Los veo disfrutar con gozo pálido
de distracciones necias y aburridas
como si mantener mentes tullidas
les fuese obligatorio y así válido
Me llaman, me preguntan y me insisten
para que participe de sus juegos
que son un festival de puros egos
que de locura y drama se consisten.
Les hago un gesto vago, como un tonto
que sin entender nada de placeres
arrastra su vivir de loco viejo,
pues son otras las sendas que remonto,
otros son mis oscuros quehaceres,
así que doy saludos y me alejo.