casi un desmayo
o una erección apacible

la violencia de una copa vacía
y la de una boca respirando sin su par

la teoría de los gestos
contenida en dos botellas

liberando más de lo que se aguarda
y
por ello
la justificación de las montañas y sus nieves
en el momento de ser parte de las suelas
que anda el que sonríe
su fe por entre los solos

el papel higiénico
los nombres de todos los personajes
y los títulos de todas las novelas y todos los poemas
atragantados sin misericordia y vomitando piedad
en la garganta de una canaleta
llena de pasto arroz y alas de pájaros
por no decir tu incertidumbre

me dicen que tú me dices
en la queja callada del mirar equidistante
medido
más allá de la culpa pero en la pena
que grita la piel a solas
y que sólo saben las ventanas
lo posible del fragor
sin una esquina forzosa
ni contrarios mordiéndose el pasado
con solo dos llenos mordiéndose los labios inquietos

como si el resto
habitara desde siempre en los hombros
y tocar un alma fuese el trámite
necesario
de uno y otro lado
para tocar el propio esquivo nombre