1- Clara (1819 - 1896)

A la alegría del juego infantil
tú le sumaste la difícil gloria
de convertir la fugaz trayectoria
por este mundo ceñido a lo hostil

en un precioso regalo de luces
a descifrar y gozar en la vida
que la llevamos por poco perdida
de tanta muerte erigiendo sus cruces

y tanto loco creyéndose alto
desconociendo tu altura de madre
o tu inocencia de niña genial

como si sólo existiese el asfalto
o la estructura mental del caladre
y no tus gestos de fino cristal.

2- Alfonsina (1892 - 1938)

Ojalá me mirases desde el alto
prestigio de tus cielos y pensiones
que a tu mente le fueron ocasiones
para impulsarme a ser de sombra y salto.

Ojalá te supieras que el basalto
que me priva de gestos y razones
no impide que te tome en mis canciones
sin anuncios ni avisos, por asalto.

Que me sepas de lejos y de cerca
como alguien que te busca por quererte,
desde lo que no dice y lo que habla

con un papel sujeto en una tabla
este falto de luces que a la muerte
no sabe si se aleja o bien se acerca.

3- Juana (1892 - 1979)

Tú me entiendes, amor, desde la travesura
de maquillar los rostros, como tumbas y manos,
con solo mencionar la luz de los veranos
escribiendo sin saña su fatal hermosura,

derramando insistencia con holgada frescura
cuando toca decir que ni lobos ni hermanos
conviven en la luz de tus rojos tempranos
a la hora del cariño vestido de locura,

y salvando distancias de nombres y lugares
cuando desde otro siglo me llegas a los ojos
montando una marea de río grande y plata

para decirme inquieta que todos los pesares
no son más que una barca que arroja sus despojos
sobre quien por sufrir ni vive ni se mata.

4- Marie (1867 - 1934)

Desde el frío materno de una patria sitiada
hasta ese punto ardiente en que la herida
se impone como precio de salida
de lo oscuro del rayo sesgando la mirada,

desde las navidades con las manos heladas
recorriendo las sombras en crecida
hasta la lucha recia por la vida
que a la sabiduría le permite la entrada,

y desde lo fraterno destrozado
levantando razón sobre emoción
hasta el punto de quiebre de lo burdo,

tú y el jamás detenerse en lo logrado
como si dentro tengas la misión
de probar el tamaño de lo absurdo.

5- Boudica (30 d.C aprox. - 61 d.C. aprox.)

De muy al norte y azul todos tus ojos
de tan enorme y grave tus cabellos
extrayendo del cielo sus destellos
anclando entre tus manos agrios rojos,

que me quedan los gritos y cerrojos
de este necesitar que en los deguellos
se recite tu nombre entre atropellos
y aquel desestimar ganar despojos,

por una pretensión
de defender tu vientre
y atacar cada sol

para que nadie entre
en esa tu presión
de ser mi descontrol.

6- Mary (1759 - 1797)

A nosotros, de mente compuesta por temores
que por necesidad decimos quién es menos
como a quién le dejamos mirar nuestros terrenos,
de diversas maneras, sin sangrar tus dolores,

nos fuiste demostrando que resultan mejores
los trabajos que dejan atrás nuestros venenos,
y con piedad y gracia nos permiten ser plenos
si tú a nuestro costado nos marcas los colores

en los que el suplemento completa nuestra esencia,
si perdonas la infamia del error que lucimos
cuando negamos, ciegos, tu belleza de niña

danzando en lo imposible y cierto de la ciencia,
y tu madera ardiente de mujer que vivimos
si nos volvemos aptos para andar por tu viña.

7- Teano de Crotona (Siglo 6 a.C)

En una parte del tiempo pasado
era común el tratar al varón
como si sólo él tuviese razón,
estuviese o no mil veces errado.

Y en ese tiempo de luces escasas
le cayó en suerte vivir entre genios
que adelantándose varios milenios
le permitieron llegar a las brasas

que en cada cual arden indocilmente,
en esa espera que quiere ser fin
como principio de fuerza infinita.

Nos regaló, como premio silente,
la comprensión de que tiene el jazmín
en su brevura, del cosmos su cita.

8- Tatyana Ryzhkova - 1986 - ¿?

Al medio de la fuga lo raudo de tu calma,
como si al escapar de las calles sin nombre
cupiese el tener tiempo para mostrarle al hombre
de qué manera puede agigantar el alma,

como si a la mitad de la luz de un sonido
fuese posible ser luna y también espejo,
portar en juventud las maneras de un viejo
que de todo y a todo le sabe su sentido,

me transporta a lo cierto de tu mirar de almendra
cruzando las grafías que nutren cinco líneas
buscando devolver con solo dedos sabios

la visión y el sentir que la música engendra
en quienes sobrellevan sus emociones ígneas
placiéndose en tu hacer que sana mil agravios.

9- Gemma Luquin - 1977 - ¿?

Noche y mil madrugadas sobre el hombro,
ese llegar quebrado y a deshoras
a donde para el alma no hay doctoras
que puedan levantar todo el escombro

en que resulta el ser así, insaciable;
y por ello blandir tanta distancia
entre los que le exponen siempre al ansia
de ir más allá del gozo más sociable
la ingenua alternativa de vivir
un roce de tu boca en prescindencia
de lo que habrá de ser cualquier futuro,

porque sin pretenderlo haces sentir
que no existe dolor en la demencia,
y que me rondas más allá del muro.

10- Patty Orué - 1986

Tu dibujo de curvas y un montón de carencias
me pueblan el mirar
con tu felino andar
sobre diez mil vulgares intransigencias,

y me lleno de espanto reviviendo experiencias
de gemir y gritar
en el arte de amar
más allá de las nuevas y más antiguas ciencias.

Ligado a tu veneno
al roce que destroza
toda tristeza muda,

de tu imagen me lleno
vuelto animal que goza
de tu forma desnuda.