algunas noches va hasta el muelle
con todas sus sombras en los bolsillos
le dice al oleaje la inquietud de su silencio
sosteniendo el pesar que le trepa las espaldas
desde la ciudad hasta lo más oscuro del amor que no sintió

el otro se levanta temprano
con la agilidad de los predadores
dispone su cuerpo y su mente para las cifras
que le pueblan el presente de intensidad
como un volcán que no conoce el reposo

aquel de entre todos más oscuro
expone su sed con desmedido dominio
encontrando en una mar y en otra estanque
haciendo la suma que le azota de vacíos el cuello

también el que busca en los almanaques
más antiguos
manifiesta sus hallazgos en el pub
para diversión del barman y el DJ
que en secreto lo consideran un loco bueno

todos viviendo en mí
con la libertad y la altanería
proveída por el desencanto
y esa alegría triste
de ir más lejos que toda distancia

donde habitan los pocos que son muchos