QUÉ LÁSTIMA
Qué lástima ser
como los otros.
VIERNES SANTO (BURLA)
Mirá que lindo el Jesús que nos trae
sobre sus hombros el viejo tarado
este mal viernes de perras hormonas
donde me sabe a vacío su todo
lleno de tetas repletas de hastío;
mirá los ojos de yegua podrida
con que la vieja de concha virgal
le va diciendo que suyo es el cielo.
¿No se resiente al mirarlos de cerca
eso que llamas el beso infinito?
Nada, si vos y nosotros nadamos
en esa falta de nombre, de todo
lo que sabemos no basta ni nunca
para escupir nuestro simple vivir.
VIERNES SANTO – (VALIENTE CUMBIA MIX)
Igual que el Hijo del Padre en su día
sobrellevó sin turbarse la cruz,
así hoy el lúcido anciano conduce
silente y manso al rebaño por calles
que mudas sienten el paso de fe.
No faltan lágrimas recias, ni manos
que consuelen a la pobre enlutada
doliente dueña de un poco de cielo.
El cosmos, quieto, se place en la fuerza
de los creyentes amados de Dios.
Y ahí nosotros, con ellos nadando
en lo profundo del nombre triunfal,
el que nos sabe y nos basta por siempre
para esculpir nuestro hermoso querer.
Dendritas proponen, Axones ríen
Mañana, con la pesadumbre
del ayer y el hoy a cuestas,
¿quién me chupará la pija
o la concha?
¿Quién me va a mecer
la mano tendida del ebrio,
y la del niño
lamiendo una moneda?
Vos no.
Vos, celulitis o barriga,
el no entrenamiento
heredado,
las lecturas no vividas
y el futuro resentido.
Y yo aquí
como tus hijos,
listo para la excepción
del repetir.
No sé – (impro del chat)
101217 : me fui preguntando la edad
101217 : el destello de los almanaques
101217 : y esta posible ausencia de sed
101217 : que agiganta mi garganta.
101217 : .
101217 : dije los colores desde la torpeza
101217 : y la humildad con precisión,
101217 : por ver
101217 : que nadie me miraba los ojos
101217 : que ninguno, al menos, un tajo en los labios.
101217 : .
101217 : y entonces, vos
101217 : papel de lija y carmesí
101217 : asquerosamente humano
101217 : vomitándome reflejos
101217 : de las otras calles.
101217 : .
101217 : yo ahí
101217 : en un quilombo quito
101217 quieto
101217 : diciendo complicadamente
101217 : un afecto que nunca tuve.
101217 : fin
Chije
De repente pesa
un poco más que todo futuro
el delicado parpadeo de lo que fue,
la memoria del cuerpo
cuando sabe que sonrió.
Puede que ignorar sea el oficio
de quienes andan, por ahí
diciendo espejos a quien se arrime
por no confesar lo que preñan
cuando miran a un costado.
Y que el ritmo en el decir
silencios y colores
no sea más que consecuencia
de querer lo mismo
desde mil modos diferentes.
¿Puedo? (impro del chat)
¿Puedo tolerar los vidrios en tus labios
el silencio pornográfico de tu espalda,
y la falta de moral de tus pesares
cuando me asiste un resto de nota justa?
¿Puedo enterrar en mis bolsillos
la opinión de los estetas étnicos,
y la faz de los teólogos que sin hijos
imponen temblorosos volver al padre?
Puedo darles por el culo y por la boca,
robarles lo que jamás tuvieron:
un sentido irrevocable
a prueba de putos y tarados,
tan sólo por hacer sonar mi nuca.
¿Podrías, túvosotrosellos
alegrarme lo perdido,
con esa simplicidad quilombera
que no ensucio con palabras?
En chino ¿y qué pio me importa?
en esa caída
en la que todos quisieran poner la mano
ni en el grito que rompe
con el árbol genealógico
ni en el beso que lame
la paralítica herida ajena
estoy
ni en tu noche primera
de un sol heredado por no descubierto
ni en tu diálisis de crisis existencial
ni en tus vivos ni en tus muertos
ni en tu sed de vivir
ni en tu justicia cara y lenta
estuve
¿dónde fue que estábamos
para que ahora estemos
tan a solas
en lo dentro del frío?
Abormal
En la emoción de cúspide
- altanera sensación de poquedad
de cosas por decir, o labios por besar –
y en la tactilidad de hartazgo
que tiene el que se sale y no se va.
En ahí hablo, poco.
Desde un vacío que nos habla
en su curvatura abnormal,
forma de puño y de mohín en la almohada,
diciendo tu espalda y tu pubis,
referencias a gente ajena
viéndome mirarte;
punto y coma, no es así?
Y sos
Ese escándalo tranquilo
de no querer nada más.
¿Existe algo más frágil?
Es cuando desprecio
Es cuando desprecio
que tus ganas crecen por debajo de mí,
encima de ellos
al costado del mundo,
sin que basten nuestros nombres
ni el vocablo escupido por roma.
La cadera imposible y mulata
- tuya, mía, ajena –
¿apretará el gatillo, al fin
para besarnos la arena gorda de gusanos
de parientas y navidades
hasta el beso de vientres
organillado en una misa de ropas blancas?
Va ser mejor un balazo en las muelas
la jubilación en un sobre cada mes
y la alegría de los lectores
defecando tranquilos
ese no ser mi sudor en las ventanas
llenándote de huecos
el lleno de sus pasados.