No, no habrá de llegar ese momento
en el que los escritos más oscuros
develarán sus claves y solsticios,
no se dará jamás en ningún almanaque
esa fecha prevista en la que sentirás
que ya no te acompaño a dar vueltas al aire,
ni siquiera tendrá lugar la hora
en la que todo al fin converja en sus estrellas.

No, lo que habrá de ser es una desición
nacida desde el asco de lo que vas viviendo
y que habrá de llevarte a ver las cosas limpias,
la rabia y la desdicha frente al calor de estirpe,
como un gusano esteril asumiendo a las águilas
y pudiendo decir, y con ello ordenar,
su cómo transitar todos los infinitos.

No va del calendario contigo justo al frente,
sino que va de ti insertando en la línea
colores verdaderos.