener un buen lema
pues así más se empuja como mejor se rema
por entre el oleaje que sombras arrincona.
Lo demás solamente es persistir sin pausa
latiendo con fiereza el color de la causa
hasta rendir de un golpe o tras un largo asedio
a problemas y opuestos alejados del tedio
que genera la queja del que nunca combate
ni con balas de plata ni con verbos de vate.