Dualidad 101 217
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Silvio M. Rodríguez C.
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3                       Empty
MensajeTema: 3    3                       EmptySáb Mar 24, 2012 9:45 am

Una mujer

Un dolor tan grande no admite a nadie
Sólo la felicidad puede ser compartida
Así el estuche que contiene el diamante
Así el cinturón que sujeta la daga.

Y en lo que queda del resto de las noches
Un reino unido que se deja sospechar
Con sonrisas livianas, y a veces audaces
Ocultando el oprobio, la vanidad y la dulzura.

Tentaciones diáfanas, claridad de la queja
Alcanzar su vuelo y cegarles las alas
Con la guadaña del cariño que construye el hombre
Con la fe de los que estuvieron y sellaron los misterios.

Queriendo entre líneas, casi brutal, casi inteligente
Como el que expone los ojos desde la trinchera
Y con el crucifijo en el pecho fija la mira
Buscando la muerte con el mismo afán con el que busca la vida.

En la madrugada de la siesta, esa hora mía fértil
Se destrozan emociones merced a músculos y sangre
El oído fino para toda incertidumbre y toda vejez
Como un escritorio que le triunfa un libro a la gravedad.

Escandaloso trecho compartido, un par de horas
Antes de la neblina donde no habrá una cabellera enmarañada
Donde de nuevo será lo nuevo aunque no lo lleno
Donde escupiré la absoluta estolidez de no tenerte para mí.

Que sea la corona de espinos, que sean los látigos
Que se abran las puertas de la Babilonia más rica
Que Tiro caiga, se entregue y se ofrezca
Y que Malkuth se explaye a la mente del que se inicia

Que nada será suficiente para considerar siquiera
El peso y tamaño de esta montaña inhóspita
Que la construí sin ayuda y que me cabe en un bolsillo
Que se la cedo a quien quiera que no sepa lo que quiero.

Después de mí, yo mismo
La continuidad del que persiste
La ciega visión de lo imaginado
Un todo en una mujer, que sea mía.

Smarc
13:30
22.12.01

Silente iluminada

Silente iluminada que huyes de mí
Como huye del destino la madre del guerrero,
Hasta cuándo la carrera de tanta desdicha
Que empaña los cristales y enturbia el vino?

El vendaval acalla toda protesta y reclamo
Pero también lleva en su seno la culpa serena
La tranquilidad de la obediencia cumplida
Y el rubor de la duda, la forma elegante de la inseguridad.

En las calles, de las que sólo me queda el recuerdo
Sigue tejiéndose el desencuentro de los siglos
El nombre que busca su dueño, y aquel cuento
Que todavía sólo es realidad, y no una historia impresa.

Acaso duele conocer los hechos? No, no duele,
Lo que duele ni siquiera es haber perdido lo ganado
Sino haber perdido la posibilidad del intento
Cualquiera, óyeme bien, cualquiera fuese la causa.

Y no pesa la pregunta que no es contestada, no pesa
Ni se fija en el pecho para que los ojos la reflejen
Lo que pesa es su ausencia, el ignorarla por las noches
Fingiendo lo que no se puede ser, la confesión de quien no ha pecado.

Y no cansa la marcha, porque el descanso es impensable
Y el corazón, lo sabes bien, no parece un trapo ensangrentado
La queja, lo sé, ni siquiera es la humedad que trepa por la sandalias
Que apenas cubren los pies inmersos en el lodo del vacío.

No confíes en la majestad de tu silencio
Que el dolor no tiene ni dueña ni propietario
Que el tiempo es tan diferente a una fecha
Que aunque no quieras, también yo podría quererte.

Sigue, pues, tu insólito viaje
Sigue con la práctica del escape
Sin tregua, sin saludos ni despedidas
Y permanece así, silente, iluminada.

Andrea
12:25
22.12.01


Nosotros

Tú tienes el lujo de pensar lo que quieras
Y conservas el privilegio de cambiar
Eres libre de esto y aquello, eres alguien
Nosotros, que somos de polvo, lo sabemos.

En la mañana del suplicio, sin palmeras
No te tocará a ti permanecer inmutable
Te seguirán las ganas, el deseo, el cariño
Para nosotros la asfixia, el gesto, el intento.

Los colores demasiado ciertos del sexo
La no lúcida aventura de ciertas certezas
Como una capa que no cubre las espaldas
Que más bien desnudan un pecho inquebrantable.

Como se puede se soporta, como una resaca
La fiera condición de ser un anhelante
Un buscador sin objetos hallados, perdido él
Expuesto a ser encontrado en el polvo.

Mira, nos ve, todavía tú puedes entenderlo
Ser parte de este finito lado del prisma
O seguir ahí, mutable, lluvia de decisiones
A tu modo, y a tu tiempo, irrepetible, centro único.

Desde este sol que domina el domingo
Que pasea sin pudor tanto calor y fuerza
Sin importar la lepra, la juventud o la vejez
No termina de extinguirse lo que queda del polvo.

Se avecina la falla del sistema, una vez más
La decadencia, leve, susurra su sentencia
Con nosotros aquí, como espectadores tuyos
Observando tu desdén, esa libertad en la que crees.

Cubiertos por la baba de los caracoles, respiramos
Cierto jadeo nos envuelve, a veces, sin tiempo
Se mueve el aire, las estaciones ocurren
Y se siente estar en el final mismo de todos nosotros.

Vive, mientras quieras y puedas, como puedas y quieras
Nosotros somos lo contrario.

Smarc
23.12.01
11:31


Solo

La vida comenzaba a las cinco
Con el trabajo de las legañas
Los reclamos del ser humano
Anabolismo y catabolismo.

La vida transcurría hasta las cinco
Obedeciendo órdenes, o dándolas
Rodeada de otras vidas, su vida
Hasta que volvía a casa, su casa.

La vida terminaba a las nueve
Sobre un colchón, bajo un techo
En la tierra de lo irrazonable
Para volver a comenzar mañana.

* * *

Alguien dio la noticia
Un evento, una circunstancia
La precisión entusiasmada
El vértigo de poder confirmar algo.

Sería a medianoche, a las doce, hora cero
No entendió, pero supo
Que era espacio y tiempo
Desconocidos, jamás vivido.

Sopesó, como pudo sopesó
La posibilidad del hecho
Y sintió, por fin sintió
El filoso imán de la aventura.

Decidió en silencio
Como hacen los solos
Y comenzó su espera
Su primera espera.

A las nueve, la vida siguió
Su vida alcanzó el peso del diez
Primera prueba hostil y dulce
de todas sus posibilidades.

Cansado, alcanzo las once
Con más peso, pero más libre
Con la increíble sorpresa
De mirarse mientras miraba.

Y llegó a la medianoche
Como quien llega desde lejos
A un pueblo desierto, huido
Y fue entonces habitante.

A las cinco, tenía las señas
Del que estuvo a las doce
Algo nuevo habitaba en él
Era la búsqueda de lo lleno.

Desde entonces, yo lo sé,
La vida le comienza a las cinco
Pero no acaba, ni se detiene
Continúa, con prescindencia.

Andrea
13:57
22.12.01


Tristeza sin fin

Porque al final del día
De entre las arrugas del anciano
Se abría camino una sonrisa
Que le obligaba a extender las manos.

Y uno de veinte aprisionaba su victoria
Se callaba el deseo para expandirlo
Hasta convertirlo en llama y calor
Para salir a la calle a pronunciarlo.

Cada baldosa de cada plazoleta
Exponía viciosamente su cariño
Y la gente arrancaba de raíz las emociones
Que no dejaban de crecer hasta dominar el cuello.

Extraño e intenso placer tomaba las calles
Volteaba la vista, entibiaba las manos
Y sólo el sol se reflejaba en los cristales
Detrás de los cuales el amor se dejaba poseer.

Un velo, o dos, se descorrían con gracia
Y el asceta, al fin apto para el espejo
Veía la obra y la comprendía, y convertido
Aceptaba su tarea de mensajero finito.

Ningún juguete estuvo demás
Ningún niño compitió
Nadie venció
Sin aviso, las batallas se fueron, solas.

Cada lector dio con su libro
Y cada pintor con su luz
La sirenas se limitaron al mar
Y el mar sin tapujos besó la playa, dos veces.

Quien no quiso hablar, también se expresó
Cada cual, sin cansancio, dio la talla
La magia fue de todos, y todos, mágicamente
Bebieron el vino, y hornearon el pan.

Y respecto del temor, y del tiempo
El centinela, desconocido hasta entonces
Exhibió el infinito filo de su cariño
Y le fijó el límite a los descuidos.

Ahora, nada o todo depende
Causas y efectos se acoplan
Se abre el pentagrama imaginado
Y lo que viene suena bien.

Smarc
16:37
25.12.01


Libro

En un solo libro insertaría su vida
La lejana magia de su alma pura
Los estallidos de su vigoroso cuerpo
Y la inalcanzable idea de sus sentimientos.

Por aprender a no vivir, irse muriendo
Verso a verso, labio a labio
Con una lágrima por cada mariposa vista
Y con una sonrisa por cada niño no nacido.

Enterrado en una tierra de tardes y mañanas
Saturado de clamores, toda neurosis y toda histeria
Rasgando velos con desesperación medida
Perdonando, como resultado de su propio exceso.

Como si sus manos estuviesen hechas, moldeadas
Para sujetar su propia cabeza mientras escribe su historia
Viviendo más de lo que puede captar
Asistiendo a mucho más de lo que podrá después recordar.

El SS que arroja el humano de meses de vida a la pared
La falsificación – bienintencionada – de las palabras del profeta
El llanto oculto del otro lado del teléfono
Y el intento del suicidio desde lo alto de algún hotel.

Se aprende, y se enseña, se nutre y se pierde
Porque los gritos no siempre alcanzan
Porque cuando uno muere no deja de estar
Porque uno se pudre en vida por uno mismo.

Y está bien, y es así, porque alguien lo cree
Más allá de los cometas que nunca hizo volar
De las zapatillas de punta que alguna vez compró
Y de las citas que anotó en su adolescente cuaderno.

El noble marco de las promesas que lo sostuvieron
Alcanzó para tajar sin pudor la presión sutil
Y cubrió con un oscuro manto el cariño fraterno
Cambiándolo por una orfandad desenfrenada, sincera.

Entonces sería el libro, pero no su razón
Y sería el objeto, pero no su comprensión
Es que puede, sólo puede, que para reír
Primero hay que saber llorar, y seguir sabiéndolo.

Después la calma, como una espalda extendida
Como quien se somete al abismo, y emerge luego
Lleno de canciones que aligeran la marcha
Con la mirada nueva de quien accede al camino.

Andrea
12:26
23.12.01

Una ella

Ella se despojó de casi todo, sin cerrar los ojos
Y aunque así amplío la posibilidad de su historia
Lo que perseguía era el evento de su saciedad
Quimera por fin aceptada a puertas cerradas.

Buscó la altura, hacerse de tal modo alta
Que su sombra se proyectase tan lejos
Que alcanzase a tocar los pies de alguien
Que creía seguro se volvería a contemplarla.

Y casi dio resultado, pero la realidad, esta vez
Pudo más, como una tormenta que finalmente cae
Y cuando se volvieron, lo hicieron sinceramente
Y lo que vieron despertó lástima, si no compasión.

No creyó que iba ser tan duro, subestimó al niño
Olvidó que es la alegría la que mueve el corazón
De los más fuertes, de esos que han vencido el temor
Y no arrastran sus vidas buscando la opresión de un regazo.

No entendió, se convenció de no entender
Pero comprendió que al final era un juego
O un drama, o una comedia, o una definición
Y le faltó todo, y solo entonces se tuvo.

Tarde, tarde entonces, para tantas y tantas cosas
Pero aunque todo parecía si no pasado, despedida
También amanecía, de algún modo, amanecía
Y un nuevo reconocido aroma la tomaba, la hacía.

Las mismas señales fueron otras
La queja que el muelle le exponía al mar
El grito sordo que de la calle saltaba a la cornisa
Las cajitas musicales que sabía, alguien no pudo comprar.

Lloró, por fin lloró, con ausencia de pena
Sin dolor, sin alegría, lloró de la nada misma
Atrapada y libre merced a su propio aliento entrecortado
Y pudiéndose aferrarse, extendió los brazos y no creyó volar.

Asumió el asfalto y la azotea, sin expectativas
Y con la memoria fija en el centro del olvido
Le hizo un guiño a su cariño, y a sus afectos
Y sin mirarse, se vio, dispuesta a compartir.

Desde entonces no hay velas ni cartas de puño y letra
Y solo alguien la conoce, solo alguien
Y ella se deja conocer, y a su modo, conoce
Y comparten el lecho, la noche y la espera.

Smarc
26.12.01
22:35


Alegría sin fin

Envejecía el día de los bombarderos
La muertes de los niños aburría
Y la desesperación de los viejos
Sobre todo, hartaba y asqueaba.

Dos o tres rosas querían erguirse
Pero habían brotado arrepentidas
Tenían el color de la lástima
Y el aroma, confuso, del rencor.

Cierra la ventana, dijo alguien
Pero no tenía caso, ni solución
La vida renunciaba a sí misma
Por notoria aunque simple decadencia.

De más lejos, de casi nunca
Sobrevolaba la imagen de una risa
De dientes podridos, solitarios
Llenos de sexo pagado, frustrado.

El último de los sentimientos
Fue saboteado, sin burlas
El acto de inmolación fue filmado
La victoria, oscura, se expandió.

Ahora, las guitarras yacen
La luna siempre es negra
Y en las calles, pobladas de gatos
Las paredes dicen “all you need is love”

Desnudos trozos de lata, todavía
Terminan de atravesar la blanda carne
De los que reciben las monedas
Por las que cambiaron sus ilusiones.

Los frutos, podridos, instalados en los tejados
Acechan la labor del visionario
Y el posible paso angelical
Del que cegará las orbitas del persistente.

En el maletín, lleno de lágrimas
Se ocultan también la mecha y la llama
Lo llevan a otro lugar, a otra tierra
Aquí se ha terminado, lo que queda es poco.

La piel de los enfermos
El silencio en el corazón de la ciudad
La triste esperanza de los lobos
Y la ceniza de los besos que no cedieron.

Andrea
16:14
25.12.01


Otra ilusión

Me crees vanidoso, como los que tienen cosas
Me crees intelectual, y no me crees inteligente
Te ilusionas al pensar que soy mi pasado recurrente
Y quizá, al juzgarme, lo haces con un espejo.

Yo no estuve, aunque yo crea haber estado
Cuando los guardias de Ciro, en el mercado
Abrían paso gritando “¡Paso al ojo del rey!”

Crees, tan sinceramente crees, que lo que hago
Por las noches y los días que se van yendo
Constituyen mi armadura a lo cotidiano
Y que mis acciones buscan ocultar mi vulnerabilidad.

Y yo nunca tuve un tigre, ni siquiera uno
Aunque en mis sueños, que son lo que tengo
Me dejan estar, como si fuese algo suyo.

Crees, que yo dicto mis propias sentencias
Que para mí no hay ley mayor que la mía propia
Me niegas cualquier obediencia a ninguna otra
Fijándome en una idea, de la que al final, sospechas.

Ya no te ocupes de mí, te haría falta
Vuélveme la espalda, emprende ya la marcha
Como quien abandona una escena
Cuando siente nacer el hastío.

De todos modos, no era yo
Era lo que creías, y eso pesa
Como la moneda en inflación
Como la mercadería en deflación.

Dijo el poeta, alguna vez, casi ahora
Que cuando cambien los dioses, cambiará todo
Pero cambiar es mucho, casi tanto como ser.

No me escuches, no me leas, no me pienses
Mi aroma, mi piel, mi modo, ni siquiera cuentan
Mi deseo, del que fuiste estandarte, ya no es tal
Pero fue tanto, que yo, a ti, te pido tu partida.

Hazme caso, por última vez, o por vez primera
Vete ya, y llévate contigo todo lo que fuiste
Una ilusión más, arrasada por el pasado.

Smarc
22:03
27.12.01


Apertura

Pequeñas campanas suenan
Amplia es la mente que interpreta
Y quien escucha, sin terror
Gesticula la expresión de la llegada.

Naves surcando tus sueños postergados
En tu compás de ansiedad futura
Con la estima apretada al bolso
Y las decisiones fijas en un celular.

La calle te sonríe, pero no te espera
Y tu lecho, todavía solo y sin tibieza
Parece quieto y dócil a tus manos
Y a pesar de todo, todo sigue, o parece seguir.

Algo cálido en algo comercial, viceversa
Como la rigidez de ciertas estatuas
Que fijas, exaltan un movimiento vivo
Capaces de capacitar a un corazón desconocido.

Mañana, a un cuarto del camino
Se abriría quizá el camino entrevisto
De los retratos más ciertos y esperados
Los ignorados, lo todavía no expresados.

Pero hoy, en esta noche infinita
Con la lluvia de mil luciérnagas sin nombre
Lo que palpita sigue siendo el otro intento
Que nace en la ingratitud y muere en la comprensión.

Las venas que saltan en el dorso de la mano
Y la mirada perdida de algún adolescente
Cuestiones físicas que la música no alcanza
Sujetables sólo por la fiera o el artista.

Caen los párpados, como un telón condicionado
Sin agotarse, la fuerza busca su propio reposo
Con los labios, el día toca a su fin
Y despierta la noche, princesa oculta del anhelo.

Entre un posible olvido y una dura memoria
Mencionas acaso un nombre, una historia
Y alguien espera que la sonrisa venza al reproche
Y son tus labios los que definen la riqueza o pobreza.

Las cosas que son del mundo, y las que no
La secuencia fotográfica, la expresión lejana
Los instantes que confunden al instante único
En el que duermes con duda y esperanza.

Andrea
22:53
25.12.01


El visitante

Tenía olor a lucha y desenfreno
Mezcla de alegría y fiereza
No era él quien causaba temor
Sino la sed que llevaba dentro.

Por fuera era como algunos
Pero nosotros sabíamos
Que entre todos no lo llenarían
Y quién no aspira llenar a alguien?

Los menos suelen hallar hermoso
El sentirse necesitados, y satisfacer
Y los más suelen tener como tarea
Abrir el surco a nuevas ansiedades.

Pero él era de otro modo
Curaba, y, sin herirse
Se expandía públicamente
Y al hacerlo a muchos lastimaba.

Nunca pidió que nadie lo siga
Jamás sugirió que se lo imite
Y aunque era indefinible
Era auténtico como un arma.

Atraía como el fuego
Y repelía como un opuesto
Y esto, él, lo encerraba
En una burbuja que dejaba ir.

Quedábamos atrapados por la red
Que inventamos la hizo él
Al menos, así podíamos omitir
Que no lo sabíamos, que lo ignorábamos.

Pero un día, cansancio o tedio
Imposible saberlo - son nuestras palabras -
Decidió por fin un gesto
Uno sólo, único, solitario.

Mientras dormíamos
Borró su imagen de nuestra memoria
Y borró lo que pensábamos de su imagen
Y borró lo que sentíamos por su imagen.

No nos dejó nada
Ese fue su obsequio.
Smarc
21:22
28.12.01


Un él

Si lo que se posee habrá de pudrirse
El sentido no cae, deja de serlo
Y como un clavo quita otro clavo
Un vacío reemplaza, sin brillo, a otro vacío.

Toda respuesta se demora, cuando hay prisa
Lo urgente se asfixia a sí mismo
Y en el triunfo que implica la desesperanza
Los frutos verdes sacian al hambriento.

Antes de la luz, ya está el clamor, el pedido
Y si no, al menos la orden del inicio
Despertando la sierpe que anhela su final
El fruto que se sabe destinado al suelo, y que ignora el cuando.

Tensión y distensión, amalgama y confusión
Como si la cuerda, al igual que el brazo
No quedase algo tensa luego de expulsar
La flecha que transmitirá lo inerte.

Observador audaz, de discutible valentía
Al que se le sospecha la viga y la astilla
Pero observador al fin, testigo crudo
De lo que cree y de lo que ha dejado de creer.

Lo explicarán, es seguro, alguien lo explicará
Ya lo sabe, aunque el explicador lo ignore
Entonces se fijará en el depredador y la presa
Y será un poco tristeza, la comida que se tira.

Pero entenderá, y quizá alguien lo entienda
El ruido de la llave que milagrosamente da con su puerta
Entonces se fijará en el rudo vuelo del abejorro
Y será un poco alegría, estallido de cristales a los 15 años.

Con la camiseta, que fue trigal para algún insecto probo
Y un silencio guardado en el fondo del cajón de escritorio
Se construirá deprisa una divisa llena de madrugada
Y el estandarte será fuerte como el beso que defiende.

Y aunque mañana, sea lo que sea, será mañana
Siempre, siempre le quedará esta noche
Donde sucedieron cosas, y otras dejaron de suceder
A fuerza de un cielo que se abrió paso entre los pechos.

Se quedó el pasado, de rodillas, entre sonriente y suplicante
Ofreciendo el cuello a la espada, y los ojos al corazón
El impulso llegó primero, había nacido antes que él
Y se lo llevaba entre las nubes, en el medio del todo.

Andrea
23:02
26.12.01


Ellos, los algunos

Ya vienen, al parecer ya vienen
No importa quién lo crea, quién no
Se acercan, el polvo los delata
Y entonces se sabe que nada quedará.

Y llegan, lo toman todo, y lo demás
Lo incendian, y a los demás los matan
No queda nadie, y no queda nada
Solo su paso, que puede no ser historia.

Y lo que molesta, porque no duele
Es que llegaron sonriendo
Pasaron sonriendo
Y siguen sonriendo.

Smarc
13:19
29.12.01


Nombrar

Debajo de ciertas piedras, que sonríen
Habitan los manuscritos perdidos
Todavía conteniendo el fuego intenso
De esos corazones que amaron, más que querer.

Desde algún punto de la finalidad del universo
Un presente funde al pasado con el futuro
Cuando alguien, como tú, más allá de muchas cosas
Se confiesa ante sí, y escucha cierto llamado.

Encrucijadas, breves chantajes a las emociones
La capacidad de ver en alguien a un niño
Y atisbar así, la complejidad de una vida
Respecto de la cual tú tienes algo que ver.

Y si el tiempo es tuyo?
Y si la voluntad es tuya?
Y si las acciones dependen de ti?
Y si el ahora, inaprensible, está en tus manos?

Vanguardia y retaguardia
Novedad y moda
Ni atrás ni adelante
El caminante que se detiene... y mira.

Para cuántos besos fueron hechos tus labios?
Para cuántas caricias tus manos?
Dejarías de besar para hablar?
Dejarías de acariciar, para escribir?

No siempre el juego continúa siéndolo
De pronto se convierte en cacería
Puede que todo lo que te rodea sea real
Y la duda es sólo un matiz de la virtud.

La vida está tan cerca, y es tan mucha
Que a la muerte le crece el pecho de envidia
Y hasta a la sierpe de experiencia abre las fauces
Para al menos intentar amedrentar a la imaginación.

Si entiendes, sigue o reposa
Si no entiendes, sigue o reposa
El descanso está después
Más allá de la brutalidad de lo insospechado.

Dale un nombre, así lo vencerás.
No le des ninguno, y así, puede que triunfes
Andrea
22:29
27.12.01


Mi vida

Mi vida, en cambio, terminó hace tiempo
Por eso la voy llevando, empujándola
Hasta que nazca y surja por primera vez
Única y vulgar, aunque no ordinaria.

Cuando nazca será acompañada por acontecimientos
La tierra, por ejemplo, será vista por mi vida
Todo un murmullo atravesará los mares
Y en el vientre de las montañas pasará un cosquilleo.

Mi vida será barata, pero será valiosa
La cuidaré y la expandiré afanosamente
Pero jamás intentaré salvarla, ni descuidarla
Porque siendo mi vida, no habrá de pertenecerme.

Mi vida será un obsequio, alegre y temerario
Que alguien habrá esperado por mucho tiempo
Pero no será un objeto, que se guarda o se exhibe
Sino compañía pura a través de la eternidad.

Mi muerte, absurda como todas las muertes
Me dijo que nadie podría con mi vida
Quise decirle que no hablo con perdedoras
Pero sólo le recordé, a mi muerte, que duró poco.

Ya se acerca mi nacimiento, ya está llegando
Como cada vez falta menos, es más difícil
Cansa esto de nacer por vez primera
Implica esfuerzo, sacrificio, y una risa contenida.

Hubo veces, creo recordar, vagamente
En que casi dejé de intentar que mi vida nazca
Porque es difícil estar seguro cuando no hay certezas
Pero siempre ocurría algo, y si no, yo hacía que ocurra.

Es que mi vida será tan hermosa!
Se irradiará a sí misma, encenderá otras
Valiente se expondrá, alegre se dará
Llena de amistad, de amor, y libertad.

Desconozco la causa primera de este regalo
Pero ya que lo tengo, lo aprecio y lo cuido
Y así, a mi vida, la haré crecer en belleza
La construiré feliz, con ayuda o sin ella
Porque el solo verla, estoy seguro, será casi todo.

Smarc
16:32
30.12.01


Aire o vacío

Un sólo sonido me bastaría
Para erigir una catedral
Ante la cual, cada ermita y cada estación
Detendría su quietud y su movimiento.

Loca, calva, perdida y pobre
Es la anciana que se aposta a la entrada
Que canta boleros cuando se la echa
Que entibia sus piernas con sus propias heces

Y que no juzga, como lo siguen haciendo
Aquellos que nunca pertenecieron al resto, lo desconocían
Por haberle cedido por fin la paz a su mente
A su manera, con mortal indulgencia.

Con un solo gesto, con una fina expresión
Podría convertir las nubes, en eso, en nubes
La montaña, en montaña, y la tierra en tierra
Y los fracasos, en fracasos, continuos.

El ritmo tira la soga, arranca el agua del abismo
La belleza se despliega en ecos irrepetibles
Muchos se acercan, o todos, y siguen
Y quien los ve, parece cansado de verlos.

Por no blasfemar, por ese miedo del ignorante
El docto recurre a los dioses antiguos
Convertidos tiempo ha en literatura afelpada
Y evita al judío, hablarlo, siquiera mencionarlo.

No se atreve a decir lo que piensa
Que si lloró fue por vergüenza
Que si se marchó fue por hastío
Y que si prometió su vuelta fue por lástima.

Patrono del asco, de la infamia y del tajo
Mi triste figura haría llorar hasta a los pájaros
Y apagaría la lumbre a los más desdichados
Mutilando, sin querer, a toda juventud.

Reciclando orina, reconstruyendo
Re mayor, retardado, red del violín
Con la explicación como misión
Vocero y no voz, boca y no palabra.

El pobre hombre, y la pobre mujer
La pareja perfecta, condenada a la imperfección
Con una posibilidad, o con mil
De ajustarse al tiempo, o desvanecerlo.

Medio lleno, sin mediocridad
Para enrojecer la cara de los confundidos
Dejándole huérfanos a los que se inician
Y ofrecerles, en ausencia, una asfixiante opción
De aire o vacío.

Andrea
13:13
29.12.01


Breve desafío

Aquí están los demonios, jugando al exorcismo
Como si de mí dependiera mucho de su tiempo
O como si fuese que una infinitesimal parte de mí
Tuviese alguna relación siquiera con su idea.

Aquí no están los demás humanos, los que hablan
Esto sí depende de mí, como fumar o leer
Simple conducta espacio temporal, clara, meridiana
Y que así misma no se explica... porque no puede, ni quiere.

* * *

Ya no la recuerdo, ya no la conozco, todo es funeral
Hasta en el infierno hay luto, no murió, olvidé mi vida
La semilla germina en medio de un llanto contenido
Como ramas secas las últimas ilusiones se quiebran.

El guerrero está dormido, el hastío lo ha envenenado
Su armadura, otrora única en su brillo nocturno
Cedió a las finas en invisibles sierpes fraternas
Y creyó creer en lo que nunca quiso creer, y aceptó.

Y el día se abre, proyecta la noche, imagina lo inmaculado
Una terrible resurrección se deja intuir, lo dice el aire
Algunos frutos, al saberlo, maduran sin resentimiento
La gasa protege las copas, los muros sonríen, saben resistirán.

Metamorfosis, todo cambio sometido a la lealtad más fiel
Porque hacía tiempo, sin saberlo, también estaban las tablillas
O nadie, o alguien – que no estaba o estuvo siempre – presiona
Los actos, y los que no lo fueron, de a poco, retoman su luz.

Emerge del miasma, lo pretendido amenaza hacerse real
Quizá la distancia, entonces, sea por fin insalvable
Y sea así la quietud la que dirija la noche y el alma
Con las sensaciones reducidas, pero elevadas a otra tensión.

Mi mirada se tornaría su mirada, la mirada de él
El que siempre estuvo conmigo, yo mismo
Alguien que deja de observar, que la vuelta del recodo
Comienza a mirar, como vio que hacían los otros ojos.

Adiós al cariño de los pobres
A la gratitud de los carenciados
A la gentileza de los nobles
A la estupidez de las emociones pueriles, subterráneas.

Smarc
15:16
31.12.01


Su victoria

Su boca y su lengua, jugaban con mis labios
Pero no me besaba, no había búsqueda, ni encuentro
Faltaba o sobraba el tiempo, no podía detenerlo
Mi entrega fue burda y lisa, como un peso indefinido.

Sin embargo, y para bien de mi penosa conciencia
Intenté el sol, la lluvia, el lecho y el cariño
Incluso postergué un tanto el corazón y la verdad
Con los ojos cerrados luché contra la historia del mundo.

No alcanzó, no fui más que la excusa para su queja
Ni siquiera fui la carga, sólo la mula que la lleva
Tampoco un chivo expiatorio, tan sólo la cruz
Donde gustaba exponerse a su falta de clavos definitivos.

Entonces, el maltrato fue fácil, y la rutina, describible
De nada servía ya fingir que no llovía todo el tiempo
Y aunque mi piel no haya mutada la suya se hizo gris
Y se extravió el brillo que le conquistamos a sus ojos.

Nada, no hay gratitud en el pretérito de los afectos
La fidelidad quedará todavía fija en una copa, en mi copa
Y la lealtad, limitada a uno y a los amigos no enamorados
Y la sonrisa, lista para el saludo, oculta ahora para el espejo.

La distancia ahora también implica un gran momento
El entretanto, casi olvidado, aparece, nuevo y silente
Toma asiento entre mis cosas, en mi casa, en mi tiempo
Cosas estas que siendo mías, también fueron nuestras.

Ahora ella llora, detrás de las cortinas, o en los templos
Llora en su habitación, en su bolso y en su agenda
Todavía no lo sabe, pero está siendo feliz, está siendo
Al fin viviendo el drama que completa su breve galería.

Ignora que ha vencido, que puede disfrutar su victoria
Es ya el tiempo de los efectos, de lo logrado paso a paso
El hoy de un pasado que tuvo tanto azul como le fuera permitido
Es ya el museo a puertas cerradas que un solo cuerpo recorre.

Y yo, incondicionable ni por las nubes ni por el hambre
Me voy desprendiendo, ojeando sin querer la aceptación
Con algo de lástima reviso la sospecha del imposible
Y le cedo un paso, al menos uno, a la posible imposibilidad.

Andrea
15:58
30.12.01


Entre la fortuna y el destino

A pesar de los cadáveres destrozados, ofrecidos al vacío
Y de los buitres, de los ecosistemas, de la ley de gravedad
Sin conceptos de catarsis, de piedad, o de éxtasis químico
Quería también ahogarme y rescatarme yo a mí mismo.

Ingrato, descubrí que había cosas que no se deben agradecer
Que rebosantes muchos, no era tanto lo que podían ofrecer
Y que en lugar de tentar el esfuerzo por sanar un nombre
Podría acomodar las piezas para que el médico realice lo imposible.

Con el aire a gotas y las paredes llenas de imágenes y sonidos
Podría ser que la fuerza habría que conservarla, a más de hallarla
Que el gesto dure más que un momento, que ese sea el gesto
Extender la duración del mismo intento a lo largo de lo que acabará.

Las respuestas, como los deseos, habitan en una caja inmaterial
Pero que existe, como la idea y los presentimientos de victoria
No como el después, que si se mira bien es tan predecible
Como la humedad de la lluvia, y la tristeza de los osos viejos.

Es difícil, pero no resulta complicada la narración de la vida
Porque la vida transcurre, se demora, se extiende, cosas así
Pero la muerte, a veces, es tan sólo un gesto, o un cambio
O un detenerse, como sea, un alto a las descripciones del futuro.

Es bueno ser joven, cuando se es joven, y no escuchar voces
Porque cuando no tienes la edad que tienes hay sustos y peligros
Afloran presentimientos, aletean presagios, lloviznan predestinaciones
Y entonces, por su misma intensidad, cada palabra y cada piel cuestan más.

Aunque no se crea, de pronto, una parte y otra convienen
En que hay que seguir insistiendo, como el torrente sanguíneo
Sin la precisión del sentido, sin la posesión de la finalidad
A merced de lo posible, entre la fortuna y el destino.

Mi muro es no construir un muro, mi apoyo, no apoyarme
Mis armas son no tenerlas, saberlas me basta para obviarlas
El que conoce, también desconoce, el que sabe, lo sabe
Palmas y muñecas extendidas, la vista arriba, esta vez, sin reclamos.

El vacío se incendia, se descubre el blanco
La materia se agita, se agita la piel
La espera y el candor brillan sobre el escenario
Nadie asiste, pero alguien lo sospecha.

Smarc
16:08
31.12.01

Entre ellos

La fatiga le abriga el cuerpo, persistente
De su lucha sólo descansa para pelear
Ya en el mar de una añeja confusión
Ya en el desierto donde puede habitar lo cierto.

En plena tarde la noche entera cae frente a él
Y con ella, caen también todas las noches
El día, la mañana, ya son irrecuperables
Los pájaros, olvidados, encontraron alivio en el suicidio.

Su vida y su modo, tapa y contratapa
Conteniendo lo que le queda de ternura
Entre edificios derruidos y herramientas viejas
En medio de un hospital abandonado hasta por los fantasmas.

Diez mil seres pretendidos, que ya fueron
Para un futuro más exacto y predecible
Con más planetas y menos accidentes
Con más autenticidad pero con menos auténticos.

Quedan menos, él entre ellos.

Andrea
17:08
30.12.01
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