Últimos temas | » Zonas inexactas - Gavrí AkhenaziVie Feb 07, 2014 9:29 pm por Silvio M. Rodríguez C.» Hojas de sombra - Gavrí AkhenaziSáb Dic 21, 2013 5:04 pm por Silvio M. Rodríguez C.» 3 meses Jue Oct 31, 2013 9:13 pm por Silvio M. Rodríguez C.» Santiago Posteguillo - Trilogía sobre Publio Cornelio EscipiónSáb Oct 26, 2013 10:14 am por Silvio M. Rodríguez C.» Elvio Romero, sus mejores poemasSáb Oct 26, 2013 10:11 am por Silvio M. Rodríguez C.» Décimo decanatoJue Oct 24, 2013 8:41 pm por Silvio M. Rodríguez C.» Si llorar eso y estoJue Oct 17, 2013 8:07 pm por Silvio M. Rodríguez C.» Atajo - Esteban CabañasSáb Oct 12, 2013 9:20 pm por Silvio M. Rodríguez C.» Novelas robadas sin terminar - Gavrí AkhenaziSáb Oct 12, 2013 9:13 pm por Silvio M. Rodríguez C. |
|
|
Califica | 1- Insuficiente | | 0% | [ 0 ] | 2- Suficiente | | 50% | [ 1 ] | 3- Sobresaliente | | 50% | [ 1 ] |
| Votos Totales : 2 | | |
| Autor | Mensaje |
---|
Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: Aire - Sexto decanato Miér Sep 19, 2012 6:12 pm | |
| 51- La pregunta
En tu pequeñez va midiendo todo quien de ti quiere hacer un gran instante, llevando el mismo nombre que tu llevas como el mismo mirar que muere y nace cuando tras levantar el mentón miras en el frío espejeo proyectándote.
En esto que pretendes del pasado por sospecharte un muerto de la tierra doliéndose en las voces de los otros, el valor de lo válido es la seña y así también el nudo de las manos que sostendrán el paso por la senda.
Y el cigarrillo, igual que el beso cruel, la botella que acaba con el cuerpo comenzando su fin inacabable, el examen que busca ser un preso del olvido - por ello despertado-, como lo aprehendido bajo el cielo frente a lo que se quiere aprehender, la escuela del desprecio en los adentros y la de la humildad, espalda a espalda, comprobando los cortes en el pecho.
El círculo imaginado y entonces posible de quebrarse con la mente, el inicio fijando su final por la revelación o por los genes, tus voz sola en la triste muchedumbre porque no ser de uno es lo que duele.
De nuevo, aunque mejor, la brea pura acomodando impía todo acero, los callos primigenios, la rotura acordando sonidos en los dedos, haciendo que se agiten vibraciones de cuando era muy otro el mismo tiempo y la sed era esta, la de siempre imponiendo sus soles en los hielos,
cuando un distinto estuche o caja humana también pudo acceder a la alta idea que compartes a solas con el aire, los pasos generosos con que inquietas la forma si los cedes a tu sombra, el tráfago tan tuyo y sin escuela por a la incertidumbre destrozar hasta ganarle islas sin sus huellas.
Agilidad, y sí, la persistencia para el giro que solo tú precisas cuando gritan que vamos a derecha centro, izquierda, y te miras las espinas desde la distensión del que decide ser o no, en soledad, canto de ermita o bullicio pueril de catedral, lo que se vive dentro o la inmundicia. |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: 52- Enla cuerda Jue Sep 27, 2012 6:57 pm | |
| 52- En la cuerda
Habiéndote elegido entre diez mil imposibilidades imposibles, besando demasiadas veces polvo, tiempo, y tanta sequía sin aljibe, para volverlos aptos a mis labios al sabor de la piel en que condice tu alma y cada color que proyecta en los que sé navegas y resides
a la exigencia exijo nuevamente la tregua que me importa el fin de todas: aquel balbucear del paraíso perdido por el hambre y dicho en loas, lo escrito del infierno tan hablado, y el verte en el instante de la alcoba en el que me concibes a tu modo danza de sangre, lava, hielo y rocas.
Pero como soy yo quien lo recita me alegan ya la trampa y la emoción, dejándome en mi esencia más quebrable: un cuerpo palpitando casi en off cuya mente dibuja madrugadas sobre el aire noturno de algún blog.
Entonces ya no cuentan los aromas no valen demasiado los tropiezos, ocurre algo que cuesta mucho más de lo que vale todo lo que bebo, y aunque ya respiré mucha injusticia su negación no pesa entre mis huecos sino que es su rechazo lo que inspira empujando a cantar vientos y truenos,
a tentarle piedritas a lo oculto donde duerme tu cuerpo y sin saberlo tus ansias ambicionan infinitos, y también esas ganas de sin miedo cederle un alto al solo que te busca y que habrá de acabar en su momento.
Pero pasa, es sabido por los muchos, porque los muertos no pueden hablar y no pueden vivir los no expresados, porque pretender todo nunca es más que pretensión leída y heredada de tanto repetir Biblia y Corán.
Porque en la cuerda más floja no faltan las manos en función de sostener, sino que sobra el ínclito deseo de cada pie moviéndose por fe, como si le alcanzase a la intención para tocar el cielo, para Ser. |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: 53- Reparar Vie Oct 12, 2012 7:46 pm | |
| 53- Reparar
Quiere la noche sola en sí cerrarse sabiendo que lo oscuro que desprende hace, por norma, el cielo del que abajo transitando labores como plebe, confunde luminarias con colores por un desliz que a veces luego crece.
De igual modo fatigan objetivos bordeando con danza entusiasmada sus logros, que pretenden son cimiento sobre el cual les parece que una escala sería justo y sano levantar, pues se siente el impulso y que no hay trabas.
Mas nada es demasiado simple o burdo, una vez dentro, a solo doce pasos de la puerta del templo no evidente, se olvidan los peldaños desangrados que llevaron al atrio en lo anterior, no hay memoria del precio del zodiaco marcando la apertura migratoria hacia donde termina todo hermano.
Sin pausa la presión se multiplica y es la constancia esencia sola y suya, no es con inteligencia soportable ni bebiendo decálitros de cubas, sino que es enfrentando que se logra desestimar su peso de la nuca, que el desafío vuélvese una brisa capaz así de dar sutil ayuda, por el convencimiento de la mente conectando con otra haciendo estufa, calor y punto nuevo en la espiral que alguna vez fue red dispuesta en fuga.
Intensidades varias y variables limitadas, son dudas en el pecho del que busca confiar, como también defensas que despliegan los efebos que temen segir siendo lastimados en aquellos niveles que sin eco extienden la dinámica del cuatro, entre lo que respira su denuedo y lo que no precisa de respiros por ir en lo intangible ya sin egos.
Así, el principio marca la torpeza donde el valor se gesta inconfundible en el alma que busca el brillo arcano, mientras vive presencias que prohiben cruzar ninguna cerca establecida por si el perserverar de cierto existe, innecesario, claro, al primer paso pero fundamental si es que a los límites se intenta rebasar tras descubrir el yerro en el andar de capo a fine y lo que cuesta es volver de nuevo a por donde la luz es que preside, porque si en el pecado se hizo daño tan solo al repararlo - así se exige - habrá perdón y gracia, más no olvido pues nunca las cicatrices oprimen.
Última edición por Silvio M. Rodríguez C. el Mar Oct 30, 2012 7:48 pm, editado 1 vez |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: 54- Se phi d ai Vie Oct 12, 2012 8:06 pm | |
| 54- Sep hi d ai
Es una madrugada y hace frío en la orilla grisácea del estanque, donde entre las penumbras y el silencio ve la desesperanza que subyace en el enorme libro que la porta, el que lee sabiendo que le cabe.
Ya no lamenta algunas viejas pérdidas, los ladridos del perro que se agita cuando lo ve llegar de entre la gente, la visión de las puertas allá arriba girando sobre sí mismas silentes, o esa electricidad que no se explica brotando en el estómago profundo a modo de carrera y zambullida.
Y ya no le detienen las euforias, ni aquella convergencia de lo visto con lo que imaginó, mucho más antes que la simiente fuese al fin el trigo, cuando sometió instantes, calendarios, que hoy navegan el aire nunca fijo respirado también por su ascendiente pendiendo de una espada y de mil hilos.
De vez en cuando juega al existir, se permite mirar sin observar, sujeta su intención de mostrar rastros escapando de sí, tras el allá del fondo medular de una quimera o pensamiento, fruto del que da.
O le dialoga al viento que respira mientras soporta ajenos desalientos, tolerando infinitas irrupciones de los que decidiendo ser plebeyos no tienen mas misión, según nos dice, que desaparecer como los ecos.
Tú, comprador de tiempo y de las lluvias ¿cuántos ataques más podrías, solo, guardar en tus alforjas, hechas todas con la piel exquisita de los lobos? ¿Con qué cancelarías la promesa de aquel que diseñó, sin estar loco, la montaña pletórica de vida, de la que alguien sustrajo más que lodo un trocito de brillo que valoras hasta perder razón y hacerte ahogo?
Entonces es que vuelve a sus esperas, por el peso brutal de lo que sabe, que habiendo sido chispa develada ahora es el bastón sobre el que late y se apoya, sonriente y alejado con el cielo no visto como base,
báculo del que no depende nunca, como jamás depende de la forma el mensaje que expresa el recipiente, ni depende el reinado de las ropas, ni toda libertad de algún liberto.
Persistirá, lo cierto es que lo hará, y que habrá de marcharse estando inmóvil, como nube que parte sin aviso dejando su perfume en la metrópoli, su sombra pasajera, su recuerdo de verbo que lastima y cura, indócil.
Última edición por Silvio M. Rodríguez C. el Mar Oct 30, 2012 7:48 pm, editado 1 vez |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: 55- Fatiga y consuelo Vie Oct 12, 2012 8:20 pm | |
| 55- Fatiga y consuelo
No hace falta partir de lo sencillo o de lo complicado de un epígrafe, de las varias palabras que se juzgan de pleno bajo el polvo del que escribe. No hace falta partir de cualquier forma que cálida o doliente nos bautice en el respiro ajeno, acto real, en donde los infiernos se condicen con el mismo vigor de opuestos cielos, fundidos en aliento que despide en forma de promesa o de estructura, y que con precisión, al que ara exigen sopese lo tomado de otras sangres hasta lograr el arte, nunca el crimen.
Están los juegos ciertos, los más crueles aquellos que provienen de ser únicos, y que buscan marcarlo muy inútilmente, como si igual a una ola otra hubo. Porque lo comunal es despreciar hasta contestar todo como eunucos, mientras no se conoce del propósito todo es aparentar ser recios, rudos, siendo que valorar cada otro soplo implica tanto esfuerzo, que un Tartufo no habría de lograrlo sin mentirse, pues ahí el otro crece no cual yugo sino como pizarra que destella lecciones para sabios y sus búhos, para que nunca pese la grandeza ni se olvide lo breve del embrujo, aprendiendo del todo y de la nada, asumiendo a los alfas y a los nulos a todas las mujeres y sus dioses, como se acepta el aire y a este mundo convertidos en marco que no encierra más que parte del drama, grito, humo que empezó en lo que llaman temporal y persiste en la mente de los unos como una astilla hendida en la epidermis, doliendo más que un golpe con los puños que por no desterrarse en su momento devuelve el lastimar desde el escupo toda aquella inacción del soportante por no haber atendido lo que oscuro comenzaba a danzar sus propias sombras por mirar y no ver, tal cual los usos.
Porque el cómo iniciamos nos genera la tendencia de ruta hacia el destino, a menos que logremos dar los saltos entre cada derribo y cada arribo, entre lo que expresamos en silencio y todas los colores que decimos, haciendo que refulja la pureza por encima de normas de borricos, reflejando en los actos la otra ley la que no fue leída por mendigos sí vivida por altos elegidos, que en ella no encontraron la fatiga sino el consuelo calmo, firme y fino.
Última edición por Silvio M. Rodríguez C. el Mar Oct 30, 2012 7:49 pm, editado 1 vez |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: 56- Sus vivencias Miér Oct 24, 2012 7:44 pm | |
| 56- Sus vivencias
Considerando varias academias ocultas por debajo de las urbes, sangrando las heridas por limpiar el pus que las remarca y las reluce, mide todo lo absuelto y los desastres mientras que con caricias le sacude el lomo indócil, fiero, de la bestia que inventada y querida solo ruge en su mente por fuera de los tiempos, mitad locura plena a puro empuje de sentimientos llenos de emoción, mitad cordura ciega que lo pule en el conocimiento de que todo es necesario y todo se resume más allá de lo cierto percibible, quedando de la gente a salvo, inmune.
Parte de su pasado, quizás breve transcurrió entre los brazos de lo humano, aunque pudiera ser que esto no fue pues reina confusión en muchos lados donde a la historia quieren insertarla a través de los ojos y con párrafos que relegan la piel y su querencia por intenciones necias del abajo, perdiendo así los gestos cualquier brillo y todo resplandor que envuelve el halo de la razón, que suele investigar el porqué del extremo tan hermano donde pudiera no haber razones ni del último origen sin engaños ni de ningún final irrefutable, pues está en el presente inacabado.
Se desliza la fecha del origen la del primer contacto con la boca, la de aquel funeral que fue el primero, sin algo que lo supla en las alcobas. Se sacude el impulso de lo propio expresando premura entre sus hojas, dándose así la vista que se sabe, la conciencia que a sí misma se roza tras el agotamiento de entender el equilibrio móvil que sin odas evita el atropello de la fuerza y aún así adelanta entre las formas, como daga que no le pertenece a quien la hubo forjado en una zona ni a quien la portará por otros campos, y de igual modo sabe ya de sobra que pertenece a un dueño que sin nunca pasar un dedo sobre su ponzoña volcó sobre su ser toda la mente, volviendo a los demás gente que porta el mensaje de un cuerpo a descifrar cuando se acabe el tiempo de las horas.
Entonces toca el aire, adivinando que le cede el derecho de jugar con el humo de todas sus vivencias sin vidas inhumanas en su grial.
Última edición por Silvio M. Rodríguez C. el Jue Oct 25, 2012 7:48 pm, editado 2 veces |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: 57- Oc hi d ai Miér Oct 24, 2012 7:49 pm | |
| 57- Oc hi d ai
Un hombre le selló los labios, con un gesto le restringió el usar cualquier palabra sola si con ella no iba ligada su figura, le hizo partir de pronto al seno de la loba a donde la renuncia es todo lo que existe y por ello la mente se turba y se disloca.
Entregado a consciencia aceptó la carencia y poquedad de brillos de lo manifestado, cuando pudo sentir sin morir, con la frente los estragos del polvo como un golpe de mazo.
En la peste, y salvando a unos cuantos caídos fue haciendo de los libros y de todas las luchas su propia y diferente manera de hogar, gastando las ausencias insertas en su nuca al igual que las piezas por siempre inencajadas, palpando todo el tiempo las distancias y dudas entre tantos instantes ocurridos con pena y con gloria de luz carente de amargura.
Sin el credo que llevan los perrunos devotos, con los inextricables como tarea mítica y no como mil yugos liberando de encargos, a diversos caminos le fue mostrando cimas, la dimensión de cruce de todos sus andares y la voz tumultuosa de sus graves heridas, mientras sobre la arena hundía sus sandalias adecuando la planta de sus pies a la criba negándole a su ánimo intentar falsas calmas y obligando a su cuerpo a que resista y siga.
Explayó su pasado respirando entre ajenos sin finalidad cierta, ni cargando discípulos, sin el peso del grave maestro de señales, pero soñando atento la puesta del sol índico que ocurre paso a paso realizando el regreso por encima de guerras en que pudo haber huido muy lejos de lo fácil de poder entender mientras las puertas llevan su mismo nombre amigo, el cual, al proponerle la marcha le propuso lo enorme del regreso, a donde vivió el hijo, para que nunca pueda creer en las certezas y se consuma entonces en sospechas sin hilos, para que a solas forje la más alta esperanza la que ahora palpita desde sus fondos íntimos por dejar le atraviese el ímpetu de fe en un trozo de pan y una copa de vino. |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: 58- Poco Mar Oct 30, 2012 7:57 pm | |
| 58- Poco
Ahora que con poco bastaría ese poco no está como posible dejando que la trama tiemble sola en su final perdido en el declive.
Queda entonces atrás el orden falso, afuera de los muros los lamentos con la fuerza de gritos descarnados de quienes aun pudiendo no quisieron y de los que queriendo en sus entrañas jamás dieron la talla en lo concreto.
A pesar de que el sol es aún joven ya la tarde se vuelve recia y grave, como el rostro esplendente del novicio cuando entiende dejó de ser el vate que repite el pasado de los otros siendo ya un hacedor que se complace en cruzar los caminos menos viejos aunque a su lado no vaya algún alguien.
Los topos continúan en sus túneles convencidos de todo su pasado, al igual que la tierra que no arriesga a dejar de girar sobre sus cabos, y aunque conocer duele muchas veces no cesan su tarea los mil magos, aquellos buscadores que sin raza son estirpe de luz por tan humanos.
En la inmensa tristeza del fortín abandonado, mustio y sin barullo, en la breve grandeza de lo ido se incrusta lo vacío, peso mudo que aparece al partir la compañía midiendo si fue aire o solo yugo. El compás solo quiere ser usado, el tiempo juguetea con futuros, y de los otros lados del sentir alguien se aferra, tuerto, a los embrujos de una puerta cerrada y llaveada creyendo que un secreto es más que humo.
A alguno no bastó lo presenciado no pudo otro, no pudo, con lo enorme, y derramaron juntos sobre un río la copa de un absurdo, dando coces, pudiendo sonreír por carecer de burdas y vacías pretensiones, pudiendo convertirla en cáliz puro asequible con fuerza dando choques y con esa destreza que habilita la voz más exquisita del esteta, no con entregas tórridas, pueriles carentes de siquiera la inocencia.
En el destino gris de los gusanos, en el odio que sienten por sí mismos los clavos que penetran lo que ignoran, en el sudor supremo que describo en las axilas rudas de parteras, en la estupidez alta de los chicos que decidieron no poder cuidar, se rajan de la luna sus avisos, se pierde ese captar todo destello, y alguien permite, inútil, que del niño - ese mensaje ileso de toda era - no quede más que burla, gestos vivos que van llenando manos, más o menos de lo que nadie quiere sea arribo. |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: 59- Punto de apoyo Vie Nov 02, 2012 6:33 pm | |
| 59- Punto de apoyo
¿Cómo puede enseñar a navegar por los profundos miedos de lo arcano quien no los transitó todas las veces que fueron necesarias sin desmayo hasta hacer de la piel una coraza impenetrable y lista a cualquier clavo? ¿Cómo, sin que el adentro entonces limpio genere otros adentros, mencionando al blindaje especial vuelto amenaza hasta dejarlo todo develado desde su irradiación de gestos simples pero sin intentar justificarlo?
Siento la oscuridad de muchos gritos en las calles de sombras a manadas, a leones que rugen su carencia de selva - ahora vueltas tristes plazas - entre los hombrecitos que perviven condenados al sueldo que los ata, paridos por mujeres que veneran su destino pueril de mesa y casa, capaces, mas renuentes al intento de clavarle las uñas a otra tiara que no sea una espalda flacuchenta o gorda, con granitos y hasta escamas, como si el objetivo del afecto se limite a los pies y no a las alas, por una ley que dice que "lo único" limitando es que vence a toda nada.
Veo una tierra gris donde cultivan con esmero la lástima profunda para que el inocente su inocencia pague mientras camina hasta su tumba, y el culpable pretenda demorar un tiempo que no existe salvo en dudas.
Todo, como reveses de la mente en un momento siempre decisivo que a todos los sorprende alguna vez, con las piernas aún en los estribos resistentes, sedientas y pujantes, o con el corazón roto y podrido de tanto haber vivido la ignominia de la que conocida se fue nido con claridad infértil o a escondidas rechazando la carga de lo frigio por el simple temor a lo más puro de toda soledad sin un testigo, la que le cede a todo ser humano el supremo derecho a ser pupilo que aspira a convertirse en instrumento por el que lo inefable se hace hilo conectándolo al fondo, a su misión, tras vestir de espiral por mucho ritmo y de color o luz por algún trecho, más firme que el primer concepto íntimo capaz de sostener sus garras tórridas en donde se imagina habita un niño quien lo acepte, fijando humildemente ese punto de apoyo que infinito divierte su extensión al precisarla en lo manifestado del cariño. |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: 60- Todos lo saben Vie Nov 09, 2012 8:31 pm | |
| 60- Todos lo saben
Puede que al terminar el día y sus afanes el trofeo no sea como te lo esperabas, y que ya no esté vivo aquel ser manifestado al que inocentemente pretendiste ofrecerlo.
La posibilidad de que cada símbolo hubiese estado errado existe, claramente, como la de que el vino no sea más que eso y que la sangre, siempre, sólo haya sido un simple juego de la materia, sabido por algunos.
Es posible que uses palabras que refieran sentimientos que no conoces, repitiendo ese arraigado hábito de imitar lo que emite el que ya antes de ti aprendió a caminar.
¿A quién extrañaría que el sudor de tu frente pudiendo ser bastante para muchas familias te alcance pocamente para un día sin sobras, al tiempo que lozano se muestra ese otro rostro que no refleja en nada las labores manuales?
Puede que haya ocurrido un gran error, enorme, o que no haya existido ni uno solo jamás, quizás pensarlo sea un acierto filoso o el error terminal que acaba y alimenta a todos los demás desde sí y por sí mismo.
Y en medio de esas tantas cosas que lleva el aire, ¿cuánto fuiste juntando para esa vejez pronta que durante copiosas, inagotables noches te leerá la historia de esta tu humanidad?
Quizás hayas leído, o escuchado al pasar que nada es imposible si de verdad se quiere, pero que no hayas visto ni la verdad ni el todo; es posible que nunca hayas sido querencia.
Sin embargo el tablero está a medio jugar, siempre se vive un antes y un después en el juego, en donde ya ganar o perder solo importa la idea que distrae del acto de la esencia dada en participar o rechazar el mismo.
En la feroz incógnita de la suma de acciones y de las inacciones, que manejan resueltos los que rozan los bordes áureos de la conciencia de esas cosas que pasan pudiendo no pasar y aquellas que no ocurren a pesar de los mares ríos y mil arroyos de puras intenciones, que no llegan a ser expresión clara y nítida todos saben por qué incluso sin saberlo, ahí la dirección de opacidad y brillo.
|
| | | |
Temas similares | |
|
| Permisos de este foro: | No puedes responder a temas en este foro.
| |
| |
| |