¿A quién crees que le hablas
cuando articulas tu boca
en dirección a mis fauces
que no conocen derrota?
¿Piensas que ese dolor vano
que transportas en tu eslora
lo provocaron mis yerros
y no tus horas ociosas?

Te equivocas; simplemente
es mear fuera del tarro
querer que el mierda te asuma
la rotura de tus lados,
que este basurita odioso
asuma ser tu descargo
como si no fuiste siendo
quien casi le empañó el halo.

Mejor encerrate lejos
de todas mis emociones
que de paciencia yo pierdo
y me estira darte azotes,
o llorá tu infancia toda
frente a María y los dioses,
quizás ellos sepan más
del amor y tener prole;
yo solo busco y encuentro
donde los simples se rompen.