Motivos de la ausencia y otros ensayos tristes
te poblarán la psiquis de noche y de mañana,
fija y constantemente como rutina insana
marcando si al dolor y al asco le resistes.
Entre la decepción y el hastío profundo
te deberás mover sin arrugar el seño,
con la fría mirada del que es patrón y dueño
de todo lo que habita en su precioso fundo.
Y si el llanto filoso y culpable te asedia
no abras las puertas nunca, defiende tu ciudad
con todo lo que tienes y toda tu orfandad,
porque así se construye el temple del lejano,
latiendo por encima de un destino profano
en un vuelo mortal que desprecia a la media.
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