Dualidad 101 217
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Silvio M. Rodríguez C.
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MensajeTema: 5    5                                EmptySáb Mar 24, 2012 10:00 am

Nota eterna

Suena un disco que no conocía
Como tantas cosas que tengo
Que tiene cualquiera, sin saberlas
Y que surgen de pronto develando su antigüedad.

Subyugado por los sonidos apareció el impulso
Querer saber quién era el autor de esa música
Cuál era el nombre, de qué se trataba, qué era
Y ya iba a ello, cuando la intención perdió sentido.

Entendí.

Una música proveniente de una tierra poco conocida
En donde nadie habla, y nadie es particular
Donde los gestos se confunden con la inmovilidad absoluta
Y cada pensamiento constituye una nota eterna.

Desde esa tierra y a través de un hilo
Que es el camino que roza la locura
Llega la densa y serena historia de estos sonidos combinados
Precisos por su envergadura, sutiles por su fuerza.

Exhalé.

De todos modos, como soy humano
Fui hasta la cubierta, sabiendo ya lo que vería
Liberé a la penumbra de su compromiso diario
Y con la luz encendida observé que no había nada escrito.

Recordé el tiempo en que algo me sorprendía
Casi sonreí, ese privilegio de ciertos ancianos
Y con dos suaves pasos llegué hasta mi equipo de música
Y el disco no estaba, y el equipo estaba apagado.

La música seguía.

De esto hace varios años, o ninguno
Y desde entonces no recuerdo haber regresado
Me queda la imagen de un hilo
Después del cual me convertí en pensamiento.

Smarc
19:50
27.03.02

Figura real

Mientras vuela chilla un murciélago
Me llega el sonido que atraviesa la ventana
Forjo su imagen ensuciando la luna llena
Lo libero de su pasado, atándolo a su futuro.

Soy un juguete de mi mente, lo adivino
Es ella la que arma mis sentidos, más de veinte
Por ella contesto el teléfono, desestimo fantasmas
Y me encierro en un vacío en donde oculto mi fe.

El terror pagano, esa sombra entre las sombras
Intenta tanto fondear mis abismos pretendidos
Que me tomo la frente, que niego con la cabeza
Que incluso casi acepto la condena de un rostro.

Ir cuesta más que permanecer
La voz no siempre implica al oído
Por esto una roca puede volverse asiento
Y un camino, un reposo.

Aquel sueño de vencerme, todavía latente
Que para lograrlo habría que primero vencerse
O el otro, el de conquistarme, todavía pospuesto
Que para lograrlo habría que primero escalarme.

Entonces, de pronto, como todas las cosas
Las cuchillas vuelan atravesando los espacios de la noche
Vuelve la claridad, los sucesos que superpuestos
Se fijan en planos diferentes, que son captados, comprendidos.

Retorna la conciencia, o su idea, con la plenitud de la duda
Que no alcanza, porque de vieja ya apenas se sostiene
Victoria del orgullo todavía indócil, todavía útil
Que todavía encuentra divertido sanarse las heridas necesarias.

Mejor la madera seleccionada, que también acabará
Y alentarle a que persista y sobreviva a los huesos
Que erigir un pedestal del más vanidoso cemento
Y alentarse a uno mismo pretendiendo durará un poco más.

Es el viento el que hace que la cortina se mueva
El mismo que con brusquedad inocente agita el agua del mar
El que con su ausencia remarca su historia
El que en la mente de alguien es figura de movimiento.

Al agua, quién le abrevará su sed?

Andrea
20:39
27.03.02

Escrito, escritas

Apreciando las formas bellas
El moreno cuerpo de ella girando en la cama
La victoria del sentido frente a la lucha de los opuestos
La dimensión de su cintura y la dimensión de su cadera.

Las burbujas de la cerveza emergiendo a la superficie
La voz de Sade implicando quizá la muerte, en otro idioma
En un jueves que quizá todavía sigue rigiendo Júpiter
El encendido de las velas en la judería, 10 minutos antes de la puesta de sol.

El alma que pudiera ser lamento
Con esa manera de deslizar los dedos
Sea sobre rostros, cuerdas o teclados
Capaz de matar y de pretender amar.

Pasarla bien, sobre los alfileres de los nervios
Erizados y clavados, la saña de los actos
La otra cara de las formas, su crueldad
Y todavía otra, que las presiente a ambas.

Queda escrito, la noche en el burdel, la elección amorosa
La profunda pena por el cuerpo por el cual se paga
Y la delicia de someterlo, la expresión del rostro que acepta
Que al aceptar se entrega, y al entregarse desea, y al recibir, posee.

Las rameras, las putas, las cortesanas, las damas de compañía
Y la Compañía de Jesús, y el drama de Ignacio antes de su santidad
Junto con el contrabando de cigarrillos en la frontera con Brasil
Hacen de la panza llena un acto breve que puede, también, dejar de ser.

En tanto Edward Payne descubre la viola de gamba
Cede a la intención de escudriñar un universo descubierto
También él se aparta, también él es presidente de la Cremona Society
Y también los rasgos de la cara y las manos de quien lo encontró ahogado
Esa mañana – que también fue noche – en el canal de Wendover.

Las palabras quedan escritas, prisioneras de su libertad
Las que nombran el momento intocable de un alba
En el que mi mujer amamanta a mi hija
Para enseñarme, años después, el valor de ser espectador.

Los ámbitos proponen, como tahúres que saben lo que hacen
Y adentro gira la posibilidad de un giro, el timón que también es molino
Ruleta y rueda, fortuna y destino, cosas
Que le ocurren a alguien, que pudiera ser otro, que sigue buscándose.

Smarc
13:36
28.03.02

No son más

Paz en el desierto y en el mar que es mi ciudad
La difícil calma en la geografía de mi existencia
El orden captado y que no desestima ninguna situación
Mis gestos conocidos cuando escucho la brisa sabiendo que moriré.

La posibilidad de una redención, o de una reencarnación
Para quienes, queriéndolo, no encontraron la ceguera necesaria
Para remar en la dirección que sea, pero que sea propia
Ante el acantilado de mis rodillas, que están, a merced de mí.

Cuando llama, cuando llega, el aviso y la realización
El primer brote de la siembra, y la primera espiga
El lazo entre lo procurado y lo logrado
Un simple vaso de agua y una simple página imposible.

Una serpiente y un alacrán viven dentro de alguien
Que parece dormido, que parece poder despertar
Pero que ciertamente está vivo, y está despierto
Y que simplemente aguarda la señal que espera su corazón.

A veces sólo unas palabras son necesarias para forzar el sentarse
Se niegue o se comprenda en alguna detención habita un avanzar
La sonrisa provocada se juega con el daño hecho al otro
Y sin más y sin menos, sólo la transmisión de serenidad puede acabar.

Algunas hormigas trepan a la cima de mi escritorio material
Leen lo que escribo, lo aprenden, y parten para repetirlo
A quien me investiga, a quien necesita saber qué es lo que sé
Y esto lo sé, y ahora esa entidad sabe que lo sé, y ambos sabemos.

En seis meses, seis meses no serán seis meses
Aunque seguiré siendo lo que fui, como ya soy lo que seré
Un instante de entendimiento tras millones de instantes de lucha por alcanzarlo
La desesperante realidad de poder posponerlo y sin embargo no hacerlo.

Y así la vanidad, pretensión de triunfarle la distancia al equidistante
O la tentación de una alegría que habrá de terminar en congoja
En las manos, en la decisión, en la mente, en el corazón
En Wagner y en Cortázar, en el pórtico de un almacén y en la nave central de un monasterio.

Admiro mi tensión, la endorfina que libero es mía propia
Quiero más, la violencia me persigue, escondida tras mis ojos
Me guía la sed, me impulsa el hambre, y yo contengo mi arrojo
Y las bravas potencias no son más que mariposas que morirán sobre el agua un arroyo.

Andrea
28.03.02
14.13

El escapista

Dice que ve lo que yo escucho
Figuras semihumanas a los costados
Proyecciones de la mente, sus juegos secretos
El resultado, quizá, no de la soledad, sino de una ausencia indecible.

No siente, de momento no es capaz de sentir
Está en el reposo de los sentimientos, en el limbo
Le quedan las emociones, fuertes o tibias
Que habrá que encausar, encontrar el camino de regreso.

A dónde ir si se trata de volver?
La posibilidad de una ventana en el tiempo
Un hueco en la estructura del mundo
El entendimiento y su causa primera, insuficiente.

Oraciones calmas, sonidos entrecortados
Jadeos regulares del espíritu cuando se ve en la tiniebla
Y el cuerpo, que es el suyo
La piel que porta, sus manos que entrelazadas no alcanzan a enlazar.

Quédate esta noche, le dijeron,
Una parte de mí también se lo pidió
Pero debía marcharse, esa era la trama
Quizás un día, un día, acaben las opciones.

De la continua repetición la generación de una alternativa
O de tanto abrir y extender el abanico brillante llegar a lo único
La tela de araña que se cierra en sí deshilándose metódicamente
Hasta dar con su centro, que es su vacío, después de atravesar su inicio.

El cosmos se concentra impasible, y aguarda en movimiento
El bravío mar que lucha por agotar las fuerzas de un cuerpo solo
Una sola estrella reflejadas en un par de ojos que no la miran
Y debajo el abismo, que ya comienza a sospechar sus pies.

Lucha de agua que haciendo camino busca su cauce
Dolores extraviados que pretenden unirse en un sentido
Y nunca es tarde, salvo una sola vez
Después de una vida en la que siempre fue demasiado temprano para todo.

Entre una espada de ónice y la pared del destino
Con el solo recurso de su propia mente fatigada
Que en su esfuerzo halla el reposo para no desistir
Batiéndose para desaparecer de un sitio y llegar a otro más íntimo.

Cuando niño, le daban premios
Si no, él se los inventaba.

Smarc
29.03.02
12:33

Misión

Vuelve a tu tarea, réprobo
Trabaja con tus penas y con las ajenas
Penetra en las honduras de cada lamento
Y roba del infierno el nombre de cada sufrimiento.

No te escondas de la tristeza
No le esquives los zarpazos a la angustia
Que por desesperante y desesperado que sea tu esfuerzo
Nunca será más del que puedas realizar.

Perdido, aunque sobrio en la taberna más barata
Ajeno de todo romanticismo, de toda imagen literaria
Astíllate los ojos con las púas de la realidad que te huye
Sujeta a tus fantasmas e imponles tu propio orden.

Despójate de todo golpe violento
Apodérate de los que son constantes
Se fragua, fórjate a tu medida
Templa tu vida con la muerte.

No más caminos por las calles
No más viajes a través de las noches
Despídete ya de los días de sol
Y borra de tu mente el sueño de la caverna.

Ve hasta lo innombrable
Es ahí en donde deberás saber habitar
Te va todo en ello
Un todo que aprenderás a saber.

Comienza, es tiempo
Que hay inviernos en los corazones
Que el polvo ha entrado en los templos
Que aquel niño que mira, te está mirando a ti.

Andrea
12:53
29.03.02

No hi d a

Largo es el camino y más largo el caminar
Se ha perdido el viaje, todo es sólo ruta
En el lugar del corazón se ha instalado un tambor
Y hay un río contenido detrás de los ojos.

Sin mapas, con el recuerdo de los peligros
Sin todas las facultades tener que juzgar
Todo el día hasta la noche
Y toda la noche hasta el primer cañonazo del día.

Hay nubes rojas, y el polvo que se acumula
En la áspera tela que cubre el rostro
Tiene olor a azufre, tiene olor a perdición
Pero la mano sujeta el bastón, y el bastón fija una parte del mundo.

Dos balcones separados por una geografía
De calles por donde transitan los sicarios
La voluntad de los fanáticos y la de los consagrados
Una vela en cada una de las habitaciones que ocultan a quienes se desean.

En el anhelo ha mordido la serpiente del temor
Vida y muerte en los labios que musitan su pasión
Niebla íntima en donde la historia no hace luz
Se pretende avanzar porque no se puede permanecer.

Ella sigue las cuentas del rosario, que fue de alguien
Él acaricia nervioso la daga impetuosa en su cintura
La madrugada se hace eterna, se ve venir la imagen
La suerte y la decisión, las consecuencias del cariño.

- No te apresures, que la vida no será más breve
- La calma es buena a una edad que no es la mía
- Todo acabará si con nosotros no acabamos
- Decir es mucho pero hay victoria en el silencio

Dos destinos en los dedos de una mujer anciana
Tres diferentes cosmologías unidas por la ignorancia
Alta tensión de un equilibrio a punto de quebrarse
El sueño por el cual uno de los tres robará el ajeno.

No hubo guerra, se evitó toda contienda
Nadie construyó ningún puente
Nadie terminó ningún viaje
Amanecieron despacio, cada cual sabiendo su nombre.

A veces ocurre el olvido
Y un ángel en un solo momento
Sonríe en todos lados.

Smarc
30.03.02
11:43

Nacido en la tierra

Se caía el mundo a cada paso
Lo que decían estaba errado
Pero no daba con lo correcto
La crítica impura, la descomunión.

Vidas ordinarias y creer que son valiosas
La mano de Miguel Ángel y las orejas del sordo
Lo que me pasa cuando entiendo una necesidad
El agua misma que a mi rostro no llega.

La hoja que aguarda en alguna farmacia
En la que se ha escrito el nombre que llevo
Mi conciencia de ella, la realidad de saberla
Para preguntarme qué será de ella cuando cumpla su misión.

Había tanta fuerza, y todavía queda tanta
Si hubiera una razón que no sea la de Dios
Si de una manera más cercana demostrase su existencia
Ese ser al que espero persiguiéndolo cada vez que respiro.

El césped mojado en la noche de la confesión
Cuando a alguien le dije, cuando con mis ojos le dije
- No son míos tus pecados, no son míos tus errores
Y le evité el peso ignominioso de las cosas que yo sabía.

Tantas mujeres y tantos hombres
Para llegar a la idea de una ternura materializada
Toda idea para una sola vivencia
Toda vivencia para pretender una idea.

La espalda al mundo, el rostro entre sus senos
Es niño y es hombre, como es madre y es amante
La puerta tan abierta, la caballeriza repleta
Los criados despiertos, y el corazón apretado.

Un dialogo que explica y no deja de ser sincero
Esos deseos a los cuales se les atribuye altura
Y algo es bajo y algo es alto
Y uno juzga, y cambia el tono, y es el mismo.

En los muslos del alfarero
Que quiere ser orfebre
En la manos del atleta que se juega en la carrera
Que seguirán vacías o quedarán llenas al terminarla.

En cada espacio del mundo la posibilidad de una lucha
Y en cada lucha más de una posibilidad
Los recuerdos que no implican entrega alguna
Por un futuro que pudiera no implicar ningún recuerdo.

Intraducible, como los juegos más complicados
Limitación emocional que forja la soledad
Nacido en la tierra, hecho de polvo
Pero lleno de agua para saciar o ahogar.

Andrea
12:08
30.03.02

Inter 11

Noche, acostado, mordiéndose las uñas
Nadie sabe si retiene una sonrisa o un llanto
Sabemos que su corazón es libre
Y que sus ojos, de otros, prisioneros son.

Pareciera que mañana será un buen día
Que habrá un encuentro, algún hallazgo
Pero el año que viene, cuando sea lo mismo
Sólo dormirá, con las uñas intactas.

El valor de las horas más difíciles
Haber estado ahí para no volver a ellas
Besos y caricias a lo que será nada
El duelo que permite un alumbramiento.

Decían que no, y no por eso sostenía un sí
Calló de apoco su afirmación
Parecía oculto, pero no velado
Sabíamos que el tiempo era así, con él en él.

En otros sonidos calidad sin emoción
La destreza que por carecer de una intención extrema
Se quiebra sobre la piedra torpe de un sentimiento puro
Y sobre tantas cosas el gesto de la fiera cuando espera.

Audacia en la piel del que fue el más joven
Llegar ahí a dónde nadie ha llegado antes
E ir por más, sabiendo después que es condena
Y aún por más porque pudiera no haber más.

Hilos de acero, y también, hilos de plata
Los hijos que dieron su primer beso enamorado
El primer contacto de la mano en una puerta ajena
Maravilla o decepción luego de la elección, que fue humana.

Día, con las piernas cruzadas, mil libros
Fresca el agua que lo bañó, fresca la que bebió
La platica liviana sobre lo que llamaron profundo
Como si lo todo lo previo no hubiese sido más que búsqueda.

Andrea
30.03.02
12:29

Noche XI

Enterrado en el frío, sin aceites
El aroma no buscado, esa triste condena
Los suspiros que duelen, los que no se pueden comprender
Pero que se sienten, como cuando un ser humano siente a otro.

Sé cuando es sencillo lo que digo
Sé cuando hago fácil lo que digo
Sé cuando lo que digo es enteramente cierto
Sé mi ignorancia, porque sé mi vida, entera.

Por algo la cuerda cuelga al borde de lo que veo
Como una sonata al astro que no tiene vida
Y que impulsa o retiene alguna
Inconsciente de una conciencia ajena, lejana.

Más allá de la noche, o en ella
Las preguntas, que son modos de acercarse
En el medio de una semana que declararon santa
Porque todo era respuesta, esa manera de llegar.

Aquí la vela que se apaga
Mis dedos que se mueven sobre lo que siento
El alma mía que no desborda
Que se intuye, desesperada, pero paciente.

00:00

Oleaje, la imagen de la estatura en el ventanal
El pelo desordenado y el corazón en batalla
La cama que espera ser habitada
La intención sincera que se convierte en lágrima.

Ya nadie, la cosecha más cruel
Para que en lo íntimo algo estalle en soledad
Con un “ya no puedo más” en el bolsillo
La pobre moneda que alguien de igual medida espera.

Yo sabía sus nombres
Ellos jugaban con mi futuro
La historia no fue más que pecera
Se cambió el agua, yo estaba en ella.

00:04

Se hace un globo de aire en el pecho
Que a su modo es gas, para algunos poetas
Y que prisionero sabe debe ser libre
Escapa por la boca, precedido por la tos.

Estoy a caer, en medio de la lluvia
Todos quieren salvarme
Pero nadie puede salvarse
Yo soy nadie, yo puedo salvarme.

Si un manto, que pudiera ser una mano
Tocase mi cuello como imagino es posible
Si en todo este dolor, en verdad, hubiese una esencia
Sería, como es, más intenso que sospecharlo.

Siento lo que imagino, y ya ven
Lo que imagino me hace sentir
Me llaman y termino por volver
Y aún así me quedo aquí, con mi piel incomprendida.

Smarc
00:11
31.03.02

Nocturno X

Se trataba de un piano, estuve ahí
Pero en realidad era una catedral
Como una guitarra observada por un arpa
El lienzo y la túnica al lado de la imagen de la mujer deseada.

Por el granizo, los corazones permanecían inquietos
En el dolor de la tristeza encontraban alivio a su angustia
La felicidad ahondaba sus destellos en el peligroso futuro
Despertando la ansiedad aplacada solo por el sufrimiento.

Schumann frente al piano
Alguien frente al espejo
El aire en los pulmones
El secreto deseo de Dios.

Nada es más grave que querer algo
Y nada es tan serio como entenderlo
Yo sé cuando le esquivo la hoja al cuello
Cuando goteo una idea y yo mismo la recojo.

Cuando nacieron las estaciones, en un principio
Y todavía los laureles despertaban tibiamente la codicia
Había habilidad y premio en la destrucción de un corazón
Por un caballo de Troya o una carta envenenada dirigida a quien se amaba.

Después vinieron los cepillos de dientes
Los análisis de sangre y Kant a los 15
La prueba que marcaba la propia capacidad
El golpe que mella en un rostro y ese nombre que no basta.

Hay un arrecife donde se eleva y se hunden las penas
Me lo dieron las flores que nunca cultivé
Los hijos que quedaron dentro de mí
Porque no pude ofrecerme tanto, porque tanto me temí.

Conmigo en la noche, en la que todas las baldosas resbalan
Donde cada palmera es una hoja mojada por el agua que viene del cielo
Es el punto en el que el tiempo llamado el cuando cita tu posibilidad
De manera que el peso se gane también su propio recipiente.

Weber que invita a la danza
El sonido que hacen los talones en el suelo
Tres premoniciones y ninguna certeza
Jesús Ben José y la culpa mascullada de West.

Toda mi historia no es más que historia
Un insecto en algún monitor
A pesar de Cneo Pompeyo y la belleza que adora
Los documentos que harán dinero en algún portafolio duro.

No es de mí de quien hablo
No es de ti de quien hablo
Hablo de dos personas
Que no necesitan de mí.

Andrea
00:34
31.03.02

Noche XII

El tiempo, lo sé, es más que las formas de medirlo
Cada esfuerzo es más que sus resultados
Como el beso imaginado es algo que no se escribe
En tanto no se sabe el destinatario de esa intención.

El río que no ahoga, que se limita, caballeroso
A simplemente permitir la realidad de una caída
Por la cual, si no se pide, al menos se sabe el poder pedir
Para acceder a la altura de ese eslabón que eleva o extravía.

La vida del que en cada vocablo fija un compromiso
El arte por el cual señala alguno evitando quedar fijo
Esa inteligencia que se basta pero que no llena
El alguien expuesto, pero con fuerzas para seguir encerrado.

Volver a su lado, me susurran las luciérnagas
Mi anhelo niebla mis ojos
Pero en mi torpeza me defiendo
Pues no será el deseo el que me haga volver.

Hasta aquí debe llegar quien espera que vuelva
No hay razón al polvo que habita en mis sandalias
Como no hay quietud en el movimiento de quien no comprende
Como hay calma en la llama de quien admite su tribulación.

Es tarde ya, me diría
Evocaría tantas cosas, que son razones
Pero serían suyas, los colores de su alma
Que yo admiraría, pero que no querría.

La vida que creo mía
El bocado en el silencio personal
En medio de la fiesta de las explicaciones
El toque y el tacto, el que mira con la piel.

De qué le va a servir a quién mirar por la ventana?
Qué es el hielo cando recorre la espalda?
Tantas veces las nubes, como tantas veces el mar
Y una sola vez el pasado de quien estando enfrente tendrá futuro.

No es fácil, porque no es divino
Ocurre aquí, entre ustedes.

Ya el reposo, la cuota de olvido
El sueño que pudiera no ser resultado
La muerte probable, la vida posible
El hermano que espera ver al suyo mañana.

Smarc
01:02
31.03.02

Enlaces

Amaneció más temprano aún
Y ya estaba la fría llovizna
Royendo muros
Buscando desnudeces.

En occidente, cuando el sol está más alto
Siempre hay una carrera, lo que nos queda
Del aquel circo que inventaron nuestros hijos
Los olvidados de Abdera, nuestros descendientes.

Antes, también, estuvo Lemuria y sus gigantes
La raza que pereció como sabrá hacerlo esta
Con los temblores antes de llegar al lecho
Con el sudor que empapa las sábanas del soñador.

La enorme lista de detalles de que se compone la Historia
Y no la vida que siempre habrá de ser parte
Hasta que retorne o hasta que llegue
Hasta que de algún modo quede fundida con su finalidad.

El miedo le había mordido un pulmón a Chopin
Una tarde, en Viena, antes de la caída de Varsovia
Antes de que Sand lo dejara a su propia idea de suerte
Para que también una llovizna le hable de muerte.

Muchas horas tuvieron que pasar para que la luz vuelva
Y algunas horas más para que alguien al fin lo note
En la bañera ella llorando su juventud, arriba
Donde no llegan las visitas, de donde sólo quiere salir.

Te complicabas las horas
Por dormir tanto
Por esperar poco
Por quererlo demasiado.

Todos podrán ir a buscarte
Pero, por cuántos has ido tú?
A quien le diste esa palabra
Que no era necesaria para ti, pero que tú la tenías?

Ya están en camino
Vienen a buscarme
No a llevarme
Profunda distancia.

Nos veremos esta noche
Diferentes, en otro silencio
Uno de los dos con más gaste en el rostro
Uno de los dos más grande que su cansancio.

Andrea
31.03.02
10:30

Silencio

Todo está abierto
Salvo algunos corazones.

Smarc
29.03.02

Silente

Todo está cerrado
Salvo algunos corazones.

Andrea
29.03.02

Después del naufragio

Después del naufragio
Sobre la arena
Entre palmeras nuevas
Mirar el cielo extraño y así conocido.

La promesa se hace más fuerte
Que la tormenta sin refugio
Ese tiempo atrás que marca
Uno nuevo donde no hay huellas.

Vuelven los latidos
Más nítidos y amplios
Que comprendiendo el abrazo perdido
Impulsan a adentrarse en lo descubierto.

Ternura real, y pura
Que compensa lo sabido
Las cosas simples, aunque profundas
Dos o tres gestos, y nada más para sonreír.

Todo sigue siendo posible
Y de algún modo es inicio
Porque no hay duelo en la despedida
Porque lo que fue no le pesa a lo que viene.

Después de haber pagado
La bravura reúne sus fuerzas
Siempre es poco, y siempre basta
Cuando el corazón apuesta por sí.

Otro nombre y otro cuerpo
Que en parte definen lo que llega
Ordenando cada estación presentida
En un marco donde la ausencia ya no brilla.

Todavía quedará la cacería
De momentos generados
La prosa y el verso
El canto y el mensaje.

El tiempo que se aterra a sí mismo
Que espera la palabra que lo sostenga
Mientras las sospechas, ya pálidas
Se quiebran jadeando frente a su espejo.

Estará prohibido, como casi todo
Pero no hay prohibiciones para los náufragos
Ni condena para los que habiendo sobrevivido
Conservan la actitud de exponer lo que son.

Smarc
01.04.02
23:05

Neo

Entrañará cosas como pocos
Algo de cariño y una fe tozuda
Un aroma impreciso a orquídeas
De cuero, cinturón y sandalias.

Será a tiempo, a su hora
Cuando tarde y temprano
Se fundan en un camino
Como dos ojos en una mirada.

Perdido en lo helado conocía el rumbo
El frío era nieve, y el hielo sólo agua
Los azotes del viento que ríe
Y los pasos sobre una resbaladiza alfombra.

Cubriendo la roca
Como quien oculta un después
Mil formas de agua
Alentaban y golpeaban el paso pretendido.

La construcción se hará visible
Ladrillo por ladrillo
Cosa lograda, el poder de un gesto
Sucediendo a la espera, ocurrirá el acto.

Se dará ese vuelo tiempo atrás profetizado
Majestad individual y soberana
Pletórica de una humildad casi imposible
Sobre la tierra y el agua que fueron su vía.

Ahogado, no pereció
Lo salvó lo posible
La dureza de una bondad
Envuelta en un intento intenso.

El placer y la gloria, como opuestos
El sujeto que ve caer el predicado
Que aprende a estar solo
En el medio de una página emocional.

Seguirá creyendo
Y dirán que la tensión no es poca
Y en sus palabras vibrará un temor extremo
Aquel que siente el que ve lo que ni fue ni es.

Seguir será el cuello
Llegar o partir los hombros
Para que de tres feroces columnas
Persista el que las asuma.

Andrea
23:36
01.04.02

El instrumento

Uno

Despacio, sin lentitud
Despojado ya de su entorno
Y todavía atento, corpóreo
Durante los últimos instantes
Que preceden a la unión primera.

Espacios de nombres y cifras
Enjambre difícil de entender
Si no se sabe que una reina existe
Y que todo esfuerzo nunca será en vano.

Algún juicio se deja escuchar
Voces humanas en el alrededor
Pero no son sus palabras las oídas
Sino el murmullo lastimero que no quiere serlo.

Habría más imágenes, de nuevo
El fondo permanecerá un tanto lejos
A ver si los ojos no se dejan deslumbrar
Y terminan adorando lo que no existe.

Pruebas físicas de lo metafísico
El dolor que señala otra vida que es la misma
Junto con el olor de las mujeres con uniforme
Después de ocho horas entre vidrio y alfombra.

No hay desesperación por ninguna opción
Es la posibilidad del fin lo que a alguno aprieta
Aguardando una confirmación de deterioro
El día en el que el iluminado llega al centro.

Brilla, para los ojos opacos que lo miran
Resplandece para los bien intencionados
Y es guía, porque ya es ejemplo
Para quienes quisieron ver a lo que lleva un salto.

Dos

Cuida, que los terrores ya saben tu nombre
Filas enteras de guadañas esperando
Fuerzas concentradas como pocas pueden
Todas listas para destrozar de un golpe tus creencias.

La culpa de tu propia soberbia y sus cambios
A la luz de una lámpara que se hace vela
Algo por alguien, y algo por todos
Para que seas tú quien pueda intuir al todo.

Sobre un corcel viaja la esperanza
Sobre una nube la certeza
Pero es en tu corazón donde está el viaje
Y es tu mente la que decide emprenderlo o no.

Mira atrás, por un momento
Y no recuerdes los logros
Sino los proyectos fracasados
Por alguien visible en el cual confiaste.

Siente la llama del temor en tus entrañas
Aclara la vista, respira y admira la posibilidad de error
Reposa del paisaje, pero no reposes de ti
Lo que sigue es mucho, puesto que allí la muerte no existe.

El grito de las bestias fantásticas
Saludo brutal que brota de sus fauces
Cuando sienten el dolor extremo
De presentir que su realidad también era quebrable.

Subterráneos senderos, paredes húmedas
Sin antorcha, sólo el hierro que no llegó a acero
Una abertura en donde alguna vez estuvo una puerta
Una dificultad anulada que abre un peligro aumentado.

Por encima, cuando por fragilidad todavía hay marcha
Arrasando cuando la fuerza de la soledad lo exige
Para expandirse y volver a sí misma a nutrirse
Y dispararse contenida hasta el inicio de la grandeza.

Por cada demonio, más de un ángel
Y un hombre capaz de resistir una visión
Que llega al fondo de los ojos
Ojos cuya existencia ha sido ordenada.

Flota toda exégesis, en calma simétrica
Rodeando la idea que planea temblorosa
Pero segura, como un niño de su llanto
Y alta, como una torre realizada con el alma.

El último estertor de la duda
El otro precio, real, de la desconfianza
La tentación que exhibe su impecable hermosura
Ante la cual, por segunda vez, es la inocencia la que salva.

Entonces el desafío se vuelve tarea
La meta adquiere el rango de misión
Y aunque lo nuevo abruma, no confunde
Sino que afianza el sentido.

Tres

Sosiego sin tiempo, una realidad
El riesgo pequeño y el objetivo enorme
Porque nada habrá de perderse
Y en cambio, todo habrá de comprenderse.

La mirada imaginada durante una noche
Entre Esther y Judas Macabeo
Cuando existían el saqueo y el botín
Y un anillo, que era sello, podía pretender.

Vuelve la presión, la que habías querido
La que obtuviste porque te fuera concedida
Como se le concede sus deseos a quien lo pide
Cuando lo que pide es un acceso a lo extremo.

El grito ahogado que lastima y alerta
No tienes nombre, pero asistes, estás ahí
Qué hacer sino vencer de nuevo
Cuando casi el ensueño venció tu aceite encendido?

Al fin comprendes que al menos no hay nadie
El mundo que tanto querías, y que era tanto
Ha quedado atrás, en un punto demasiado lejano
Que será afectado cuando toques el fuego.

Y aunque comprendas, no bastará
Como si todavía los colmillos del extravío
Pudieran señalar la fuerza del que mordido avanza
Cuando seguir le hace sombra a todo avance.

Usan ropa, ropa usaban tus conocidos
Carecen, como carecían tus conocidos
No es lo mismo, es más intenso
Forma y fondo se funden en intensidad.

Sin potencia y sin realización
En un límite donde no hay límites
Donde tu razón pudiera dejar de serlo
Tiempo en el que sin guerra abunda la lucha.

Sostenerse es sostener, ahora es claro
La persistencia ajena, ahora es propia
La clave es una, su significado múltiple
La obediencia ante el calidoscopio de las reglas a obedecer.

Un poco más, como siempre
Que llegará el descanso, como nunca
Más lejos que los afectos otrora entonces necesarios
Y más lejos que el ya innecesario reconocimiento al mérito.

Quizá, entonces, de algún modo se vuelva a saber
Que en la más diminuta de las semillas enterradas
Como en el último ladrillo de una catedral gótica
Está también inmersa la más alta de la voluntades.

Quizás tú seas el instrumento.

Smarc
03.04.02
00:29

Luna plena

Oculta, sonríe la luna plena
Ya me ha bebido, me ha probado
Jamás me dejó, el que se fue soy yo
Sin huir, para volver a ver como ella suele ser rumbo.

Una caída es evitada de manera insólita
Con un par de palabras que brotan en el presente
Pero ya sentidas desde hace mucho tiempo
Ya sabidas por los antiguos, por ellos proyectadas.

La noche del miércoles, con su fría y delicada manera
Le anuncia su muerte a su día, aunque no su fin
La penúltima etapa de una misma concepción
Que como el hombre, se conoce, a veces sin aceptarse.

Viendo el mundo, lo que está dentro, lo que está fuera
El frasquito que contiene el incienso que quemará las entrañas
La necesidad de los sentidos para hallar que son dañinos
Evitando, un poco sutil, un poco torpe, al anciano por qué.

Te habían anunciado una espada, un momento atrás
La que en alguna Roma separaba la cabeza del cuerpo
O atravesaba el pecho, como si lo digno tuviera esencia
Y no fuera más que un maquillaje casi perfecto para la mediocridad.

El honor y la gloria, la fama y la fortuna
La dedicación plena que todos pueden mirar
Como la tierra que después de la lluvia, en primavera
Se llena del trabajo de los hombres
Que ya cuentan los granos de la cosecha.

La mecha se yergue al consumirse, lo notarán
Ella habrá dicho cosas, habrá llorado, desbaratándose
Alguien, en algún lugar, se sentirá culpable
Y pase lo que pase, la luna plena seguirá sonriendo.

Mi mente y mi boca cuando logran ser una
Pero no es a una en la que se vuelcan ambas
Aunque de algún modo la retengan
Como al historiador las posibles últimas intenciones de un acto.

Por estas cosas que parecieran difíciles
Se hace fácil la llama que ante los ojos
Siendo más breve y menos brava que otra
Gana en su capacidad de no moverse más que para brillar
Y el brillo, lo tiene.

Disculpame, cuerpo, el querer lo que tú quieres
Y postergarlo todo por la ceremonia del pensamiento
Donde con ayuda o no se encontrará el camino
Que uniendo aristas, implicándolas, terminen por fijarnos.

Pensando en sentimientos, o en otros pensamientos
Cruzando una hoja como se cruza un peaje
Dentro de un hálito y cinco dedos de la mano izquierda
Sócrates, Aristóteles, Jesús Ben José, Giordano y, en algún tiempo, Avicena.

***

No hay abrazo entre los hombres, no lo hay
El beso de los amantes ha quedado tan solo en el verso
Como un trapo olvidado en el patio de una casa abandonada
Y detrás de cada suspiro no queda más que un par de pulmones.

Se ha intentado, y se ha logrado, y todo es poco
Mil voces que claman, mil voces que silencian el clamor
Y mil voces que van más allá de la expresión
Que solo cumplen, y que cumpliendo, insensiblemente, a alguien mejoran.

Siguen las plañideras, los músicos, los poetas y los bancarios
Sin cenizas falsas, pero con un dolor hipócrita
Como si la crítica racional alcanzase a llenar
La décima parte de una voluntad que aunque incomprensible es aceptable.

Amor es la consigna, es la propuesta
Pero quien lo dice, acaso lo derrama?
Y quien lo derrama, acaso lo dice?
Y quien lo calla, acaso no lo busca, como quien lo habla?

Unidos por el miedo, por ese pánico
Que cuando llueve más provoca el vacío
Y no por el temor de un sentido brutal
Al que se dirigen las almas como mariposas al fuego.

Liviano no llegas a doler
Golpeando no llegas a endurecer
Porque las heridas son otras, son de aquí
Y a los de aquí les cuesta un poco lo que digan los de allá.

***

El nueve que se anula y el diez de Pareto
El vicio que te impide, la virtud que te nubla
La peligrosa brisa que te sopla susurros de otros gritos
Que te toquen o no podrían ya no afectar tus percepciones.

El espejo imaginario donde se esculpe la realidad
El olor que se vuelve aroma, como el color, luz
Cuando la dulzura no alcanza, porque apesta
Y se opta por desestimar todo vendaje a toda herida.

Te imaginas más allá de la guerra?
Te imaginas antes de la guerra?
Te imaginas en ella?
Te imaginas, acaso, sin ella, como hasta hoy?

El rito de Eleusis y su después
La misma ventana abierta a la noche
Por la que escapó un gorrión y entró un cuervo
Para no encontrarte porque tú te estabas buscando.

Los niños tienen hambre
Y no es con delicadeza que la simiente se abre paso
La sangre y su historia, y la historia de la sangre
Entre los dedos de quien puede mirar su propio reposo...

Morderá la madrugada, posiblemente
Como posiblemente hubo una escuela
Y habrá que evitar el hombro
Que sólo quiere recibir un rostro.

Una fiesta, y el trabajo
Lo que alguien quisiera hacer
Lo que puede, y lo que habrá de comprender
La extrema apuesta de todo entendimiento.

Cuando alguien camina por uno
Y uno está vivo, y uno también camina
Y se cierra la noche, y se cierra también el día
Y la diestra, inevitable, se apronta al percibir el llamado.

Porque, como la luna plena, alguien absorbió nuestra soledad
Como nosotros lo hicimos con la de alguien, sin pedir nada
Por esa sensibilidad que se adquiere y despierta el orgullo
No por lo que se sabe, que guía, sino por lo que se siente, que empuja.

Y están ahí, expuestos
Pulpa pura de emoción
Sin hablar, intentando ayudar
Sin saber, quizá, lo que ya comprenden.

Nueve meses y diez preceptos
La identidad de los que vivieron su pensamiento
El lugar donde están las palabras y el que las inventó
Y ver la propia mirada haciéndose una con otra
Como la luna plena iluminada reflejada por el agua del mar.

Andrea
00:59
03.04.02

Agua

Como el hilo que sostiene la caída libre de la araña
A salvo dentro de la naturaleza todavía virgen
Así es la tensión que se ha hablado alguna vez
Y semejante la que se ha vivido sin nombrarla.

Cada cual intentó y seguirá intentando
La lejana explicación del origen y su evolución
Pero no se llega al fondo de ninguna copa
Si no se comienza por sus bordes en un primer contacto.

No era violencia lo que hoy así se denomina
La fuerza estaba libre buscando algo que no conocía
Fue el tiempo quien la enlazó a mitad del silencio
Y si no la doblegó al menos pudo infligirle forma.

No tenían espejos, todavía no sabían inventar
Ningún camino a seguir, sólo un viaje iniciado
El momento por el cual, siendo todo posible
Todo seguiría siendo posible, hasta el fin, hasta el fin mismo de ello.

Con la primera forma, que no se detuvo
También comenzó la presión, que nunca amenguó
Como el primer trazo de Leonardo en Florencia
Con absoluta prescindencia de los ojos que lo vieran jamás.

El primer golpe recibido siempre es ajeno, y por eso es duro
Los demás son propios, y es por ello que nunca fallan
Y cuando uno ha aprendido a golpearse y soportar ese dolor
Se forja una vanidad extraña que no quiere fijarse en los otros.

Los demás para el daño, y uno, para el intento del consuelo
Aunque primero la sangre por la piel abierta
La cicatriz del médico que se deja ver por la herida del paciente
En tiempos de invención, donde el espejo no sólo refleja lo que está.

Juego de proyecciones, adivinar los momentos venideros
Después de haber despreciado las causas más livianas a todo
La simple conclusión de una suma, o una resta
El hombre que se enferma, el por qué se enferma, el por qué es.

El nacimiento de la fuente, mientras se navega en la corriente
Hasta que el sentido de la misma también transita por uno
El objeto diferenciado de la acción de buscarlo
Y estos, también, diferenciados del acto del hallazgo.

Alguien había pedido que lo levanten
Y así se hizo, y quien lo hizo hundió más sus pies
Por el peso, no el del cuerpo ajeno, sino por el del alma ajena
Y en los talones las sanguijuelas que sonreían satisfechas.

Queda poco, pero se siente bien
Como el ermitaño que escucha hablar de cofradías
Y ante el discurso de cosas compartidas entorna los ojos
Pensando si el que habla o el que lo escucha es el que ha perdido la razón.

Alrededor de la hoguera en donde crepitan las creencias
Un corazón pequeño y otro haciéndole compañía
Hablando de gritos oídos en pretéritas batallas
Donde toda lucha fue entre ellos, sin que entonces lo sepan.

De un estado a otro después de conocer el agotamiento
Sin haber perdido más de lo que se ha ganado
En el punto en el que toda victoria y todo resultado se desestiman
Porque lo que está enfrente, se descubre, es lo que está al lado.

Adán y Eva, una historia y dos explicaciones
La descripción de un estado que genera necesidad
Porque no es bueno que el hombre esté... solo
Porque quizá hay habilidad en no decir lo que es malo.

El poeta dice que el hombre, si lo es, nunca está solo
Le puebla la propia vida, y la de lo que ve
Las cosas en las que estuvo con sólo mirarlas
Y las que lo miraron, estuviese o no.

Ya entonces había un todavía
Esa persistencia propia de la fe
Que no se basa en lo que sabe, sino en lo que es
Como cuando el agua, en una primera vez, le roza el hombro a la tierra.

Smarc
21:16
05.04.02
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