VIII. What the fuck?

1- E-yo

Voy de mí hasta tus entrañas
sabiendo que no estarás,
y llego tarde, o muy temprano*
a la deshora de los simples
con el entusiasmo de los notables
para decir lo que no fui.

Te yergues en liviandad
sin poder tocar mi mirada,
y callándome el quiebre en lo adentro
te digo “vamos” -que todavía es temprano -
y sabiéndome perdedor, apuesto a tu piel.

Los dos fallamos, los dos erramos
vos por juzgarme amoldable,
igual yo, creyéndote trascendente,
mientras llueve un sonido que vomita
nuestra inútil vastedad.

¿No sería mejor
subir a una cruz y escuchar con horror*
cómo oyen la música los carenciados?

Do rré
mi sol.


2- Daga

¿Pene o pezón, estulto mío?
¿Se toca la sombra al vomitar?
¿Nos toca el estertor ajeno la conciencia?

Todo es no
y en la supremacía del sonido
somos dos o tres blandiendo verdades
de perfumes y sombras
en una quietud dinámica.

Yo soy tu pecho
y vos sos mis pasos,
y digo centurias
y el pentagrama es arcilla
que partiendo de las manos gana el ánimo.

Es inútil ser útil
y sólo salva ser daga
empeñada en dar.


3- Tan hondo

A veces hace años que abrís los brazos
y nadie te aprieta las costillas,
que mirás un horizonte sencillo
sin semáforos con una luz violeta.

Te golpetea el golpeteo
y el absurdo, acomodado en medio de la sala
te guiña silente un
mañana será igual.

Te ocurre de nuevo la sed
y las manos son pocas,
decís y no se escucha,
y das gestos al espejo
con esa sencillez de genio atormentado…

Al tiempo,
en lo profundo
te van pensando un nuevo nombre
tan hondo como tu prescindencia.



4- Eligiendo

Cuando lo que has venido dando
es más de lo que puedes, de alguien
recoger
no es más que simple abismo
inicial.

Risueña tontería la igualdad,
y absurda la balanza,
que mide distancias y nunca
direcciones.

La mirada es como el pedigrí,
dura de conseguir, fácil de perder
y el sonido no se mancha
cruel permanece,
como eligiendo.



5- Afirmativo interrogativo

puedes combinar
los sonidos más extremos esta noche

e
n
s
e
ñ
a
r
me el vientre cálido
sin considerar mi presencia
y añadir minutos extras a una eternidad
cansada de ser un sueño cierto

en este febrero escandaloso
- de cigarras sin memoria -
todavía podrías obsequiar
una danza que no se marchite



6- Pero

Casi no me creo pensar en mí,
salvo esos ratos
donde noche y día desimportan
su condición de tiempo y espera,
cuando no hay otro nombre en mi frente
y sólo soy un vacío de ajenitudes.

Ni me veo ni me imagino
siendo lo estipulado,
todo eso que dicen de mí
cuando callo lo que sé,
en las mentiras que reflejo
en todas las crudezas que refracto.

Galán, hipócrita, sembrador
y una escalera de bomberos
hecha de puros adjetivos,
o un ascensor de desaciertos
que lleva de lo inexacto a la ausencia,
todo en el afuera que escucho
con los oídos taponados de vuelos a escondidas.

Cabría sugerirme, lo sé
adorar la piedra de Nietzche,
escupir sobre la hoguera de Bruno
tras beber cerveza con Belarmino,
y volver a la cancha con los cachorros*
a tirarle naranjas al árbitro.

Pero soy Silvio
y no me detengo en mí.


7- No vienes

No vienes
y entonces la careta
de que la vida es un equilibrio,
de que esta es una tarde más
y que va de desconectarse de números.

Yo repito tu sueño
tras el humo de la duda,
me voy haciendo mueble
donde reposa la firmeza de lo cotidiano
y
anclado en un domingo sin emoción
recuerdo la trampa, mi forma
de llegar al olvido con otra piel.

No sabes de trampas,
no arriesgas el pasado
por cicatrices de fondo,
y pudiendo y queriendo me niegas
la dicha de tu espalda bajo mis dedos,
el simple peso de lo imposible
haciéndose memoria en el alma.

Saber tajea el ánimo
cuando de nada vale.


8- Si

Toco espacios simples
más allá de mis manos,
un dolor razonado al infinito
y una alegría a prueba de gente,
toco los vacíos que me pueblan
contigo a un esfuerzo de distancia,
conmigo
presionado al arrepentimiento.

Sostengo lapsos*
de roturas irremediabes,
y quiebro cualquier espejo
que al no decir mi nombre
me lleva al asco y al modo
de ser el que vuelve a partir
una vez más.

Y qué sencillo sería
- me miento -
pisar tus baldosas,
como tú pisas mi sed.



9- El sólo apuesta al solo

(o: él, sólo apuesta al solo)

con toda su gran paciencia
dios se guarda de decir
todo lo que puede herir
a quien padece demencia,

sólo canta sin urgencia
a quien se obliga a vivir
más allá de su latir
con la boca de la ciencia.

el populacho gime su frenesí barato
y el docto, mientras sueña con un resto de alma
tiende apretado el puño donde fulgen las risas;

en el grave espectáculo de soportar lo ingrato
el solo apuesta al solo, y con terrible calma
nos muerde el corazón pisando sus cornisas.



10- Bailo conmigo

Me desperezo, llenando el pulmón
con esa brisa silente que asiste
a quien está tan consigo y tan solo
que no le cabe un gramo de piedad.

Suave me río al pisar las baldosas,
al sentir puro lo hostil de mi sino
que va ganando mi piel y mis ojos
hasta ser luz y mirada que dice:
"cada segundo vivido soy yo".

Nadie me toma ni nadie me deja
que en este juego de luces, el brillo
nunca se gana ni acaso se roba.

Aunque unas veces me dejo alcanzar
es sólo trampa, es ir de puto
que sabe dar lo que siempre le falta
a quien se va de deidad inocente
porque sus padres no fueron sus hijos.

En todos lados falté para ser
ese sonido que no te completa,
porque rebaso sencillo la copa
de todo sordo sin genio en las tripas.

Y en todos lados estoy - jó de puta -
porque soy ellos y yo en plena guerra,
más, más aquí de lo enorme y vulgar
en plena danza al inicio del día.

Bailo conmigo por Luz, y ella en mí.