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Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: Noveno decanato Vie Ago 16, 2013 6:22 pm | |
| 81- Puede ser
Puede que no se trate de quemar tanta noche de ir unos metros más o de quedarse sólo a preguntar si cómo es que se llega a lo que vemos cómo serán los próximos diez mil atardeceres qué expulsará el volcán en la erupción que sigue o qué busca el astrólogo en el fondo del Nilo.
Habría un objetivo una meta que ya no implique otras un punto desde el cual todos los otros no podrían perder esa capacidad de despertar la sed, un punto desde el cual, en sin embargo, la prisa perdería su tonta condición; sin caer en el grave engaño de absolverse ni en la lujuria ciega de flagelarse en vano, dejándolo pasar y dejándolo hacer pero por ir pasando y por vivir haciendo con la frente marcada por los pasos, portando la frescura en las maneras desde el cuerpo finito hasta su edad mitad deshielo tórrido y mitad indecible como una madre sola que jamás conoció a la que la parió.
Que vayan reposando las veredas que los árboles vean de aprender a dormir que cada nube sepa el nombre que le dieron los niños en sus patrias, para que así las hojas no obliguen a la búsqueda, para que los relojes mientan al dar la hora, las bacterias se llamen al suicidio se convierta el senado y todos juntos puedan escocerse pacíficos en el todo pasado.
Porque sí puede ser, es muy posible que inmerso en lo tangible de una mirada alzada no se trate de noches que se queman de avanzar los espacios o de parar y en calma preguntar quién colocó el espejo que creemos perfecto nos refleja.
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| Tema: 82- Lentes Vie Ago 16, 2013 6:32 pm | |
| 82- Lentes
Era entonces posible la ternura porque ya en su raíz se implicaba su basta como exacta memoria que habría de volver al punto desde el cual fue disparada, para escuchar que no se debe comparar para decir que uno jamás juzga y aunque una y otra línea sean solo mentiras se pueda procurar creer que sea cierto.
La calma va mutando como muta la fuerza de la diestra cuando son las toxinas las que desaparecen, como también varía la idea de los átomos en la mente del hombre que recorrió montañas.
Menos gente y por ello mayor público la selección precisa y natural que ubica frente a frente al que habla y al que escucha unidos por lo claro de un mensaje que pareciera no incumbirles de pleno a la hora de los gestos cotidianos en donde el nadador desprecia brutalmente cada gota.
Y todo sucediendo por la cruel dependencia de los lentes con los que solo puede verse lo ya vivido o lo posible acaso de vivir, pero nada que cruce el límite forjado de la imaginación -la ruta que transitan los que nunca pudieron con altas densidades-.
Aún así, el relato de miles de carencias frente a la explicación de su sentido, aquella ideología vivida y defendida, el secreto más íntimo quedando al descubierto -en donde una careta se intercambia por otra-, basando su valor desde los otros lentes aptos para ver sólo el interior. |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
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| Tema: 83- La otra vez Jue Ago 22, 2013 6:27 pm | |
| 83- La otra vez
Me senté junto a los muertos y les tome de la mano para poder preguntarles acerca de mi final,
el aire -no permitido- nos rozó cada palabra,
sabiendo que no sabía ni el lugar predestinado ni los últimos deseos -apto para compartir un montón de cielos rotos-.
Quisieron así acceder a lo que aprendí de chico al respecto de sus vidas, si algo de lo que ellos fueron formaba parte de mí
-la Historia, bajo la luz de una Diana indefinible de nuevo se hizo sonrisa sin dejo de vanidad-.
Pretendiendo yo sentir no pude expresar engaños, algo hacía que me fuera todo confesable y limpio, y la ausencia de reproches parecía -tanto- ser un manto de comprensión.
Sin mirarnos ni estudiarnos, midiendo todas las formas desde cierta lejanía, palabra a palabra fuimos llegando a los desenlaces.
Los que escribieron sin mancha sobre lo que otro escribió, los auto retratos pulcros recorriendo panteones, el reloj que se detuvo y que nos miró de frente, ocurrieron sin tensión.
De a poco fueron volviendo las notas vueltas sonido desde oriente y de occidente el paisaje fue cambiando hasta que encontré tu rostro justo detrás de la copa.
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| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: 84- De se hi d ai Lun Ago 26, 2013 6:28 pm | |
| 84- De se hi d ai
No hubo necesidad de echar abajo aquella enorme puerta, tampoco los agudos cerrajeros debieron laborar sobre la clave de su difícil -honda- cerradura; pues les cedió la entrada a pleno día evitándoles, simple, la fatiga de un feroz imposible, ofreciéndoles todo lo que entonces podrían conseguir captar, porque lo justo nunca es más que eso, lo justo.
Y no se dio con esto su partida sino que se quedó mirando en la distancia.
Se usaron nuevos trajes de nuevo fue surgiendo el contento olvidado, pareció que el invierno no alentaba tan frío y que el verano acuoso no empujase tan tórrido.
Se extendió sin conflicto lo largo del presente y en la sencillez clara de sus mentes las cosas parecieron casi burdas y no hubo nube densa que no se disipara.
Desde cerca siguió todo aquel argumento observando sin ímpetu.
Hasta que la palabra no cumplida desperezó su esencia entre las venas acuciando de tiempos enteros cada instante, impregnando de crueles encrucijadas rojas el breve atardecer.
Desde lo más profundo de todas las miradas la vil hostilidad parecía querer brillar impune, y en los labios cerrados, ya siempre, por las noches, se posaba una nota lastimera.
Más allá de los muros persistió su implacable persistencia.
Antes del final fueron hasta él, le hablaron de los hechos le dijeron que era preciso su regreso pero todo fue en vano, hacía mucho tiempo que no escuchaba al polvo. |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
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| Tema: 85- Segunda mañana Mar Ago 27, 2013 6:49 pm | |
| 85- Segunda mañana
La raíz del nogal que acabó como mueble lleva a la vista inquieta a ver los camalotes cuya vida fue breve y presenciada una mañana sin sacralidad, a orillas del riachuelo que no fue división sino el velo sencillo ocultando la unión de luz subterránea de un conjunto de almas cuyo destino cierto habitando en sus manos también era por otras que pasaba, quizás mucho más hábiles pero también más débiles haciendo de ambos bandos una misma pintura, de la cual el novicio habría de encontrar la conjunción en donde dos planetas no convergen en una curva móvil sino en la posición del astro que los guía, cuyo germen por siglos lo llevaron adentro a la espera del agua de su raza brutal y verdadera.
Sigue representándolo ya todo por no representarse ni el vacío, yendo de la película a la propia vida y de las escrituras a la propia palabra, venciendo en la batalla de diez mil intenciones desprendiéndose solo de la lógica como de aquellas cosas que tan humanamente llevan a otras que son siempre también las mismas una y otra vez - una y otra vez, como si en sí llevase la constancia parte de la belleza que permite y en ello no estuviese la condena del esfuerzo consciente respecto del talento recibido, el pequeño dolor que termina volcando el mirar a los lados por buscarse a sí mismo entre las sombras, el último flirteo de la gran vanidad cuya caricia es dulce a quien está muy próximo a partir, y que le prueba ahí su destreza adquirida que tanto le valió posicionarse y de la que no habrá de quedar nada cuando al abrir la puerta pueda iniciar el rumbo con la sonrisa indócil de quien ya no le teme por las horas.
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| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
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| Tema: 86- Mariposa cruel Miér Ago 28, 2013 7:30 pm | |
| 86- Mariposa cruel
Te hablarán de sus días con tono de total sinceridad expresando emociones que por dentro también los van forjando.
Dirán de una precisa y clara ausencia que ahueca las bisagras de lo inhóspito con la espera brutal, y que hasta las baldosas con su brillo les hacen recordar lo frugal de tus pasos.
Puede que a veces digan de rozar la locura en el par de horas antes del sueño agotador con una voz temblando por no llegar ni tarde ni temprano allá, hasta tus oídos, invirtiendo el humano empeño natural en resistir al menos otra noche.
Será también que hablando de sus cosas habrán de relatar algo de ti, para poder llamarte tendiendo algo de redes para que tu pasar en la memoria les sirva de alimento breve para seguir avanzando con toda la extensa caravana.
Mas, en cuanto a estos ojos serán los que lo noten, y será esta la piel que habrá de comprender el filo de la angustia que la de ellos podría desgarrar, porque también yo sé aquellas cosas duras que decidiste a solas siempre desconocer, porque llegué primero a ese lugar en donde los deseos de volver rugen intensamente,
y porque se precisa que alguien se desempeñe como actor de la distancia viva de los nudos que nunca pudieron desatarse, porque se da que alguien carga con lo que quiere sintiéndolo fatal mientras otros lamentan el afán que los hiere,
unos otros que están queriendo tu alegría sin considerar nunca que a ciertas mariposas tan solamente el fuego las atrae. |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
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| Tema: 87- Pertenencia Lun Sep 02, 2013 6:08 pm | |
| 87- Pertenencia
De un golpe es que aparece cualquier calidoscopio marcando sin agarres lo que tienes y aquello que no eres:
Debajo de tu cama esperan que suceda eso que llamas tiempo que la comprensión brote y se derrame que la lucha por fin sea confesa.
Se cumple el movimiento en el ahora en torrentes se deja caer la luz del sol sobre el filo mortal de las espadas haciendo refulgir los escudos cubiertos de oro fino.
Dos ancianos terribles, simultáneos frente al desgastadísimo tablero que continuo se bebe la extrema condición de carecer de diestra.
La hoz trepando sin pausa, en espiral desde los pies cansados hasta los ojos llenos proyectándose breve en el instante que abarca al que lo toma y lo concibe.
La tregua hecha vocablo entre gritos fogosos buscando la palabra -y en ella exactitud- que los quite del limbo ya perenne.
Implacables los párpados así vueltos paisajes para el artista mudo ante la imagen cruda de alguna realidad.
El dorso del escualo a la velocidad carente de medida por la que pasa un hombre implicando los libros más ocultos.
Las horas rotas, impunes que en un gesto conocen de un cansancio vencido por su propio e imperfecto recorrer siempre círculos amargos.
La mano que se abre para dar o tomar en la conciencia ebria de un corazón curtido que no perteneció jamás al reino bruto de tus amplias y rojas posesiones.
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| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
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| Tema: 88- De se hi de ai Vie Sep 13, 2013 1:55 pm | |
| 88- Décima segunda historia de aire
De la calle te llegan las historias, desde la cerradura del portón de tu casa hasta el ajeno y puro anhelo del que viste rondándote despacio, sin querer.
Pretendes que en secreto estás jugando cuando en tu mente mueves y dispones su nombre, cuando supones nunca notaría que estarías dispuesta a volver fundamento cualquiera de los verbos -grises, rojos- que te diga al comienzo de tus horas.
Pero mira despacio:
La vejez es que avisa que nadie nunca es tan diferente, pues es con la experiencia que se llega al placer o al dolor tras decidir destanciarse del prójimo bastando con fijar una mirada como propia, cual premio.
Y así, siempre de pronto una mañana o siempre bien llegado lo nocturno deviene el almanaque como un nuevo quebranto volviéndose la premura muy otra porque su origen no radica en alguien.
Se van asimilando partituras enteras las antiguas escuelas se dejan dibujar en esquemas que laten su cadencia sutil, y aunque la esfera sigue en sus eternos círculos su centro puede ser imaginado.
Y ahora vuelve suave:
De la calle normal con tus pasos seguros por la forma, cerca como un humano de otro humano existe lo posible de la fraternidad, de un acompañamiento solitario y distante que arrugando la frente -sin causar ningún daño- constituye respuesta a la aptitud para todo lo denso.
Y de la misma calle en la que nada es a todos los faroles podrás robar impía el sentir de la culpa que hace se apaguen sucias cada una de sus lámparas por no saber seguir laborando en el día.
Aquí cerca, tan cerca de esa calle los crepúsculos van asumiéndose sin tener a la mano ninguna buhardilla conteniendo el baúl donde en silencio resisten su sepulcro la cinta del primer vestido azul y a última rosa seca.
Y los cables de altísima tensión sacrificados solos sobre pilares fríos de cemento resistiéndose indóciles a alojar aunque sólo sea al paso al pequeño momento de reposo de algún pájaro negro, porque sus extensiones de metal se contagiaron hace mucho tiempo de tu inocente sed multicolor.
De la calle que supo de tu danza para que uno se ofenda y otro te admire cálidamente, con la pizarra abierta en la que se escribió acerca del difícil peso oscuro que gusta conllevar cada alegría y que leíste inquieta cuando sin entender tan sólo te marchaste.
De la calle que nunca haría nuestra unión y que recorrerán los hijos de los otros mezclando diez mil tiempos subverbales como razas que en un simple y brutal mirar de tórrido final lamentan sin dolor el entretanto vuelto instante no vivido.
De la calle que dejan atrás tus pies cubiertos por la voz atrapada en un latido que jamás pretendiste desmentir y que sin dudas, sientes, te reclama la entrega.
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| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
Mensajes : 739 Fecha de inscripción : 22/02/2009 Edad : 52 Localización : En tu monitor
| Tema: 89- Pagando Vie Sep 13, 2013 1:56 pm | |
| 89- Pagando
Lleva sujeto al cuello una argolla metálica conectada por cables apenas perceptibles a los nervios brutales de su conquistador, y sigue vivo aún sólo porque la furia alta como letal ha sido dominada.
No tarda la corona - materia distintiva - en abrirle la piel rajándole la sien y volverlo notable entre la muchedumbre que nunca imaginó llegar a formar parte de un algo que después se llamaría historia.
Mientras, en los suburbios se relamen las ubres de animales leprosos insanos por la sed de sangre, pus y bilis ganando las mañanas bajo la vista torpe de tanta catedral.
En la cara la ermita, fuego desesperante en el baile sin prisa de los homosexuales y en el más inocente rezo que siempre porta aquel hermafrodita que no sabe de crías.
Los sentimientos puros del que porta en las manos un instrumento fino pero que no comprende y la conciencia siempre difícil e inasible del objeto empleado que por saber se calla sus pasos en la lluvia y su mirada atenta cuando los demás ojos se rinden ante el sueño.
El deseo preciso de volver cuanto antes y el de ir por otro asfalto aún no transitado, el murmullo que llega a sus oídos solos y que se guarda indócil dentro de su mirada, lo que llegó a atisbar merced a su renuncia aquello que logró pagando como precio la terrible certeza de que será imposible que lo pueda ceder o incluso compartir.
En la tibieza azul recorriendo la piel y en el desorden liso de los dedos cruzando como sierras de felpa las sombras del flequillo de quien sonríe bajo las luces de las velas como si lo que vive no sea más que vida suya y entonces vida de todos y de nadie.
Y un monitor que sabe aguardar el momento de las venas en tensa disposición de acero mientras sucede el tiempo sin sucesos de guerra en el que no se cede siquiera la derrota porque aquello que empuja es lo que sentirá quien coloque sus pies fuera del calendario. |
| | | Silvio M. Rodríguez C. Admin
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| Tema: 90 Resignarse o no Miér Sep 18, 2013 5:47 pm | |
| 90- Resignarse o no
Como no era el dolor lo que buscabas le encontraste una simple solución, le pusiste unos días almanaque sabiendo que sería insuficiente para lograr de nuevo más engaño.
A uno fue que tachaste de idealista y a otro -de menor suerte- lo marcaste bajo el eslogan vil de vividor latiendo así tu cuota de gran juez, en las horas cubiertas donde a solas ibas como bordando decisiones las consecuencias firmes desde el antes que respirabas más tranquilamente cuando por fin dejaron que te digas - y no como quisieron y no como debieras y no como anhelaste y no con tus modismos preferidos - liberando de lastre el corazón con un poco de rabia y de confianza como lo hace el que quiere con afán - pero no los que aman - entre el juego fatal de la fortuna y la suerte y la gracia de tener dónde no permitirse una caída.
De la verguenza sucia y su intención, de la sonrisa rancia como ajena a quien quieres brindarla cual reproche al que te lo pidió y se la negaste el día que cruzó todos sus límites no por el acto en sí de realizarlo sino por realizarlo sin tu piel como motivo extremo entre sus ojos.
Para que puedas ver que alguien conoce aquello que se urde y que se oculta en los brazos que alzan al infante para después negarse a componer la carta que diría lo que quiere sin importarle quién es quien desea porque lo que desea es algo más que su posible humano tenedor, como objeto animado entre títeres cuyos hilos sospecha con espanto.
Página abierta a cosas que suceden electicidad pura en la epidermis electrone que ignoran la memoria y el aire compartido con extraños pero que están ahí, como unos perros cuyos dueños murieron de vergüenza.
Atropello de varias circunstancias gestadas entre noches y más días donde el hombro se dieron la ilusión y la crueldad de limpias pesadillas hasta llegar y ser uno en el plexo que sin darles sentido, sin embargo les daría una cálida antesala.
El amarillo, el negro como si no existiesen los lamentos por unos pocos besos contenidos cuando todos partieron hace rato dejando como seña únicamente la imagen de los dientes mordiendo un algo más.
Que le vuelcan de golpe a la entrevista con su pobre y llanera certidumbre, que le abren desde el plástico esperanzas de molde, que en su orden le permiten el desorden a quien terminará sin miramientos abrazando la mismas almohadas sobre la que jamás podrá dormir quien desea lo haga.
Que le amanece antes de las luces que bajo el vientre y sobre los tejados que estira mientras solo va sonriendo que quiere y no se halla.
Que en un pronombre cierto y relativo se bifurca sin una pretensión dejando marcaciones al final cual si el principio fuese tan asible como leer un libro y comentarlo a quien quiera saberlo y decir que lo sabe
y no para seguir como quien a lo mucho vuelve poco por una espera fina que conoce fueron otas esperas pero que llevan dentro el mismo nombre con ese sabor pétreo de lo que está de paso. |
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| Tema: Re: Noveno decanato | |
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