siempre viene alguien
que llega
finge
demuestra
expone se
para decirte que yerras

siempre alguien está
sin partir
ni llegar
aquietado
defendiendo te
para decir que aciertan

y a mí no me importa
que no tenga importancia
que todo me importe.

Me capto
como se capta el humo de un cigarrillo,
más allá del cáncer y de las publicidades
de las fotos en blanco y negro
y de las traducciones en 27 idiomas
sobre la mujer que no besé y que murió
en un bombardeo ahí donde no estuviste.

Me llevo a cuestas
como estandarte y como cruz,
con miles de lectores en el parabrisas
y millones de mí mismos en el calzoncillo,
pero
sabiendo que no soy esa puta diferencia
que cambia lo que yo mismo establecí:
el sentido lo pongo yo.

Te miro entonces
de nuevo,
y trato de meterme en la cabeza de que sos un milagro,
intento convencerme de que sos lo mejor que hay
mas
siempre viene alguien
siempre alguien está

y no me servís de nada.