Contrapunto con J. Amorós

(Sonetos)

De mentes, dementes

Dicen que existen mentes prodigiosas
capaces de leer sobre el reverso
del tiempo lo esencial de un universo
sujeto a un tremolar de mariposas.

Yo conozco que hay otras peligrosas
por su proclive apego a lo perverso
que procuran que no se vea terso
el aspecto más limpio de las cosas.

Tal como están las lúcidas, las críticas,
preclaras, soñadoras de improbables,
sagaces, retorcidas, analíticas...

Y luego...-¿qué adjetivo eligiría...?-
aquellas que no son clasificables,
pongamos que la tuya y que la mía

Sin rodeos, dos entes divergentes
que se ufanan de ser mentes dementes.

Jordana Amorós.


II round – de contra

Perniciosa y mortal es la ventana
que permite verter los ojos llenos
en el pozo mental que los helenos
bautizaron de "dual" una mañana.

Ni prodigio ni magia, solo urbana
realidad trasnochada por venenos
le posee al escriba de terrenos
fantasiosos de sangre de avellana,
cuando quiere decir lo que se calla
cuando danza el soneto más horrible
cuando ríe su estatua de canalla.

No te juntes, Jordana, con tarados
que son pocos y parecen dotados
pero sólo son néctar imbebible.

Y si acaso ignorás mi portentonsa
advertencia, te invito a lo terrible
a ser puño tras ser una babosa.

Silvio M. Rodríguez C.

A la derecha... y con calzón verde...

Un primer golpe trae la noticia
de cuál será el cariz de la contienda,
y este tuyo, ha tenido, no te ofenda
lo que digo,finura de caricia.

Con afeites de pasta de cartón
me acicalo la piel para estas lides;
no tumba un derechazo, no lo olvides,
a la que lleva un siglo sin mentón.

Soy un peso pesado que en satén
envuelve sus pezuñas, pues reniego
del puño, me prefiero correosa.

Más no pierdas de vista de con quién
te apuestas nueve muelas en el juego,
que por algo me llaman " La Amorós-a".

Jordana Amorós


IV round – El ladrido


Me dejaste algo lelo tras pegarme
- con calzón de esperanza colorido -
al mentado magín tan retorcido
que se dice defiendo al no callarme.

Pero trepo a la lona, yo, tunante
con el labio partido y la mejilla
en carbón, por si logro la rejilla
que me escape de vos, alucinante.

Como ves, cuando quiero doy mimitos
que me llaman "maldad" los que me quieren,
"Satanás" las nenorras que me hieren

y "demente" la mente que en sus mitos
me proyecta bestial y consumado
luchador de lo abyecto y disipado.

¡Ya te veo buscando algún taladro
con el cual perforar tanto baladro
y si no, te jodés, muerdo y no ladro!

Silvio M. Rodríguez C.


Golpe bajo

Andaba yo esperando un un golpe bajo.
Resulta preferible al ripio flojo
que causa la impresión , con cierto enojo
de perecer a golpe de gargajo.

Ver hasta qué niveles me rebajo
es algo que hasta a mí me da sonrojo,
medirme, paquiderma, con un piojo
me cuesta siempre un poco de trabajo.

Mis patas unzo atrás,me sobrepujo
y a riesgo de un soneto desprolijo
equilibro el combate desparejo

Que hay que ver de qué modo me emborujo
la lengua porque siga el recocijo
de lo desatinado del festejo


Pero no fies mucho en este lujo
que sin querer la trompa la ensortijo
en cuanto huelo a caca de pendejo.

Jordana Amorós

El péndex

Nada más exitante que una enorme elefanta
cuando viste de verde y de apoco se agacha
hasta el llegar al límite que puede su bombacha
para poder mirar de cerca lo que espanta:

el sexo del pendejo, que de risa atraganta
y con lástima, pobre, sella su dura racha
venida a menos desde que mostró tener facha
mas no lo que resulta de una mente que canta.

Pero el péndex se yergue, sonriendo por lo bajo
porque sabe el lugar donde el oro se oculta,
por allí entre las piernas, en la sed que insepulta
le hace guiños calientes llamándolo al trabajo.

Recoge sin apuro del suelo su destino
y, contento, resopla su fiero desatino.

"¡A por más!" Grita el pueblo. "¿Pero, estos, qué sabrán?"
Se interroga el novato, mientras los golpes van
y vienen, con el ritmo que fija un huracán.

Silvio M. Rodríguez C.


Va por ti

O sea , que lo asumes.Acudes de esta guisa
a nuestro cuerpo a cuerpo,haciendo lucimiento,
con el calzón bajado, de todo tu instrumento
con la insidiosa idea de matarme... de risa.

Estaba ya, perdido todo comedimiento,
a punto de subirme tres palmos la camisa
cuando ante la sorpresa de cosa tan petisa
me he quedado sin habla y casi sin aliento.

Por lo que está a la vista, tú y yo sólo podemos
fornicar de palabra, conque afila a cuchillo
la lengua y hazme intensas las noches del verano.

Que al acabar la cópula verbal nos fumaremos
las ganas que nos queden.Si con un cigarrillo
te basta a tí, prepárame a mí un buen puro habano.

Jordana Amorós

El roce querendón

Cuando peleo recio, soy mitad
instinto cruel, mitad carencia pura
de ahí que dejo ver mi envergadura
cuando me acerco a dar mi no amistad.

A matar ni por lastima me juego
pues prefiero obtener lo conseguido:
sorprender y poner punto seguido
a tu impúdico ser desde mi ego.

En este panorama - insatisfecho
de sangre, mas colmado de demencias -,
decido contagiarme de cadencias

fumarme la memoria desde el lecho
y ser el predicado en erección
del roce querendón de tu canción.

Silvio M. Rodríguez C.

Round de match

Que cadencioso, maleta, atemperante
y querendón si hace falta a la contienda
te llegues hoy por si burlas la molienda
da que pensar que eres todo un atorrante.

Tienes el don primordial del principiante
que es el frescor y lo adornas con la ofrenda
del entusiasmo,y no hay quien se defienda
si entra en la lid tu razón beligerante.


Bastantes más aquejados de locura
he visto yo ,por las trazas me pareces
un buen chaval algo jeta y caradura

Si el round final a este ritmo tú me hablas,
y como aquí no hay más árbitros ni jueces,
declararé que termina el match en tablas.

Aunque, y no sé si al decirlo me equivoco,
tal como a mí, te haya a ti sabido a poco.

Jordana Amorós


En otros

Bien que sabe a muy poco la batalla jugada
cuando sin el enojo propio de carenciados
los implicados dicen la basta poquedad
que parida por dentro en los versos camina.

Digo "bien", digo "muy" por señalar que sé
más de vino y su sangre que de roces sin palos
porque nací de muchos para ser el rescate
con que habrá de pagarse el daño de lo ajeno
cuando fulano escupe y mengano se calla
en un triste binomio de estólida propuesta
que tiene por fin llanto y de principio mierda.

Mas, si jugar con fuerza tu mente te reclama
hay que solo burlarse del dolor, sumergirse
en el tedio parduzco... y renacer en otros

Silvio M. Rodríguez C.


Epilogo

De demente a demente, te confieso
que he gozado, que ha sido algo simpático
el intentar contigo un frenopático
a base de soneto y tentetieso.

El que estribase toda la locura
en inventar a golpe de un alcohólico
efluvio un verbo urente o melancolico,
sería ya aspirar a la cordura.

Es el mundo un airado carrusel
demoniaco y sin freno, pobre aquel
que no se apee en marcha con lo puesto:

Su extravío, sus sueños, la precisa
ración de humanidad y su sonrisa.
Y un verso, por si acaso, de repuesto.

Si es que echas en falta al loco amigo
que te dé otro empujón, cuenta conmigo.

Jordana Amorós